Capítulo 27: Como una daga en el corazón.

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—Hace algo de frío —murmuró Jin, apegándose aún más a JungKook.

—Es una mañana helada. Debe estar nevando —supuso acariciando con cariño la cintura desnuda del rubio, quien se estremeció de una grata forma ante el tacto.

—Sí... debería abrigarme, pero... me gusta sentir tu piel. Está calentita —confesó tratando de que Jeon no notara el sonrojo de sus mejillas. A veces se arrepentía de las palabras que salían de su boca, no porque no las sintiera, si no porque lo delataba.

—Gracias —rio Kook en una dulce carcajada que pronto se desvaneció—. SeokJin...

—¿Si?

—¿Cuánto tiempo te queda?

—Le dije a YeRim que salía en la tarde. ¿Y a ti? JiEun y tú trabajan en el mismo lugar, dudo que puedas darle una excusa así.

—Le dije que iría a desayunar con HoSeok ya que se lo tenía prometido y que llegaría en la tarde porque debemos hablar de algo de importante.

—¿Uh? ¿Y qué cosa importante? —preguntó antes de que su mente lo aprobara. Podía ser muy entrometido de su parte y quizá también un poco celoso—. Si se me permite saber, claro.

JungKook dudó si decirle la verdad a Jin, y al final creyó que sería mucho mejor si este se lo tomara como sorpresa. Esta tarde iba a terminar con JiEun, una vez lo hiciera lo primero que haría sería llamar a SeokJin y contarle la buena noticia.

—Muy pronto lo sabrás —fue lo que respondió tomando el rostro de Jin con una mano para que este lo mirara a los ojos.

—Oh... —la boca de Jin se abultó en clara desconformidad, él quería saber qué cosa tenía que hablar JungKook con ella—. Está bien.

—¿Estás molesto?

—¿Qué? No. ¡Puff! ¿por qué lo estaría? —cuestionó tratando de ocultar el claro tono de molestia y celoso.

—¿Seguro?

—Sí.

JungKoo sin poder remeterse más, soltó una pequeña carcajada.

—¿De qué te ríes? —refunfuñó Jin.

—De nada, de nada...

SeokJin lo miró mal, JungKook le devolvió la mirada, pero con una burlona, Jin al observar el apuesto rostro de JungKook no pudo retener la sonrisa que su rostro formó y las palabras salieron de su boca por si solas:

—Mejor hagamos otra cosa —musitó bajito y pasando su mano por todo el abdomen duro de JungKook—. Deberíamos estar aprovechando el tiempo.

—Mhm y de qué forma —murmuró con un tono ronco delatando la excitación que sentía. Llevó lentamente sus manos a los muslos de Jin y los acarició con lujuria.

—No lo sé... mhmm... podría montar tu polla por ejemplo... —propuso juguetón, acomodándose encima de JungKook para apegar su culo en la erección semi dura del castaño—. ¿Quieres eso?

—Me encantaría.

Sus manos se fueron desplazando de los muslos de Jin hasta sus caderas, las acarició, pero pronto sus manos siguieron su recorrido hasta que ambas pararon en el par de botoncitos. Los pulgares de JungKook cubrieron los pezones del rubio, acariciándolos y jugando con ellos. Jin jadeó y se movió en la erección que cada vez crecía más debajo de él.

Una de las manos de JungKook bajó y tomó la polla larga y limpia de Jin para empezar a masturbarla en un delicioso bombeo. Jin gemía excitado, y es que después de haber tenido dos orgasmos se encontraba demasiado sensible y estaba decidido que sí o sí, iría por uno tercero. Por eso elevó su culo levemente y con una de sus manos agarró el gran pedazo de carne de JungKook para empezar a masturbarlo y alinearlo a su entrada, empezó a bajar y el glande empezó a entrar en él. Su interior estaba lo suficiente lubricado, aun así, tenía que ir con cuidado porque la polla de Kook seguía siendo grande. Una vez se acostumbró empezó a subir y a bajar levemente. Jin gemía y Kook gruñía.

Reflejos del pasado ㅡ KookJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora