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Año 845

El origen de los titanes era incierto, la poca información que se tenía en ese entonces era que en el año 743, la humanidad fue llevada al borde de la extinción por su aparición y la única opción era refugiarse construyendo tres enormes murallas (María, Rose y Sina) para evitar la extinción completa de la raza humana. Sin embargo, el origen de esas tres estructuras descomunales no se conocía; según varios cultos que surgieron en torno a las paredes que los protegían, estas eran obra divina de Dios.

¿Y antes de la aparición de los titanes? ¿Cómo vivían los seres humanos?

Era innegable que había un gran vacío en la historia, pero eran pocos los que se atrevían a ponerlo en duda, ya que era ley impuesta por la realeza. La historia promulgada  por la familia real era la que se impartía y se creía con toda veracidad. Además, la Policía Militar se encargaba de mantenerlo así y evitar una revolución de pensamientos.

Desde que tenía uso de razón, Liberi vivó en el subterráneo como huérfana y méndiga. La educación en ese lugar era nula para los que no podían pagar por periódicos o poca información del exterior. A pesar de eso, no le fue imposible conocer sobre lo poco que había del mundo, porque gracias a que Levi robaba periódicos e incluso libros que llevaban los ricos de Sina, logró educarse un poco. 

Recordaba al chico de 12 años que empezó a sumergirse en el mundo oscuro de la delincuencia y la mafia, solo para, según él; protegerla. Esa idea le parecía molesta de cierto modo, porque estaba segura que más allá de ese motivo fue porque no tuvo otra opción bajo las condiciones infernales de ese lugar. Su sacrificio, la corrupción de su alma y el inhumano trabajo al que se sometía, no solo la ayudó a ella. Él ayudó a muchos otros habitantes que eran vulnerables en el bajo mundo de las murallas. Desde ese entonces Levi tenía un complejo de salvador y héroe que se camuflaba entre la sangre que escurría de sus manos. 

Su misma historia estaba tan incompleta como la de su pueblo. No sabía que había más allá de su nacimiento, quiénes fueron sus progenitores o al menos de dónde venía. Sus recuerdos no iban si no desde los 5 años, más exactamente desde que conoció al pequeño Rivaille. Incluso varios de esos momentos eran borrosos  y solo pequeños fragmentos de su vida en ese entonces era lo que recordaba con claridad. Entre esos, el día que murió la madre de Levi, cuando él recibió incontables palizas por protegerla, palabras y abrazos, las veces que le peinaba el cabello y la arrullaba hasta quedar dormida.

Sucesos que la marcaron de algún modo fueron los que se quedaron grabados por completo en su memoria, buenos y malos, con ello incluyendo el día que desapareció de su vida y las noches enteras llorando en el jardín de una bella casa en el bosque.
Ahora que sabía el porqué la abandonó, le era menos doloroso recordarlo, y de cierto modo se conmovía por sus motivos. Desde pequeño le había prometido sacarla de esa sucia ciudad, y lo cumplió, pero no de la manera que ella habría querido.

Tenía 10 años cuando fue llevada por una pareja de mercaderes, contra su voluntad, al exterior. Levi nunca apareció para llevarla de vuelta a casa, así que ella se resignó a no volver a buscarlo y enfocarse más en lo que sería su vida en el muro Rose. Cuando cumplió los 14 años escapó de aquella casa de campo dónde fue acogida con frialdad y se enlistó en el ejército. En ese tiempo pensaba en las pocas razones que tenía para vivir, estaba sola y con el corazón destrozado. Así que sin pensarlo mucho, quiso ser de utilidad para la humanidad y decidió convertirse en soldado sin importarle en lo más mínimo el riesgo de perder la vida siendo devorada por  titanes. Claro, aunque podía escoger un puesto donde no hubiese peligro alguno, vivir en la comodidad nunca estuvo en sus planes. No cuando la única persona que había amado se había matado tanto por su supervivencia. 

UNSTOPPABLE | Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora