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"Te veo en las estrellas, brilla intensamente en nuestros corazones, miro el cielo nocturno y me pregunto si podrás sentir mi amor"

Winter Bear

Los tacones de la chica retumbaron por el pasillo de la pulcra compañía de Lee & Jung Asoc. Con una sonrisa radiante encaró a la chica que estaba en su escritorio al teléfono. Ésta le hizo un gesto de que aguardara un segundo mientras terminaba la llamada telefónica.
Ella estiró sus brazos sobre el escritorio como si de su casa se tratara. Volteó dándole la espalda a la recepcionista y se puso a mirar a su alrededor.
Alfombras, cuadros, plantas todo estaba en armonía con el color de las paredes. La recepción era muy amigable para quien ingresara al lugar.
"El maldito no fallaba en nada, jamás, era perfecto."

Por algo era el favorito de sus padres hasta que se enteraron de su homosexualidad. Ellos intentaron "convencerlo" de que no estaba bien, que eso le cerraría varias puertas, incluso, las del cielo.
Pero, el desgraciado se había mantenido firme.
Para ella fue lo mejor, porque, a pesar de ser una mujer, y por lo tanto, con menos posibilidades que su hermano dentro de su comunidad, obtuvo la atención de sus padres por completo.

- Señorita ¿en qué la puedo ayudar? - llamó su atención la recepcionista.

- Oh! ¡Hola linda! Estoy buscando al señor Lee.

- ¡Claro! ¿Quién lo busca?

- Soy una vieja amiga - dijo inclinándose de forma cómplice y guiñando un ojo - le quiero dar una sorpresa.

La recepcionista sonrió cómplice y apretó un botón en su teléfono.

- Señor Lee lo busca una chica en recepción..... mmm no me dijo su nombre pero...

- ¡Vamos Lee siempre tan estirado! - le gritó la otra al teléfono.

La recepcionista sonrió, pero su sonrisa se borró cuando la línea se cortó.

- L-lo siento señorita pero... - la voz de la chica se cortó cuando sintió la puerta de su jefe abrirse y unos pasos fuertes se hicieron sentir, a su lado surgió un Mark caminado enérgicamente para tomar a la chica del brazo y llevarla presurosamente a su oficina casi en el aire.

- ¡Gracias! - le dijo la recién llegada haciendo un saludo gracioso.

La recepcionista intento esconder su rostro sonrojado y puso su cabello detrás de la oreja intentando seguir con sus tareas sin entender muy bien que ocurría. Pero temiendo haber metido la pata por su exceso de confianza.

- ¿Me puedes explicar qué carajos estas haciendo aquí? - preguntó Mark entre dientes mientras depositaba el cuerpo de la chica dentro de su oficina.

- Hola, ¿cómo estás? Yo muy bien, gracias por preg...

- ¡¡Y una mierda Jiwoo !!!! ¿Qué carajos estas haciendo aquí?

- Bueno... vine a saludar a viejos amigos - dijo ella sentándose cómodamente en una de las sillas y acomodando su ropa - pero parece que nadie se alegra de mi presencia.

- ¿Y como mierda pretendes que alguien se alegre después de todo lo que tu familia y tú hicieron? - preguntó notoriamente ofuscado.

- Yo no he hecho nada - sonrió desafiante - aún. El que no hizo nada fue mi querido hermano que se fue a la tumba dejando a su familia echada a su suerte.

- ¿Pero estás escuchando apenas las incoherencias que estas diciendo? - Mark la enfrentó muy de cerca, tanto que escupió su rostro.

- ¡Ayy maldición Mark!! - se limpio con asco - Nunca fuiste tan sentimental, piensa con lo que tienes sobre tus hombros ¡por el amor de Dios!

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