𝟔 - 𝑵𝒆𝒗𝒆𝒓 𝒃𝒆 𝒕𝒉𝒆 𝒔𝒂𝒎𝒆

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𝕊𝔼𝕀𝕊

Todas las líneas se difuminan,
me intoxicas.
Como la nicotina, heroína, morfina.
De repente, estoy ansiosa y tú eres lo único que necesito.
Lo único que necesito,
sí, tú eres todo lo que necesito.

Abro los ojos poco a poco, dándome cuenta que ya es de noche. Mi cabello húmedo ha empapado la almohada y mi espalda. Unos pequeños brazos están envueltos al rededor de mi cintura, por lo que intento no moverme para no despertar a Lexy.

Hoy Lisa y Derek tenían un compromiso muy importante y llegarían un poco tarde, por lo que me ofrecí a hacer de niñera de mi hermana pequeña, cuando se me pasó del todo el efecto del alcohol y pude llamar para avisarles. Pasamos toda la tarde en la piscina y cuando el sol se ocultó por completo hicimos nuestras galletas de chocolate favoritas con la receta de la abuela.

Lexy es una niña maravillosa. Mientras estuvimos en la piscina ella no paró de contarme sus anécdotas más fascinantes de niña de 8 años. Me contó de lo bien que progresa su amistad con Michael, el sobrino de Seth, y que en este tiempo le ha visto muchas veces. A ambos. También me enseñó todo lo que había aprendido en sus clases de natación a lo largo de estos años y como iba progresando con el alemán. Estaba conociendo mucho a Lexy y por un momento en esa tarde me odié y odié a Lisa un poco más, porque me habían privado de conocer a mi hermana pequeña y yo misma había echado a perder esa oportunidad en estos años.

En algún momento de la tarde Sandy se pasó por aquí y después de unos cuantos margaritas empezó a llorar por lo mucho que nos quería. Recordó y contó como fue el parto de cada una de nosotros, incluyendo a Dylan y Tyler, y nuestras primeras palabras y hasta de cuando dimos los primeros pasos. Un par de horas más tarde no nos quedó más remedio que llevarla a su casa, donde con un enorme ramo de rosas rojas la esperaba su marido. Fiorenzo es 15 años mayor que mi tía y es, probablemente, la definición de la elegancia, es como un modelo bastante mayor de Armani. Como siempre, va impecable con uno de sus trajes de la misma marca, a veces me preguntaba si usaba algo distinto. Se le iluminan los ojos, tan azules como el océano, cuando ve a Sandy y sin pensárselo un segundo más se aproxima a ella y le besa el dorso de la mano con suavidad acompañándolo de un guiño. Sandy sonríe y a pesar de que han pasado casi 30 años desde que se conocen y casaron, a ella aún se le encienden las mejillas con ese gesto de él.

Me suena el móvil sobre la mesilla de noche, trayéndome de vuelta de mis recuerdos, e inmediatamente recuerdo que ha sido eso lo que me ha despertado. Alargo el brazo para coger el móvil, el número de Seth aparece en la pantalla, por lo que contesto sin pensar, sobre todo por la hora que es.

-¿Hola?-Contesto titubeante, en voz muy baja, volviendo a cerrar los ojos mientras espero pacientemente a que hable, más la respuesta no llega hasta pasados varios segundos.

-Hola, Alice. Soy Kimberly-Dice la chica al otro lado de la línea. Una ola de celos me recorre el cuerpo y me invade por completo, quemando cada parte de mi ser. Recuero vagamente un momento como este cuando estaba con Seth. Trago con fuerza y respiro hondo un par de veces-. Necesito que vengas ahora mismo al bar de Tom. Seth está muy borracho y drogado y va a meterse en un lío con gente peligrosa. Tienes que venir a por él, solo se va a ir contigo-Ella habla con rapidez y sus palabras se atropellan. Me cuesta un poco procesar lo que dice, sin embargo la parte de Seth en problemas es lo que me hace ponerme de pie y pedirle de inmediato la dirección del bar.

𝓞𝓫𝓼𝓮𝓼𝓼𝓲𝓿𝓮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora