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"¿Dónde está mi ángel?
El final de un día agotador Alguien venga y sálveme, por favor
Está eclipsado por un suspiro
Supongo todos son felices
Puedes mirarme? Por que soy azul y gris
Las lágrimas reflejadas en el espejo significan mis colores escondidos en la sonrisa, azul y gris "

Blue & Grey - BTS

- Yoongi, por favor detente, pensemos - Tae intentaba retenerlo como podía pero con la fuerza que tenía era imposible.

- ¿Qué piense? ¿Quieres qué me ponga a pensar? - sus lágrimas salían a borbotones, tenía todo su rostro húmedo - ¡¡Ese hijo de puta hizo que mataran a Hobi!! - volvió a arremeter contra la puerta y Tae se interpuso.

- Está bien, tienes razón, tienes toda la razón del mundo. Sé que estás enojado, ¡pero no vas a ir a ningún lado en ese estado Yoon!

- Maldición Tae - golpeó la pared al costado de su cara lastimando sus nudillos. Por un segundo creyó que su objetivo era su rostro y quedó paralizado con la boca abierta.
Al darse cuenta de que lo había asustado se alejó rascándose la cabeza - Déjame salir... - dijo con un suspiro de cansancio.

- ¿A dónde piensas ir? - habló el menor apenas reaccionó.

- ¡Le voy a romper la cara a ese imbecil! - agitó la mano dañada moviendo los dedos abriendo y cerrando.

- No le romperlas nada a nadie, tú no eres así - alzó ambas manos delante de su cuerpo para que se calmara.

Yoongi giraba alrededor como si se tratara de una fiera salvaje encerrada, revolviéndose los cabellos.

- Ahora intenta respirar - Tae lo hizo un par de veces para que lo repitiera sin suerte - Me vestiré e iremos directo a la policía - lo observó para ver su siguiente reacción. El pelinegro se quedó estático en su lugar respirando agitadamente, lo que interpretó como un asentimiento a sus palabras. Pero apenas bajó la guardia y se dirigió al dormitorio para ponerse algo de ropa, Yoongi salió disparado por la puerta. Pudo sentir sus pasos descendiendo por las escaleras a toda velocidad.

- ¡Yoongi! ¡Yoons! - lo siguió con la ropa en la mano y se detuvo a mitad de la escalera dándose cuenta de que no podía ir muy lejos así.
Tan rápido como pudo se puso los pantalones, entró a la casa por un abrigo, el celular y las llaves de su casa y continuó el camino tras él. Pero, fue en vano, ya había desaparecido de su vista.

- No no no, por favor no hagas una locura.... - y en medio del torbellino en su cabeza lo primero que se le ocurrió fue llamar a Jungkook.

Así que con las manos temblando buscó el contacto y apretó el botón. Tardó un poco en responder y cuando lo hizo parecía somnoliento.

- ¡Kook! Necesito que me ayudes - no lo dejo ni responder cuando soltó sus palabras - Es Yoongi.

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Salió a la calle helada y se dió cuenta que no tenía suficiente abrigo, pero no era momento de regresar a por eso. Soltó el aire que formó un vaho de vapor frente a su rostro y lo primero que vió fue un taxi que dejaba su pasaje en el lugar. Se trepó al mismo y le pidió al incrédulo conductor que fuera lo más rápido posible a la dirección que le indicó.
El taxista lo miró con desconfianza. El chico a su lado estaba lastimado en su mano derecha, sus nudillos sangraban y parecía que se estaba hinchando. Además solo llevaba una remera de manga corta, un pantalón que le quedaba enorme y chanclas. Tenía aspecto de pordiosero aunque, por sus modales se podía ver que no lo era. Se movía con nerviosismo en su lugar, limpiándose el rostro repetidas veces. Era claro que estaba llorando aunque intentará ocultarlo mirando hacia afuera.

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