𝟐𝟕 - 𝑩𝒖𝒕𝒕𝒆𝒓𝒇𝒍𝒊𝒆𝒔

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Ig: @13depuisledebut13

𝕍𝔼𝕀ℕ𝕋𝕀𝕊𝕀𝔼𝕋𝔼

Iba dando tumbos,
no me dirigía a ninguna parte atrapada en una red, me estaba acostumbrando a no moverme de allí y de repente,
me enamoré de ti.
Ahora me elevas en lugar de retenerme.
Me robas el corazón, en lugar de robarme la corona.
Desenredaste todas las cuerdas que sujetaban mis alas que estaban atadas.
No le conocía y no me conocía a mí misma.
El séptimo cielo siempre había sido inalcanzable ahora recuerdo lo que era volar.
Me haces sentir mariposas en la barriga.
Tus besos llenos de colores hacen que me pregunte dónde habías estado hasta ahora.
Estaba escondida en mis dudas
hasta que tú me sacaste de mi crisálida,
y salí renovada, todo gracias a ti.

Los días que siguieron fueron exactamente iguales. Me levantaba más temprano para poder sacarme leche y dejarla guardada para mi bebé. Después tomaba una taza de té con leche de almendras antes de correr al coche, donde Seth ya estaba esperándome con Toffee y Kiwi, y después de dejarme en la universidad, él se iba a pasear. Sí, aún sentía envidia de sus planes matutinos mientras que yo me tenía que sentar hora tras hora escuchando tonterías de mis profesores.

Luego entre clase y clase, solía tomarme un café con leche. Jaxon, mientras tanto, arrasaba con toda la cafetería, sentía cierta envidia de verle comer sin ni una pizca de preocupación, por mi parte, yo estaba a dieta. Necesitaba deshacerme de los kilos que había ganado durante el embarazo. Aún no entraba en mis pantalones y las camisetas también me quedaban justas, tanto en la parte de la barriga, como en los pechos.

Veía en algunos momentos a mis amigos, los cuales solo querían hablar de mi bebé y ver fotos, únicamente habían comenzado a seguir a Seth en sus redes sociales para ver a kiwi.

Yo también estaba un poco obsesionada con él.

-No puedo creer que ya solo quede una semana de clases-Mia casi gime al acabar de hablar. Tiene en la mesa una parte de su maqueta, en la cual sigue trabajando sin descanso. Es una especie de casa con sus habitaciones, cocina y demás cosas-. Y por fin acabaremos con esta mierda.

Asiento sin decir mucho más. Pellizco un trocito del sándwich sin tocar de Mia y me lo llevo a la boca.

-No me lo voy a comer, no tengo tiempo, así que hazlo tú-Ella me dice tras una sutil y rápida mirada. Tiene puestas sus gafas de ver y el cabello atado en un moño rápido, pareciendo de todo menos la Mia de siempre.

Le hago una foto sin que se dé cuenta para enseñársela más tarde, cuando acabemos las clases y vuelva a ser mi amiga de siempre.

-Ya he desayunado en casa, solo quería probarlo. Estoy llena.

Por un momento vuelvo a tener catorce años y soy una niñata insegura. Ella me mira otra vez, dejando de lado lo que está haciendo. Tiene esa mirada de puro entendimiento mientras que aprieta los labios.

-¿Y qué has desayunado?-Está preguntando, pero su ceja elevada y los brazos cruzados sobre el pecho, a parte de su obvio tono, me hacen saber que no me cree.

-¿En serio me estás interrogando, Mia?-Jadeo mirándola con incredulidad, también me cruzo de brazos y la miro por encima de las gafas de sol. De alguna forma debo tapar las ojeras mientras no estoy en clase.

𝓞𝓫𝓼𝓮𝓼𝓼𝓲𝓿𝓮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora