DIEZ

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—¿Se encuentra bien? ¿Le ha pasado algo? ¿Quiere que consiga ayuda?—cuestiono al llegar a el. KyungSoo negó amablemente.

—Estoy muy bien, muchas gracias.—aseguro, aquello calmo al hombre de cabellos castaños, pero recordó el inconveniente con el joven Byun, por lo que muy a su pesar, decidió sacar el tema.

—Lamento ser un impertinente, pero hace un buen rato he llegado y esperado por usted, pero hasta ahora he podido encontrarle.—afirmó de manera sonriente, sin mencionar el motivo de su tardanza pues lo consideraba poco educado, KyungSoo, mirándolo de manera curiosa, lo hizo continuar.—Se que no soy nadie para darle un precioso regalo como el que vi instalar al joven príncipe Park, ni como los que le darán al pasar del día sus mas cercanos amigos e incluso conocidos, pero quiero desearle el mas feliz de sus cumpleaños, y a pesar de que esto,—coloco su mano donde su corazón—sea insignificante ante su grandeza, espero le pueda hacer saber que usted es muy importante para mi y de corazón deseo que hoy sea un día especial para usted.—termino de decir con una sonrisa, pero antes de alejar la mano de su pecho, tomo el clavel casi a punto de morir y se lo extendió al principie KyungSoo, quien totalmente sonrojado y sin poder decir ninguna palabra, lo tomo, sintiendo que las esperanzas de un cambio llegaban a el y que todo pesar se iba.

—Maestro JongIn... yo.—el castaño le hizo callar con una sonrisa. 

—Se que piensa que no le debo ninguna explicación, pero no puedo estar tranquilo hasta que se lo diga. Aquel beso en el salón de baile...—KyungSoo sintió una presión en su pecho de pronto.—Aquel beso no fue deseado ni esperado por mí, al contrario, jamas quise que llegara. Pero la decepción aveces hace descuidar la parte lógica de las personas, y aquella joven criada me beso de despecho tras haberle rechazado, pues mi corazón le pertenece a otra persona.—menciono, levantando la vista a el joven Do, quien se cohibió al sentir que le miraba de esa forma, como si el fuera esa persona.—Mi honor dependía de esto, mas allá de como me vieran, lo sentía en mi. 

—No necesitaba explicarse.—dijo KyungSoo felizmente, levantándose con una gran sonrisa y un increíble entusiasmo. JongIn lo recibió con la misma felicidad y se abrazaron. Aquello hizo que KyungSoo sintiera la felicidad en sus venas y la fuerza de JongIn aumentará, aquello lo apeno tanto que se sonrojo y tras el final del abrazo, KyungSoo lo miro con mucho cariño. 

—Lo siento si lo puse incomodo, lo lamento y...—KyungSoo lo cayo con un beso. JongIn lo recibió sorprendido, sin embargo, se dejo llevar por este, colocando las manos en su cintura y apretándolas levemente. 

—Espero que este beso no fuera despreciado por usted.—JongIn sonrió por lo lindo de su invasor, pero nego.

—Al contrario, ¿sería muy avaricioso de mi parte pedir más de esos?—pregunto dulcemente. 

—Antes tengo que verme en la necesidad de invitarlo a mi ceremonia y a otra mas si me lo permite.—dijo de manera coqueta. JongIn lo miro confuso, pero asintió dando a entender que le pedía explicaciones. —Pasemos al jardín a donde mi madre, la reina Do espera y más tarde se lo aclarare. 

JongIn se sintió tímido de imaginar estar rodeado de tanta gente tan importante como la que los Do acostumbraban tratar, mas tener de su lado a KyungSoo le hizo tomar seguridad y hablar con todos aquellos con mas confianza, no la necesaria para cambiar sus actitudes, pero si la suficiente para tener a todos contentos con su presencia. Menos al que más deseaba tratar. El joven príncipe Park, quien desafiando cada que podía, peleaba con palabras en la mesa, siempre intentando humillarle y rebajarle de un modo u otro, afortunadamente respondía de manera correcta a esas provocativas o las desviaba y terminaba en una amena charla para todos los demás. 

—Creí que te desarias de el.—regaño Park a Byun, quien estaba muy apenado por no haber cumplido su promesa. 

—Lo hice, no se como fue que KyungSoo se encontró con el, por cierto, eso de dejarlo solo fue tu culpa también.—regaño también, sin embargo, su tono de voz fue muy suave debido al miedo y respeto que el alto le infundia. ChanYeol bufo cansado. 

—Lo siento, solo mantenlo lejos de KyungSoo en lo que resta del día hasta que sea el baile, pero si ese imbecil logra bailar con el, juro que decapitare yo mismo a tus padres.—amenazo fuera de sí y se fue al jardín de nuevo. BaekHyun hablo con el durante los días en que su amigo estuvo en celo y logro hacer una alianza con el joven Park, en donde si lograba casarse con su amigo, sus padres vivirían ya que pagaría las deudas el mismo, pero de lo contrario, dejaría de intervenir. BaekHyun estaba tan carcomido por dentro, y se lamentaba no poder hacer nada mas que aplazar todo y apoyar a que su amigo se enamorara de ChanYeol, aunque sabia que era una tarea imposible teniendo a JongIn entre ellos. 

—BaekHyun,—llamo JongIn cuando este estuvo solo. El nombrado se sorprendió por tal descaro de llamarle sin honorarios como debía. Sin embargo no dijo nada y atendió. JongIn continuo.—Mi señor Huang a recibido mi carta, a si me ha sido informado esta mañana por él mismo en correspondencia. El dice que quiere verlo en la boda que se celebrara en el reino de Oh, nada me hace más feliz que ser yo quien se lo comunique.—expreso completamente enamorado de sus palabras. BaekHyun lo miro con asombro, aquello le descoloco un poco pero al recomponerse pregunto sobre si no sabia que el joven Park también estaba interviniendo por el, pero que dolor se llevo cuando respondió que no.—Huang me ha dicho que nadie mas que los Do y yo mismo hemos intervenido de manera directa y desconoce por completo si alguien mas lo ha intentado. 

« YOURSELF » OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora