Oblivion | Draco Malfoy (memoria #1) © ✓

03

Lethe

Ava, Blaise, Draco y yo caminábamos a paso ligero para llegar a el desayuno.

Al llegar, nos sentamos en la mesa de Slytherin con el resto. Blaise quedó enfrente de Ava, y Draco enfrente mío.

—¿Preparados para la fiesta? —preguntó Ava con emoción.

—Sí, tengo ganas de una buena borrachera —respondió Blaise—. ¿Verdad, hermano? —Le dio un leve codazo a Draco.

—Sí, tremendas ganas —se notaba el sarcasmo en sus palabras.

—Eres un aburrido —bufó Ava.

Draco la miró con su habitual cara de aburrimiento, y comenzó a comer. Se llevó una tostada a la boca, masticándola con lentitud.

El rubio se percató de que lo miraba; levantó la vista y fijó sus ojos en los míos. Los entrecerró con molestia, obligándome a dejar de mirarlo.

Giré la cabeza rápidamente y continué comiendo.

🥀

—Toma, este te quedará genial.

Ava sacó de su armario un vestido verde de seda satinada.

El día había transcurrido sin mucha novedad. Todas las clases las pasamos hablando de lo que nos pondríamos para la fiesta de Slytherin.

—Ava, es precioso —dije mientras lo tomaba en mis manos.

Era bastante corto. Me llegaba por la mitad del muslo y dejaba ver mis piernas a la perfección, por lo que, los tacones negros con las serpientes alrededor del tobillo, resaltaban muchísimo.

—Dios, Lethe, pareces una diosa. —Ava me sonreía orgullosa.

Ella se puso un vestido negro. Era un poco más largo que el mío, de manga larga y con un escote pronunciado. En sus pies llevaba unos preciosos tacones plateados.

Nos pusimos frente a el espejo para maquillarnos. Apenas pusimos un poco de rímel, colorete y gloss. Me coloqué bien el pelo y me eché un poco de perfumen.

—¿Es de jazmín? —preguntó Ava cuando la fragancia viajó por la habitación.

—Sí. —Intuitivamente llevé mi muñeca hacia mi nariz, aspirando el perfume impregnado en mi piel— ¿Te gusta?

Ella asintió mientras agarraba el suyo y los esparcía por su cuerpo. Ya había olido antes su perfume, por lo que no me sorprendieron las dulces notas a coco.

—¿Lista? —Sonrió.

—Lista.

Ava y yo bajamos las escaleras, envolviéndonos con la música y el olor a alcohol mezclado con tabaco y alguna sustancia más.

—Vamos a beber algo —Ava me agarró la mano y me arrastró hasta la mesa de las bebidas.

Mientras ella ponía el alcohol, yo recorrí la sala con mis ojos, topándome con una cabellera rubia platinada metiéndole la lengua hasta la campanilla a Parkinson.

El rubio paró el beso con Pansy y puso sus ojos y atención en mi.

—¿Ves algo que te guste? —preguntó mi amiga.