𝟏𝟕 - 𝑯𝒐𝒎𝒆

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IG: 13DepuisLeDebut13

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He estado esperando tanto tiempo para dejarme llevar y sentirme vivo. Yo estaba tambaleándome, buscando a oscuras con un corazón vacío. Pero tú dices que sientes lo mismo, ¿Podríamos ser suficiente? Nena, podríamos ser suficiente. Y está bien, llamar a alguien a quien abrazar esta noche. Cuando estés perdida, yo encontraré el camino, yo seré tu luz, nunca sentirás que estás sola.

Haré que esto parezca un hogar.

Semana 20

Han pasado dos semanas desde que Seth y yo hicimos las paces y debo decir que estamos mejor que nunca. Como él había dicho, al día siguiente fuimos al centro comercial para buscar nueva ropa que me guste, sea cómoda y pueda comenzar a usar, ya que no iba a pasarme los cuatro meses que me quedaban únicamente en pijama o con el chándal, aunque es lo más cómodo y lo que prefiero.

Dimos demasiadas vueltas por todo el lugar, haciendo varias paradas para comer hamburguesas y patatas fritas, una porción de pizza después de un par de horas, un helado; porque el frío es solo mental y un frappuccino con muchísimo caramelo.

―En definitiva ese vestido es mi favorito. Te hace muy buen culoMurmura en mi oído, abrazándome por la espalda, con sus grandes manos en mi barriga. Acto seguido frunce el ceño. Aunque creo que eso no me gusta tanto.

Me río bajito, llevándome las manos a la cara, porque avergonzarme es lo que más disfruta, pero a la vez con su cercanía, su aliento en mi cuello, ahora, y sus manos sobre mi vientre, están haciendo que me ponga demasiado cachonda en mitad de los probadores.

Estuve muy tentada a proponerle tener sexo en ese mismo momento, por alguna extraña razón el hacerlo en un lugar público hizo que mi ropa interior se humedeciera de forma involuntaria y los pezones se me pusieran duros. Sin duda lo notó, porque no tardó mucho en llevar sus grandes manos hasta mis pechos y apretar con suavidad ambos pezones, provocando que me restriegue contra él y gima bajito.

Ese día nada más volver a casa acabamos en la cama, sin embargo, Seth fue tan delicado que en cierto momento llegué a sentirme realmente frustrada. Lo confieso, quería que fuera rudo como siempre lo es, pero él estaba tan preocupado de lastimarme a mí o a Kiwi, y sobre todo por si sus embestidas provocaban nuevos dolores o sangrados.

―Als, créeme que quiero follarte jodidamente duro, porque amo hacerlo. Disfruto con tus gemidos y como arañas en ocasiones mi espaldaMurmuró cuando al día siguiente, armándome de valor y quitándome la vergüenza de encima, se lo dije. Apoyó sus codos en la encimera, quedando así frente a mí para poder mirarme fijamente a los ojos. Pero no me perdonaría haceros daño. Además, si voy demasiado profundo tal vez le golpee la cabeza con la polla y eso puede dejarle algún trauma.

―AmorComencé a decir con suavidad, porque herir su ego masculino no estaba en mis planes matutinos. Me acerqué a él y agarré su cara para besarle en los labios con suavidad. No quiero ofender a tu amiguito, pero dudo mucho que puedas golpear a kiwi en la cabeza.

Después de eso entramos en un gran debate de si podría suceder o no, incluso tuvimos que buscarlo en Google para salir de dudas, dándome a mí toda la razón. Seth estuvo más aliviado, por lo que en el resto de nuestros encuentros sexuales que le siguieron, fueron mucho más placenteros, aún así su miedo de poder ser muy brusco y lastimarnos a cualquiera de los dos hacía que mi novio no fuese tan efusivo como normalmente lo es. Pero eso no quita que yo estuviera demasiado satisfecha con lo que hacíamos.

𝓞𝓫𝓼𝓮𝓼𝓼𝓲𝓿𝓮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora