KyungSoo subió a la habitación acompañado de JongIn a petición de SeHun, quien necesitaba que ambos descansaran, prometiendo cuidar de los heridos. KyungSoo se sentó en la gran cama, seguido de JongIn, quien tras cerrar la puerta, se arrojo contra el mullido colchón, moviendo a KyungSoo cuando cayo. —JongIn... —llamo el azabache con tierna voz. El castaño se rodó recargando su cabeza en las piernas de KyungSoo, quien se sonrojo ante la mirada del ajeno.
—Dime...
—Hace rato... fuiste demasiado valiente... tardaste demasiado y pensé que habías huido, lamento haber sido un tonto y no hacer caso, yo solo...—JongIn tapo la boca de KyungSoo con su mano, levantándose hasta quedar frente a frente. Ambos miraban los ojos de alejo con la boca levemente abierta.
—No fue culpa de nadie KyungSoo, mucho menos tuya, solo querías ayudar.—afirmo, tomando la cara ajena con suavidad, su mano paro en la oreja del azabache, quien estaba sonrojado ante las caricias del castaño, quien poco a poco se iba acercando así rostro, hasta que la distancia se volvió nula y los labios se montaron sobre ellos, moviéndoselo al compas del amor que KyungSoo profesaba. JongIn sentía su lobo rascar en su interior de manera ansiosa, lo que hacia que sus sentidos pidieran mas, y los besos fueran cada vez mas largos, únicamente separándose en momentos para ver la expresión de KyungSoo, quien mantenía los ojos cerrados ante las caricias y besos de JongIn, quien sonrió al verlo tan tímido.
—JongIn...—volvió a llamar, el castaño se separo colocando sus frentes unidas, mientras su mano derecha acariciaba el rostro de KyungSoo y con la izquierda tomaba su mano.
—Escucho.
—Yo... yo de verdad te quiero.—JongIn se separo, mirando con asombro a KyungSoo, quien estaba sonrojado ante las palabras dichas.
—KyungSoo...—quizo callarlo JongIn por la sensación de culpabilidad, pero el azabache negó.
—Déjame terminar. Te quiero, es verdad, sé que es demasiado tarde para decirlo pues estamos comprometidos ya, pero jamas lo había dicho, es la primera vez que digo esto, realmente me haces sentir tan bien a pesar de que quizá sea un muy corto tiempo. Te quiero demasiado Bae JongIn.—se sincero. El castaño se acomodo en la cama, tomando ambas manos de KyungSoo, quien le miraba atento, esperando una acción por parte de JongIn, pero este solo le miraba mientras gritaba sus manos con las de él. —Puede que te cueste trabajo decir algo... pero yo quería decirlo, quería confirmarlo contigo. Te quiero JongIn.
El corazón de KyungSoo latía feliz, se había sacado aquellos sentimientos de el y se sentía liberado, feliz y ansioso. JongIn aun se veía incapaz de decir nada, por lo que KyungSoo tampoco dijo nada más, solo disfruto de la presencia ajena, cayendo en el pecho, JongIn lo abrazo acariciando su cabeza con cariño.
—KyungSoo...—el nombrado hizo un sonido asegurándole al castaño que escuchaba. —Soy incapaz de mentir sobre nada...—comenzó a decir nervioso de lo que podría decir. No quería lastimar a KyungSoo porque estaría defraudando a ChanYeol. —Pero yo... yo...—KyungSoo se levanto y lo miro a los ojos curioso.
—Esta bien, puedes decirlo. Cualquier cosa, confía en mi.—aquello hizo creer a JongIn que quizá ChanYeol había dicho algo de lo que sabia a KyungSoo, pero no creo conveniente afirmarlo.
—Yo... espero que podamos ser la pareja mas feliz. Deseo que nos amemos como nunca nadie... yo de verdad lo quiero.—y hablaba enserio, deseaba poder amar a KyungSoo como el mismo pensaba que hacia, deseaba hacerlo feliz mientras el también lo era, deseaba que el brillara gracias a el y viceversa, pero a pesar de no hablar en presente, KyungSoo lo tomo como imagino JongIn, como una confirmación.
KyungSoo se lanzo sobre él, besándolo con la misma pasión de antes, feliz de poder sentirse completado como siempre soñó. Mientras en su hogar sus padres llegaban y aseguraban las puertas.
—¡No puede ser que ese infeliz este vivo!—sentencio la señora Do. El rey Do, igual de molesto, asintió.
—Los Oh son un problema ahora también, y peor aun, nuestro pequeño siempre se involucra con ellos.—enojado menciono.
—Gracias al cielo se casara con JongIn.
—Preferiría que se casara con el hijo de los Park, pero tampoco esta mal.
—Ahora acabemos con los estorbos.
BaekHyun despertó en mitad de la madrugada, girando su cabeza a ver la cama al lado, donde descubrió la mirada de ChanYeol sobre él. —¿Estas bien?—pregunto de pronto con profunda voz. BaekHyun se giro.
—Si... ¿Estas mejor? Habías sangrado mucho...
—Estoy mejor...sonrío mientras aun miraba el perfil del chico a su lado. Iba a decir algo más cuando BaekHyun le interrumpió.
—Perdón por lo de esta noche, no solo te metí en problemas con tus padres si no también pudiste haber muerto por mi culpa.—se lamento, ChanYeol abrió sus ojos con sorpresa. —Escuche tu conversación con el próximo emperador Wu.—ChanYeol se turbo aun mas.
—No creo que...
—Déjame terminar.—hablo serio regresando la mirada a ChanYeol, este le dejo.—¿Cómo lo convenciste de hacer eso? Al final resulto todo bien pues se enamoraron pero...—ChanYeol se rio, aquello molesto a BaekHyun. —¿Qué es gracioso?
—BaekHyun—comenzó a decir ChanYeol.—Visito al emperador Zhang antes de tomar una decisión que involucre una boda.—afirmo con confianza.—El es un omega muy sabio, especialmente con esos temas de amor y parejas, el puede ver la union que podrían tener las personas como si fuera mago, pero realmente es su lobo quien lo siente.
—¿Esto es cierto?—cuestiono BaekHyun interesado. ChanYeol asintió.
—Y él siempre me dijo que jamas estaría con KyungSoo pero me negué a creerlo hasta hoy.—Aquello satisfago a BaekHyun, al menos aquel ya no sufriría de desamor. —Adivina con quién me dijo que sería muy feliz..—reto animadamente. BaekHyun tomo la apuesta.
—Con la omega de la entrada de esta mañana.—festejo para el, pero estuvo mal, sigue intentando hasta que harto de no saber quién era, le refuto, y pregunto quién era aquella persona con la que seria feliz. —Dimelo, me rindo.—acepto entre risas.
—Contigo.
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« YOURSELF » Omegaverse
FantasyKyungSoo Do nació bajo la estrella de la bondad y la luz, siendo la proeza más grande del reino, más tarde, la desgracia de los mismos. El amor puede ser un elixir de placer y alegrías, pero dependerá de quien te lo de, el efecto que surtirá en ti...