𝓞𝓫𝓼𝓮𝓼𝓼𝓲𝓿𝓮

𝟗 - 𝑳𝒂𝒚 𝒎𝒆 𝒅𝒐𝒘𝒏

ℕ𝕌𝔼𝕍𝔼

Sí, lo hago, creo que un día
estaré en el lugar en el que estuve.
Justo ahí, justo a tu lado,
y es duro, los días parecen tan oscuros,
la luna y las estrellas, son nada sin ti.

¿En serio? ¿Esto estaba pasando de verdad? Suspiro pesadamente y me hago a un lado para permitirle el acceso a la casa. Me dedica una pequeña sonrisa mientras camina hacia el interior, girándose hacia mí una vez me he quedado fuera de su vista, sin embargo ya no está sonriendo y está un poco serio. Simplemente serio y no enfadado.

Cierro con delicadeza la puerta y me apoyo contra ésta, porque de repente me siento acorralada y empieza a faltarme el aire por su proximidad. Huele tan bien como siempre, por lo que sin poder evitarlo cierro los ojos y me dedico a aspirar, lo más disimulada que puedo, lo que me llega de su olor. No parece notarlo, pero si lo hace no me avergüenza haciendo algún comentario tonto como habría hecho en el pasado.

Ninguno hemos dicho una sola palabra y por raro que suene él parece no poder hablar. Por primera vez me veo reflejada en él y no puedo creer cuan patética me he visto siempre ante su abrumadora presencia. Inhalo una última vez antes de separarme de mi soporte y pasar por su lado lo más indiferente que puedo.

Las voces , risitas y pasos no tardan mucho en hacerse presente, lo cual agradezco porque me salvan de tener que lidiar con todo lo que es Seth Walls.

-¡Tío Seth-Allyson es la primera en saludar a su tío y parece ser la más contenta de tenerlo aquí. Él la atrapa entre sus fuertes brazos y la entruja contra su pecho, la pequeña ríe y besa su mejilla en repetidas ocasiones. En otro momento de mi vida habría peleado, mentalmente, por ser la privilegiada de estar ahí, de oír el latido de su corazón y sentir la calidez de su pecho.

Espanto esos pensamiento de mi cabeza con una sacudida de la misma. Me doy media vuelta y regreso a la cocina donde había dejado mis cosas, tengo que salir de aquí ya.

Me detengo brevemente al ya no escuchar más las voces de los niños, para entonces darme la vuelva, colocándome el bolso en el hombro, y ver que todos están mirándome. Por un momento me siento tentada a intentar mirarme la parte trasera de los pantalones cortos para cerciorarme de no haberme manchado, a pesar de estar segura de que no tengo la regla.

-¿Pasa algo?-Pregunto casi en un susurro. Todos niegan de inmediato, así que me dispongo a caminar hacia la puerta, desviando la mirada hacia Lexy, quien sigue pegada a Seth, para que me siga-¡Vamos, Lex!

-Als, yo...-Dice lentamente y en voz baja, sin mirarme. Tiene la cabeza gacha, mirándose las deportivas- ¿Crees que podamos hablar un momento?

Lo pienso por un corto momento para después asentir una única vez con la cabeza. Él hace un gesto con la mano hacia la cocina, dándome a entender que hablaremos allí. Sin más preámbulos camino con determinación al lugar seleccionado, sentándome en uno de los taburetes de la isla. Seth no tarda mucho en seguirme, una vez ha visto a los niños correr al jardín otra vez.

Se sienta frente a mí, meditándolo un poco. Junta sus manos sobre la encimera y resopla, no parece estar listo para hablar y nuevamente me recuerda a mí, viéndome tan tonta y patética.

-¿Qué haces aquí?-Preguntó para ayudarlo un poco y también porque necesitaba saber si esto era casual o una encerrona por parte de los Walls.

-Soy la niñera-Contesta con simpleza, encogiéndose de hombros-¿No es obvio?

-¿Entonces por qué estás aquí y no cuidando de ellos?-Elevo una ceja y me cruzo de brazos.