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Antes que nada, bienvenidas a las que estáis leyendo esto ahora mismo. Os amo desde ya <3

ADVERTENCIAS

Esta historia contendrá violencia, sangre, manipulación, muertes (no específicamente de la pareja principal o sus alrededores :))

Sobre la historia:

Quería avisarles de que es un poco confusa al principio, pero esa es la trama, por lo que, a medida que la vayáis leyendo, entenderéis todo.

Pronunciación del nombre de Lethe: lee - thee (lo que sería: Lizi)

***

Draco

Siempre tuyo, Draco Malfoy.

Un largo suspiro salió de mis labios al escribir esa última palabra: siempre tuyo. ¿Cómo puedes entregarle tu corazón a alguien sin que esa persona lo sepa?

Ojalá hubiera podido olvidarlo y seguir adelante. Dejar de sentir, dejar de pensar, dejar de respirar...

Viví con ese sentimiento casi por dos años. No era fácil y tampoco pretendía que lo fuese; ya había aprendido a vivir con ello.

Pero odiaba sentirme así.

No era una persona diseñada para amar, pero las cosas eran diferentes. Esa pasión, esas ganas de quemar el mundo por sus besos. Eso. Eso era la debilidad consumiéndome como fuego al papel.

Me gustaba ver arder, pero no cuando se trataba de mi. No me gustaba ver arder mis entrañas, mi mente, mi templanza... No quería que mi autocontrol fuese el inicio de un incendio incontrolable que acabaría conmigo.

Aunque, después de todo, en el infierno no se estaba tan mal.

Dos toques en la puerta fueron suficientes para sacarme de mis pensamientos y cerrar con rapidez el cuaderno en el que estaba escribiendo.

Sin permiso alguno, la puerta se abrió, dejando ver a mi madre.

—Es hora de irse —dijo—, o llegarás tarde.

Cerró la puerta detrás de ella y yo solté un bufido.

Lethe

Los gritos de mi madre retumbaron en mis oídos, obligándome a abrir los ojos para verla ahí parada con la cara roja por la ira.

—Buenos días.

—Llevo más de media hora llamándote. —Jaló de las sabanas, dejándome expuesta al aire frío—. Levanta, llegarás tarde.

—Ya voy —murmuré aún cansada y con los ojos pesados.

—Te esperamos abajo en diez minutos.

Remoloneé por unos segundos, hasta que me levanté de la cama.

Era mi primer día en Hogwarts. Nunca había estado en una escuela, siempre fui enseñada en casa, pero mis padres creían conveniente el estudiar en una escuela de magia de verdad.

Hogwarts fue donde se conocieron y enamoraron. Por lo que decían, esa escuela les cambió la vida.

Aunque no sabía si tendría el mismo efecto en mi. Habría que esperar a ver cómo evolucionaba el año.

Una vez terminé de guardar todo lo necesario, bajé a dar con mis padres.

—Bueno días —habló mi padre— ¿Lo tienes todo? —preguntó llevando la mirada hacia mi baúl.

Oblivion | Draco Malfoy (memoria #1) © ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora