Capitúlo 8: Noticias

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Estaba almorzando con mi novio y, de repente, veo a Charon. Me ve con Matteo y se sorprende. Corre hacia nosotros y lo abraza.

—¡Ni cuánto tiempo, zopenco! —dijo Charon, emocionada.

—Tranquila, Charon —respondió Matteo, riéndose.

Claro, aquí te va con más detalles:

Charon soltó a Matteo rápidamente y lo miró con una ceja levantada, casi como si estuviera indignada.

—¡Dijiste que venías la otra semana, mentiroso! —exclamó, con una sonrisa traviesa pero un tono de ligera molestia.

—¡Ash! Ya les dije, era una sorpresa —respondió Matteo, mirando a Charon con una sonrisa nerviosa, pero divertida.

—Pues no me gustó nada —dijo Charon, cruzándose de brazos y mirando hacia otro lado como si estuviera molesta.

—A mí sí —respondí, sin pensarlo mucho, sonriendo mientras le daba un beso en la mejilla a Matteo, disfrutando de su cercanía.

Charon nos observó por un momento, sus labios curvándose en una sonrisa, como si se hubiera olvidado un poco de su molestia.

De repente, Brinn llega corriendo hacia nosotros con una sonrisa brillante en el rostro.

—¡Hola, chicas! —saluda con entusiasmo, pero de inmediato, sus ojos se fijan en Matteo, y puedo ver cómo su expresión cambia a una mezcla de curiosidad y algo más.

Charon le responde rápidamente.

—Hola, Brinn —dice Charon con una sonrisa, pero noto que hay algo en su tono que refleja que no está tan entusiasmada como la otra chica.

Brinn, sin perder el ritmo, se acerca a Matteo y, con una sonrisa coqueta, le extiende la mano.

—Hola, me llamo Brinn —dice, con voz suave y algo seductora.

—Yo matteo

Brinn se acerca más a Matteo, sonriendo de manera coqueta, y puedo ver claramente cómo sus ojos brillan al mirarlo. Ella se sienta un poco más cerca de él, casi rozando su brazo, y me siento un nudo en el estómago. Mi mano se aprieta alrededor de mi tenedor, intentando mantener la calma.

—¿Así que eres nuevo? —pregunta Brinn, su tono suave y dulce, mientras sigue mirándolo fijamente.

Matteo, visiblemente incómodo, sonríe nervioso y se aleja ligeramente.

—Sí, igual que Skyler y Charon —responde, tratando de mantener la conversación ligera, pero yo noto su incomodidad.

Charon, que estaba disfrutando del almuerzo y de la compañía, se da cuenta de lo que está pasando, y me lanza una mirada rápida, como si entendiera lo que siento.

Brinn se acercó a Matteo con una sonrisa y, sin pensarlo, le preguntó:

—¿Y entonces estás soltero?

Me quedé sorprendida por la pregunta tan directa. Matteo parecía igual de incómodo y, sin pensarlo mucho, la empujó suavemente para poner algo de espacio entre ellos.

—Sí, Skyler es mi novia —dijo Matteo, mirando a Brinn con firmeza.

Brinn, al darse cuenta de lo que acababa de hacer, abrió los ojos como si se hubiera dado cuenta de que se había metido en un terreno peligroso.

—Oh, lo siento, no quería... —murmuró, visiblemente avergonzada.

Ya no pude más. La rabia me invadió y le grité:

—¡Ya cállate!

Charon, que había estado callada hasta ese momento, intervino rápidamente.

—Skyler, pero no te pases, ella no sabía —dijo, tratando de calmarme.

Pero no podía dejarlo pasar. Miré a Brinn y, con toda mi frustración, respondí:

—No debería estar haciendo eso. ¿Sabes qué?

Brinn, al ver que no estaba dispuesta a calmarme, bajó la mirada y, con un tono bajo, dijo:

—Perdón, yo no... quería causar problemas.

Brinn se acercó a mí y, sin darme cuenta de lo que intentaba hacer, me paré rápidamente con la comida en mis manos, furiosa. Quería alejarme de esa situación cuanto antes, pero justo cuando intentaba dar un paso, Brinn se cruzó en mi camino, y sin querer, me tumbó todo mi almuerzo encima de mi camiseta. ¡La que más me gustaba!

—¡Pero qué te pasa! —grité, mirando mi camiseta arruinada.

Brinn, asustada por mi reacción, comenzó a disculparse rápidamente.

—Perdón, perdón, de verdad, no fue mi intención...

Sin decir más, salí de ahí y me dirigí directo al baño, completamente enfadada. Necesitaba calmarme, pero no quería estar cerca de ella ni un segundo más.

Matteo, al ver que me había ido, aprovechó para hablar con Brinn.

Charon, observando la escena con desaprobación, dio un paso adelante y miró a Brinn fijamente.

—Deberías ser más cuidadosa —dijo  matteo con un tono serio—. Skyler tiene razón, no es para tomárselo a la ligera.

Brinn, avergonzada por la situación, solo asintió en silencio, sin atreverse a decir nada más. La incomodidad en el aire era palpable.

Mientras tanto, yo seguía en el baño, tratando de limpiar mi camiseta y calmarme. No quería que Brinn se saliera con la suya. ¡Lo que menos necesitaba era que ella me causara más problemas!

Lo siento si no era lo que esperabas. Aquí tienes la versión corregida:

Brinn, al ver que Charon no la estaba tomando a la ligera, comenzó a tartamudear. No esperaba que la confrontaran así tan rápido.

—Lo siento, de verdad... —dijo Brinn, mirando a Charon con una expresión entre avergonzada y defensiva.

Charon, con el ceño fruncido, no la dejó escapar tan fácil.

—¿Lo hiciste a propósito? —preguntó, mirando fijamente a Brinn, como si ya tuviera la respuesta.

Brinn dudó por un momento, luego asintió, un poco vacilante.

—Sí... pero lo hice porque ella... —se detuvo, como si estuviera buscando las palabras correctas—. Ella es mala conmigo.

Charon frunció aún más el ceño.

—¿Solo porque no te ha hablado como querías? —respondió, claramente no creyendo su versión de los hechos—. Apenas te conocemos, y ya estás haciendo dramas por nada. ¿Quién le coquetea al novio de tu "amiga" y espera que todo esté bien?

Brinn pareció sorprendida, pero se defendió.

—Ella no es mi amiga —murmuró, pero su tono no convencía a nadie.

—¡Exacto! —interrumpió Charon—. ¡Skyler tenía razón! Eres rara, no sabes ni lo que quieres y estás metiéndote donde no te llaman.

Brinn bajó la mirada, sabiendo que no podía ganar la discusión. Charon había dejado clara su postura y no pensaba ceder ante alguien que, en su opinión, estaba siendo injusta.

Charon se fue, y Matteo, con una mirada seria, le dijo a Brinn:

—Aléjate de nosotras.

Mientras tanto, yo estaba atrapada en el baño, mirando mi camiseta favorita completamente arruinada con puré de papa. No podía creer que mi día hubiera terminado de esta manera. ¡El mejor día de mi vida, sin duda!

Skyler #1 © [√]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora