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Inhaló todo el aire que pudo y una vez que lo soltó se dejó llevar por la energía de su cuerpo.

La cabeza le palpitó al principio pero luego de alzarse más alto en el aire, todo dolor y sentido de este desapareció. Liberi estaba haciendo algo peligroso, algo que no podía hacer con personas al rededor.

Ella permitió que la energía fluyera con fuerza y que se presentara más fuerte que nunca en su cuerpo. Esta vez no sólo se manifestaba en sus manos, también fluía de sus piernas y ojos.

Avanzó hacia el titán bestia, este no apartaba su vista de ella, como si no le temiese nada. Ordenó a los titanes más grandes a que corrieran hacia ella, mientras que los más pequeños saltaron en dirección opuesta.

La pelinegra de ojos escarlata brillante miró con furia al titán de pelo, soltando un grito agudo desde lo más fondo de su garganta, alzó a los titanes de 10 a 12 metros en el aire y uno por uno los hizo polvo.

De esa manera no podrían regenerarse más.

Y aunque eso le costó bastante de su capacidad, ella no esperaba más que lanzarse contra esa bestia y acabarla con las cuchillas que le había quitado a Mike hace pocos minutos.

Era su momento de descubrir la verdad, de dar un paso más grande al capturar lo que podría ser una persona de otro mundo...otro lugar lejos de esos muros.

—Eres todo un espectáculo—bramó el titán, una vez que toda la sangre de esos titanes se regó como lluvia contra el césped. Liberi voló hacia él, pero esta se detuvo cuando le lanzó una gran manotada de escombros a gran velocidad.

No contó con ello, y aunque pudo detenerlos y salir ilesa,  se desestabilizó lo suficiente como para caer al suelo. Casi a tiempo logró sostenerse pero a ese punto ya había recibido el suficiente impacto como para partirse una pierna.

Hizo una mueca de dolor y algunas lágrimas no tardaron en deslizarse por sus mejillas, sin embargo, nada de eso la detuvo.

Con una exclamación que Liberi no pudo escuchar, el titán volvió a lanzarle más escombros, los cuales en vez de contener, esquivó volando más hacia arriba o a un lado.

No podía rendirse, no cuando tenía tanto que averiguar.

Los ataques siguieron hasta que ella vió la oportunidad de acercarse más. Y para su suerte, fue suficiente para evitar que este tomara más piedras en sus enormes manos.

Una macabra sonrisa se extendió en su rostro cuando de una explosión, ella pudo deshacerle la mano derecha.

—¡¿Sin esas manos no eres nada?!—vociferó elevándose junto frente al enorme rostro de este.—¡Entonces te las arrancaré!

Llegado a ese punto Liberi ya no medía más el uso de la energía, y sin darse cuenta, sus ojos sangraban al igual que sus oídos.

No tener la ventaja de un equipo tridimensional sin dudas le traería consecuencias.

La tensión se apoderó de sus músculos, provocándole varios desguinces. Empero, ella siguió con lo suyo y con gran facilidad le explotó la otra mano al titán.

Liberi agrandó sus ojos y dispuesta a cortarle la nuca con el par de cuchillas que tenía, se precipitó hacia él, pero para su desconcierto este la esquivó y cayó de espaldas contra el suelo; gruñendo.

—¡Suficiente!—bramó nuevamente el titán.

Liberi apretó los mangos de las espadas y sin pensarlo se movió con gran energía para cortarle los pies.

—Acabaré contigo, maldito—cayó sobre el pecho de este, mirándolo con desprecio en sus enormes ojos rojos.

—Eres más peligrosa de lo que crees—dijo como si nada, mostrándole una sonrisa en ese enorme rostro de animal.

UNSTOPPABLE | Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora