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[Levi en MAPPA 100/10]

Esto era mucho peor de lo que pensó.

Él no dejaba de mirarla, casi ni por un segundo y eso no hacía más que incomodarla.

Se aclaró la garganta y continuó bebiendo de la cerveza, estaban ellos dos junto con Mila y Dominik. Gunther, Mike y Roni eran los encargados de vigilar afuera y dar la señal para cuando el objetivo ingresara.

Ella rogaba internamente para que apareciera de una vez por todas.

El local era bastante grande, y ellos no eran los únicos allí, también habían mas soldados de las estacionarias. Hacía calor por el tumulto de mesas y personas, por lo que la pelinegra se retiró la capa que la cubría y la colgó en la parte trasera de su asiento.

Unas dos mesas de frente la separaban de esos ojos filosos e intimidantes.

Liberi era la única sin uniforme, porque ese era parte del plan que tenían con sus compañeros de equipo. Cruzó las piernas mientras apoyaba su codo en la mesa y acunaba su mejilla, se aburrió de mirar al rededor y sin darse cuenta sus ojos se conectaron con los de Levi por tercera vez en la noche.

No habían cruzado palabra alguna, y Liberi trataba de evitar acercarse tanto a él.

Lo evitaba, no quería ni hablarle por su orgullo y el recuerdo de su rechazo aún la abofeteaba. Pero aún con todo eso, era inevitable no ver lo varonil y misterioso que se veía portando esa capa y una sencilla camiseta azul junto con su uniforme.

No podía creer que él jamás se viera mal con esas sombras oscuras bajo sus delgados ojos, o que el rostro tan serio y mirada cansada sólo le diera más aura de sensualidad.

Y con él había perdido su virginidad.

Corrió la mirada sintiéndose una idiota, de nuevo en mucho tiempo su rostro se sonrojó y la tensión en su cuerpo la acaloró. Extenuada tomó el recipiente de madera y se tomó lo que le quedaba de alcohol de un sólo trago.

Estaba en una misión, por ende sabía que no podía perder la conciencia por culpa del alcohol. No obstante, estaba siendo irresponsable por el sólo hecho de sentirse nerviosa ante la presencia del azabache.

No era muy dada al alcohol, y para el colmo era bastante sensible con la cerveza negra, justo de la que estaba bebiendo.

Si no hubiera sido por la repentina llegada del objetivo, se habría perdido en una buena borrachera. Se irguió en su asiento soltándose nuevamente el cabello.

Dominik, quién no le había dirigido la palabra en mucho tiempo, por precaución y por la evidente amenaza de Levi en sus ojos,  se levantó de su asiento y salió del lugar.

Era hora de empezar con el plan.

Cuando el hombre se sentó en una mesa, ella no esperó a dirigirse al cantinero pidiéndole dos cervezas, se suponía que eso era trabajo de las meseras, pero esta vez tendría que hacerlo Liberi para acercársele y seducirlo.

La melena ya le tocaba la parte baja de su espalda, por lo que sacó provecho de ese atributo para no tener que mostrar más de su cuerpo. Ya tenía suficiente con lo corto que era su vestido.

—Aquí tiene, señor.—trató mostrar una sonrisa ladina, cosa que se le complicó al principio. Ese hombre era bastante bajo y regordete, también tenía una barba descuidada y el olor que desprendía no era muy agradable. Bien, le costaría más de lo que pensó.

—Muchas gracias jovencita.—su respuesta fue simple, pero la forma como se atrevió a recorrer su cuerpo con la mirada le dió a entender que podía seguir con eso más rápidamente.

UNSTOPPABLE | Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora