NUEVE

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KyungSoo fue protegido en todo su celo por su mejor amigo BaekHyun, quien a pesar de los golpes de ChanYeol y su intimídate comportamiento, bastante alejado de lo que había pensado del razonable hombre que lo trajo al palacio, no permitió que su amigo fuera visto por nadie mas que el y su madre en aquellos largos cuatro días. Afortunadamente, la llegada del celo de KyungSoo no duro hasta la ceremonia de cumpleaños que le esperaba y le sirvió para olvidar por un tiempo lo visto en el salón de baile, cosa que solo conocía KyungSoo y los involucrados, pues su palabra era su honor. Jamas diría nada a nadie sobre eso, ni siquiera a su mejor amigo, quien durante todo el tiempo se mantuvo preguntado por los claveles que lentamente se secaban en su cuarto. 

—Eran un regalo para ti—le había dicho, y aun más conmovido, BaekHyun se dio por satisfecho con aquella respuesta. KyungSoo por su parte seguía atormentándose cuando los dolores por no ser debidamente tomado por un alfa, le embargaban. 

Llego el día, doce de enero, aquel día celebraría sus dieciochavo cumpleaños, estaba un poco triste debido a que no pudo invitar a JongIn a su cumpleaños, pues aquel día, los maestros del palacio podía ir o no ir, todo a su criterio, por lo que supuso que JongIn se quedaría en casa con su madre, y si venia era para ver a su posible prometida, que tonto fue al imaginar que alguien como el seria soltero. Pero se levanto con buenos ánimos, pues mas que acostumbrado estaba a ser un ignorante de los obvios casamientos de las personas que solían llegar a gustarle. KyungSoo estaba feliz de haberse dado cuenta antes de que su gusto pasara a mas, pero no podía engañarse, sabia que JongIn era el primero al que se había dispuesto a enamorar y sabia mejor que nadie que no podría olvidarle fácilmente.

—KyungSoo, baja, estamos esperando.—Llamo BaekHyun desde fuera de la habitación. 

—Ya salgo.—devolvió. Estaba seguro de que ese "estamos"se debía a ChanYeol, aquel que cada cumpleaños le esperaba en el salón principal con hermosos claveles blancos y rojos, formando un corazón con los colores y con una increíble sonrisa. KyungSoo se lamento mucho por él. Salió y se encontró con las personas indicadas, BaekHyun luciendo un hermoso traje blanco con detalles dorados y azules marino, y ChanYeol un traje que combinaba con el de KyungSoo, uno de color negro y detalles rojos y plateados, como el de el, blanco y con detalles rojos y negros. —Buenos días, joven Park, BaekHyun.—Ambos le saludaron alegremente. KyungSoo noto que ChanYeol no traía el ramo de siempre, por lo que curioso lo miro. ChanYeol noto la mirada y sonriéndole le hablo.

—El joven BaekHyun me convenció de darle algo más especial que un simple ramo de claveles, por lo que deseo que venga usted conmigo.—le extendió la mano sonrojado, mirando a BaekHyun quien desviaba la mirada de modo inocente, KyungSoo espero que no hubiera dicho nada más allá de lo que era decente y fue guiado por el joven Park al jardín. 

Fuera, en l jardín, se podía ver una enorme plantación de aquella flores rosadas que KyungSoo tanto amaba, no era muy grande, pero la vista de estas lo hacia extasiarse. El joven Park lo miro esperando una positiva de su prometido de manera emocionada. BaekHyun miraba del mismo modo a su mejor amigo, quien seguía atónito por la vista, aquella plantación también formaba un corazón como acostumbraba, pero esta vez eran varios, formados por claveles rojos en grupos de tres. KyungSoo miro los responsables con lagrimas en los ojos. 

ChanYeol le abrazo con esperanzas fingidas de una gratitud, pero KyungSoo lloraba por el remordimiento, estuvo a punto de romper aquella estrecha relación que apreciaba, no le gustaría jamas alejar a ChanYeol, sin embargo, solo BaekHyun noto aquello, y sintiendo que sobraba, fue con la reina Do a terminar los preparativos finales para el desayuno, cuando vio a JongIn. 

—Eh, joven JongIn, venga conmigo unos momentos.—Lo llamo apretándolo del gran comedor, cuando estuvieron lejos de aquel, BaekHyun pensó en que decir para sacarlo de la casa, no debía estar ahí por nada que no fuera KyungSoo, y aquello arruinaría la pequeña conexión que había creado entre los jóvenes Do y Park. JongIn, confundido de su acción, cuestiono la misma. 

—¿Por qué me ha traído aquí?—cuestiono este intranquilo, pues tenia miedo de que su honor fuera tachado por la acción de una joven criada que no quería para nada. BaekHyun lo calmo cuando le dijo que no esperaba su presencia aquel día, pues lo tenían libre.—El joven Do, a pesar de no invitarme expresamente, es de mi agrado, y e venido a darle humildes felicitaciones, creo que es mi deber agradecerle por lo mucho que ha hecho por mi.—dijo, el castaño cohibido del buen lenguaje que le era dirigido, no pudo hacer mas para correrlo, pero le dijo que esperase en aquel lugar, que el iría por KyungSoo, JongIn asintió, pero aquel jamas regreso, al menos no en las tres horas que el pacientemente espero. 

Cansado de aquello, fue a buscarlo por él mismo.  Afortunadamente lo encontró rápido, pues KyungSoo estaba lagrimeando en las escaleras cercanas al salón de baile. Este le miro con interés y asombro, JongIn se acerco rápidamente con un pañuelo. KyungSoo noto el traje rojo que portaba, a pesar de ser solo un rojo acompañado de una camisa blanca, se lucia tan bien en el, noto por primera vez su figura ceñida. 

KyungSoo se sonrojo aun mas cuando se dio cuenta del seco clavel que llevaba en el pecho. 

« YOURSELF » OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora