𝟏𝟑 - 𝑪𝒐𝒏𝒗𝒆𝒓𝒔𝒂𝒕𝒊𝒐𝒏𝒔 𝒊𝒏 𝒕𝒉𝒆 𝒅𝒂𝒓𝒌

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𝕋ℝ𝔼ℂ𝔼

El mundo está durmiendo y estoy despierto contigo . Vemos películas que ambos ya hemos visto y ni siquiera estoy mirando la pantalla, es la verdad, tengo mis ojos en ti.
Nunca intentaré cambiarte, siempre querré lo mismo de ti. Juro por todo lo que rezo que no romperé tu corazón.

Las horas se van con lentitud mientras escucho a uno de mis profesores dar la última clase antes del descanso. El golpeteo de mis dedos contra la madera de la mesa es lo único que me mantiene por momentos aun en la realidad de donde estoy. La verdad no estoy prestando mucha atención a las explicaciones del profesor, lo cual me hace sentirme más culpable y suma un problema más a la larga lista que ya tengo, ya que esta es una de las materias más difíciles que tengo este semestre y mi mente está en otro lugar , y momentos, menos en lo que debe.

Han pasado casi unas tres semanas desde que admití ante Seth que quería una segunda oportunidad con él. Hemos tenido días maravillosos debo de confesar, a penas logramos estar separados el uno del otro, mantener nuestras manos lejos del cuerpo ajeno parece algo complicado, aun así Seth saca fuerzas para detenernos a los dos cuando mis hormonas me piden desvestirme y lanzarme sobre él. Quiere que vayamos lentos y seguros, que no sea como la primera vez que fue todo demasiado loco.

Teníamos tardes demasiado tranquilas donde solo nos tirábamos en el sofá a ver películas o alguna serie ya repetida, porque lo importante era estar juntos, eso es lo que decía él. En ocasiones simplemente yo apoyaba mi cabeza en sus piernas mientras él trabajaba y me prestaba la atención que podía en ese momento, tal vez también intentaba sonsacarle algo más que algunas caricias, pero él estaba más decidido que nunca a esperar.

Las pocas veces que estaba sola era cuando me detenía a pensar en mi futuro y el del feto. No le quería, eso estaba claro, pero cuanto más lo pensaba más dudas comenzaban a surgirme. No sabía si era lo correcto, porque al fin y al cabo si el infierno existía yo tendría un lugar ahí por haberme deshecho de él, y por otras muchas cosas, o eso era lo que decía la madre Evangeline y a mí se me había grabado en la cabeza de por vida. Por otro lado, si continuaba con el embarazo iba a ser un estorbo en mi futuro sobre todo por la universidad. Tampoco tenía claro que clase de madre sería y si iba a amargarle la vida, tal vez haría de él o ella una personita infeliz, porque nunca tendría el afecto y cuidados que necesita. En algún momento de estas semanas, pensé en la adopción, sería una buena idea y tal vez le garantizaría un buen futuro, podría tener buenos padres que le quisieran más que a nadie en el mundo o tal vez acabaría en una familia desestructurada que le hicieran daño, la sola idea de que fuese así me daban ganas de vomitar.

Me excuso con rapidez ante el profesor antes de recoger mis cosas y salir corriendo de clase. Me llevo la mano a la boca tratando de contener el vómito y poder llegar al baño, pero al parecer no tengo tanta suerte cuando me veo obligada a echar el desayuno en la papelera más cercana.

-¿Alice?-La voz de Anne me hace incorporarme de inmediato. Con la mano izquierda me limpio la boca por si acaso estoy manchada de vómito. Gracias, mocoso. Sonrío como puedo, apoyándome en la pared, porque de repente todo me da vueltas y aun siento la bilis en la garganta-¿Estás bien?-Pregunta a la vez que se acerca a mí. Está guapísima como siempre, con el cabello rojizo recogido en una coleta alta, mientras que yo debo parecer la niña del exorcista-. Estás pálida. Vamos a tomar un café, ¿de acuerdo?-Me echa un rápido vistazo antes de rectificarse-. Mejor un té para ti.

Recojo mi mochila, que dejé caer en algún segundo mientras vaciaba mi estómago, y empiezo a caminar junto a Anne, primero a los baños para que pueda enjuagarme un poco la boca, y hacia la cafetería después de que la pelirroja me dé un caramelo de menta para quitarme el mal sabor. Aun me quedan un par de clases, pero agradezco que tengo unos treinta minutos libres en los cuales puedo charlar un rato con Anne para despejarme la cabeza, ¿Cuánto se supone que van a durar las nauseas matutinas? Más bien, ¿Cuánto se supone que van a durar las nauseas? porque las tenía a casi todas horas. Estando con Seth la mayor parte del tiempo era muy difícil para mí intentar ocultárselas y más porque él estaba empezando a pensar que mis problemas con la comida habían vuelto, por eso agradecía las horas y algunos días que pasaba sola.

𝓞𝓫𝓼𝓮𝓼𝓼𝓲𝓿𝓮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora