Capítulo 26: Dr. Jeon.

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—¡Feliz Cumpleaños!

SeokJin se obligó a sonreír cuando su esposa llegó a su habitación con un pequeño pastel deseándole un feliz cumpleaños y luego procediendo a cantarle la tradicional canción.

—Muchas gracias, cariño —le agradeció al momento que YeRim terminó de cantar.

—No es nada, amor. Eres mi esposo el cual hoy cumple veintiocho y debemos festejar. Tu padre llamó y quiere que vayas a cenar esta tarde y tu madre también me llamó, quiere que también vayas a cenar. Es decisión tuya con quien vas —comentó algo incomoda. No le gustaba que su esposo se encontrara en aquella posición.

SeokJin hizo una pequeña mueca. Siempre elegiría a su madre por encima de su padre, pero este se enojaría mucho si se entera que rechazará su invitación para ir con su madre y su nueva pareja.

—Hablaré con mi padre. Iremos a almorzar con él y le diré a mi madre que iré para la cena.

—Bien, mientras tanto podrías vestirte porque saldremos a desayunar.

SeokJin le sonrió y con un suspiro procedió a levantarse. Hoy cumplía veintiocho, pero hace tiempo que los cumpleaños dejaron de importarle, al final solo se volvía más viejo y su vida un poco más miserable.

Se arregló y se vistió con un traje elegante, quizá era mucho para un desayuno, pero sabía que YeRim lo llevaría a un lugar altamente fino y costoso, donde llevar un traje sería considerado un atuendo diario. Peinó su cabello rubio formando una grieta que dejaba ver gran parte de su frente, por lo general solía taparla, pero decidió que se veía más acorde con lo que llevaba.

En un par de horas, el matrimonio se encontraba en pleno desayuno, tal y como pensó Jin habían ido a uno de los lugares más caros de Busan. YeRim pagó con su dinero, debido que quería que fuera un día especial para su pareja. Pidió delicias, que estaba segura que a su esposo le gustaría, no se equivocó del todo, después de todos los años conviviendo juntos ella lo conocía por completo o más bien creía hacerlo.

Jin acabó feliz de su desayuno, si es verdad que al principio no tenía el mejor ánimo, todo resultó ser de su gusto. Admitía que, si no hubiera estudiado medicina y no hubiera conocido la música, seguramente hubiera estudiado algo relacionado con la comida.

Cuando los platillos quedaron vacíos y sus estómagos satisfechos, el matrimonio se dirigió a un centro comercial. YeRim quería consentir a su esposo, así que le propuso comprarle todo lo que quisiera. A decir verdad, Jin no tenía mucho interés, él tenía el dinero necesario para comprar lo que se le antojara, pero a veces no tenía el valor para ello. YeRim lo notó, cuando observó como su esposo miraba con atención una guitarra.

Ambos salieron de la tienda, aunque YeRim sabía con perfección la sorpresa que le daría su esposo ahora.

Una vez regresaron a su casa con un par de bolsas nuevas, se dedicaron a descansar durante un tiempo. SeokJin ya le había avisado a su padre que se encontraba disponible en la tarde, mintiéndole que tenía una reservación especial con YeRim por la noche.

Cuando llegaron a la mansión Kim. El padre lo recibió con un frío: "Feliz cumpleaños" al igual que un abrazo. SeokJin sabía perfectamente que su padre nunca le tuvo el cariño que debía haber sentido, más bien, veía a sus hijos como objetos que debían seguir sus pasos, así que no era sorpresa que no mostrara emoción alguna por el día especial de su hijo. Y SeokJin también sabía que el día en que él le confesó haberse enamorado de un hombre, había perdido el mínimo afecto que su padre pudo haberle tenido. Si hoy en día ese señor estaba ahí era porque su orgullo y prejuicios no permitirían que uno de sus hijos fueran una abominación.

Reflejos del pasado ㅡ KookJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora