VEINTISÉIS

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A la mañana siguiente, KyungSoo se levanto mirando su anillo con una enorme sonrisa, se sentía vivo y feliz como nunca antes; jamás pensó que el amor fuera así de bonito. Abrió las cortinas que poco cubrían de la luz solar, y mirando a dónde JongIn debía descansar, se sorprendió al ver aquel lugar vacío. Bajo inmediatamente temiendo que Jung, él pelirrojo hubiera atacado de nuevo. Cuando paso al salón donde reposaban ChanYeol y BaekHyun, JongIn los miraba a ambos. 

—¿Paso algo? ¿Están bien?— cuestionó preocupado el azabache, JongIn le miro con una sonrisa que KyungSoo sintió llena de muchas emociones. JongIn estaba triste y feliz, mezclando las emociones bastantes, incluso luciendo intranquilo. Su lobo había despertado tras las provocaciones de KyungSoo, aquello le confundía, pues quien debía animarlo debía ser el joven castaño que ahora dormía abrazado del alto. 

—Parece que el amo se contagia.—dijo finalmente, haciendo su mayor esfuerzo por no romper su voz neutral. KyungSoo miro dentro curioso. El príncipe Park y su mejor amigo estaba abrazados cálidamente, viéndose muy cómodos. El azabache sonrió por lo tierno de la escena, feliz de que al alto le haya importado muy poco su rechazo al final de cuentas, y de que su amigo estuviera ahí para ser feliz también. 

—Esto es muy bueno JongIn...

El nombrado no pudo decir nada, no quería hacerlo, había perdido lo único por lo que había luchado y ahora esta frustrado, en ese momento regreso SeHun, quien pidió al castaño salir con el un momento. JongIn asintió despidiéndose de KyungSoo y dando una ultima mirada a los hombres que se abrazaban. 

—¿A acontecido algo respecto al pelirrojo?—cuestionó JongIn una vez fuera del castillo. SeHun asintió. 

—Mi omega me acaba de confesar todo.—solto. JongIn le miro confundido.—BaekHyun pertenece al reino de los Byun solo de manera legal, mas no familiar. Él fue tomado por los Byun para defender a los demás como el linaje puro de los Min, sin embargo, esto esta siendo inútil.—continuó diciendo, cambiando su expresión a una preocupada.—LuHan acaba de confirmar con linajes que los Min son los últimos de los poseedores de los lobos, por lo que no solo hay una rama, los Byun son los puros, los de realeza, pero después de ellos, hay tres reinos con posibles herencias antiguas.—SeHun le dio un papel a JongIn, quien lo tomo, sintiendo como el peso de ser alguien parte de los reyes caía sobre el. El simple hecho de ser de confianza para Oh ya le daba esa sensación pero aún se sentía cohibido. Miro lo escrito en este papel. 

—Kim, Wu y Do...—pronuncio en voz alta. SeHun asintió.

—Mi omega es uno de ellos...—iba a continuar pero JongIn lo interrumpió. 

—¿Y el rey Zhang? Yo también poseo un lobo...—aquello hizo a SeHun abrir los ojos.—Y yo soy Bae... debe haber un error, además, si Do fuera sospechoso, mi lobo abría conectado con el a menos que...—SeHun lo miraba completamente enmudecido, aquello había sido una confesión demasiado pesada para el menor, quien dudaba bastante que JongIn tuviera un lobo. Suspiro cansado. 

—Esas familias están en peligro... Alguien muy poderoso, como los Jung, están matando a todos aquellos que aun quieran mantener la postura del omega como la mejor, ellos quieren recuperar el poder que los alfas perdieron.—JongIn lo miro, algo dentro de el se movió con rabia, sin embargo, aun estaba perdido, si KyungSoo de verdad tenia un lobo dentro, debería haber conectado con el, ahora estaba seguro de que el príncipe Do y el no debían estar juntos, no se podía. Miro al papel y de nuevo a SeHun. La idea de que los alfas volvieran a mandar el mundo no le importaba nada, de hecho era su menor preocupación, ahora solo quería deshacerse de KyungSoo y buscar al omega digno de su lobo. SeHun le miro preocupado. —¿Pasa algo? ¿JongIn?

—Yo... debemos protegerlos... pero...

—Deberán mantenerse aquí hasta que matemos a Jung. No habrá celebraciones ni nada de ese estilo JongIn, no podar consumarte con KyungSoo hasta estar a salvo.—Afirmo con voz de mando. JongIn quizo darle las gracias, pero solo opto por mirarlo. Estaba tan satisfecho escuchando que no lo dejarían casarse, ahora solo debía alejar ese maldito anillo del dedo de KyungSoo y desaparecer, irse y no volver jamas. Miro a SeHun con un brillo intenso en sus ojos. 

—Quiero darle las gracias a su reino por resguardarnos en esta situación...—SeHun lo cayo, asintiendo con una sonrisa. 

—Esta bien, no hace falta. Ahora...—aquella voz seria dio entender a JongIn que no todo estaba arreglado en su vida, empezaba una verdadera desgracia.—Este punto nos ha llevado a declararles la guerra a los Jung; cada reino posee sus aliados, y la decisión final a sido que los Do están en nuestra contra, sin embargo, Los Kim aun no se han proclamado.—Aquello alerto a JongIn, quien sabia que dado su rango de maestro, pertenecía al campo de batalla. Ahora sabía que no todo era gratis.—Nuestro deber es convencerlos, eso decidirá todo. Tenemos bastantes aliados poderosos, y somos los reinos extranjeros han decidido no participar, nos vemos en la necesidad de involucrar a Los Kim, así que te necesitamos JongIn.—menciono Sehun finalizando su dialogo. JongIn estaba en blanco. 

—¡SeHun!—gritó Luhan corriendo desesperado hasta ellos.—¡Se están llevando a KyungSoo!—grito con lagrimas en los ojos, ambos alfas se miraron y corrieron al palacio. Cuando JongIn entro, miro a ChanYeol rodeado de sangre mientras BaekHyun parecía muerto bajo él. El joven Bae se espanto, sintiendo esa sensación de impulso de nuevo dentro de él, SeHun noto como el castaño se tornaba furioso, pues su cuerpo comenzaba a vibrar, detuvo a LuHan cuando quizo acercarse. JongIn dirigió su vista al causante de todo que mantenía a KyungSoo aprisionado con lazos en una silla. 

SeHun cubrió a LuHan, siendo KyungSoo el único que presencio como JongIn cedía a su bestia. 

« YOURSELF » OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora