PAPER HEARTS

~29~

 Apagó el cigarrillo con la punta de su zapato contra el pavimento.

Recostado a su camioneta aun no estaba seguro de lo que iba a hacer, bebió otro trago de whisky que tenia en una petaca en su bolsillo, eso le daria algo de valor.  Desde que se habia quedado sin empleo se habia dedicado a hacer trabajos sucios para gente importante a cambio de dinero. Pero nunca algo asi, la paga era muy buena y ya tenia la mitad en efectivo segura en su casa. 

Miró nuevamente la foto del chico. Que habria hecho para que alguien deseara su muerte. Se veia como un chico normal, pequeño, de blanca sonrisa, piel pálida, cabello azabache y  pequeños ojos redondos. 

No debia pensarlo demasiado. 

Como todos sus trabajos, solo recibia el dinero y hacia su parte sin cuestionar.
Luego desapareceria.
Apuró el ultimo trago en su botella y se subio a la camioneta.
Divizó a lo lejos la pareja en cuestión , ambos se veian sonrientes disfrutando del hermoso dia de sol. La persona que lo contrató habia dicho que él se encargaria de que el blanco quedara expuesto sin involucrar al otro, para que no hubieran errores. Asi que recibió un mensaje de que ya estaban en el punto acordado, debía continuar.

Estaba bastante mareado por el alcohol , pero de otra forma no hubiese tendio el valor de hacerlo.

Subió al vehículo soltando un largo suspiro, lo encendió y con manos temblorosas se ajusto el cinturón de seguridad.
Dió la vuelta a la manzana a una velocidad considerable, regresó al punto acordado, tomó aire y sin pensarlo dos veces se abalanzó con su camioneta sobre el chico que se encontraba en el lugar indicado hablando por teléfono.

No tuvo tiempo de pensar, la adrenalina del momento, la velocidad y luego el golpe, el golpe del cuerpo contra el parabrisas, ese golpe que no lo dejaría dormir nunca más en su vida.
Cuando abatió al chico se dió de lleno contra una columna.
Intentó ir marcha atrás pero no pudo, el vehículo no encendía. Así que desabrocho el cinturón de seguridad con dificultad y salió tambaleante. Era consciente que se habia golpeado y que algunos de los vidrios lo habían cortado en el rostro y manos, pero no le importó.
Cayó de rodillas en el pavimento y dirigio su mirada hacia el cuerpo del chico tendido en el suelo.
Aún se movia, eso era bueno, él lo habia intentado, pero si el chico estaba vivo no era su culpa, recibiría el dinero y se iría con su familia muy muy lejos.
De inmediato, los gritos , conmoción , gente corriendo de un lado a otro. Intentó ponerse de pie y correr lejos de allí pero el alcohol que llevaba en sangre sumado a su obesidad le impidió ir muy lejos. Luego de caminar a paso veloz unos metros, una fuerza lo hizo caer, lo presionó contra el suelo y colocó sus manos detrás de su espalda. 

-... tienes derecho a guardar silencio, todo los que diga sera usado en su contra, tiene derecho a ....

Ya no prestó más atención, volvió su rostro hacia el lugar donde el cuerpo del chico yacía tendido. Sólo queria asegurarse de que no lo habia matado, que estaria bien.
De pronto, el chico de cabello negro llegó corriendo desde algún lugar, cayó de rodillas al lado del castaño, comenzó a acariciarle el cabello mientras no dejaba de gritar "¡ayuda! Alguien llame una ambulancia". Lloraba sin mirar a su alrededor, solo el rostro del muchacho tirado en la calle. Acercó su oído a la boca del otro como si quisiera escuchar algo que quisiera decirle.

Su corazón dió un vuelco y se dió cuenta que estaba perdido. Habia atropellado a la persona equivocada.

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