cap. 17 - Bajo perfil.

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- No quiero perderte. Ni a ti, ni a Allison...

Angeles guarda silencio y con toda la rabia que puede transmitir con su voz susurra.

- Pues acabas de perder la confianza de una de las dos.

Sin más se mete en su cama y luego de un rato escucha cómo su padre se va. Solo le queda llorar hasta quedarse dormida.

Pasa el fin de semana en un voto de silencio total. No habla con nadie y solo deja que Allison entre en su habitación. Tampoco es que hable con ella, pero Allison sigue atribuyendo eso a que su hermana sigue con el trauma.

- No puedo creer que siga prófugo después de que le acertaste con una de las dagas... ¿Dónde le diste?

- ... En el hombro. - Murmura con voz ronca.

- La policía no descansará, Angeles. Ya atraparán a ese maldito. - Su melliza le da un beso en la frente antes de salir de su habitación.

Ella revisa su celular una y otra vez, pero nada. Nada sobre Derek o su paradero. Teme que de verdad la policía o su padre lleguen a atraparlo. Si tan solo pudiera salir ella misma a buscarlo...

Cuando llega el lunes ella se sube las mangas de su chaqueta hasta cubrir totalmente sus heridas. Se peina de forma que su cabello tape el rasguño de su frente y toca su nuca sintiendo el lugar donde el Alfa clavó sus garras. Por suerte, todo está cicatrizando.

Claro que eso no evita que su padre mire como paranoico a todos lados cuando llegan al instituto. Allison bufa al notar que no quita el seguro de las puertas.

- Papá, tenemos que volver a clases en algún momento. Es parte de la definición de "normal".

Angeles no dice ni una palabra. Se acomoda sus nuevas dagas en las botas. Su padre logró conseguirle un repuesto a la que había perdido.

- ¿Que opinan de las clases virtuales?

Ay, lo que sea menos eso. Piensa la castaña para sus adentros.

- Soy más de aprender con la experiencia. - Dice Kate y ayuda a sus sobrinas quitando el seguro del auto desde donde está.

- Gracias. - Le sonríe Allison y las dos bajan del auto.

Angeles se mantiene pegada toda la mañana a Allison y por ende a Lydia.

- ¿No te parece raro que nadie sepa que fuimos nosotros los de la otra noche?

- Por algo existe la ley de protección de menores. Por cierto, Angeles, tengo algo de base si quieres tapar mejor la herida de tu frente.

- Estoy bien. - Dice tajante.

Sabe que Lydia estaba siendo amable de verdad, pero solo responde a todo el mundo con las palabras estrictamente necesarias.

- Chicas... ¿Creen que me equivoque?

Angeles voltea a ver a su hermana, sabe que habla de Scott. Y realmente no sabe qué decirle.

- Si hablas de tu chaqueta, sí. - Lydia se adelanta. Las dos miran mal a la pelirroja. - Allison, Scott nos encerró ahí. Nos abandonó. ¡Dejo que ese lunático se lleve a tu hermana! Tiene suerte que no le haya caído una demanda, o que pague nuestro psicológico o al menos el seguro médico de Angeles.

...

Con el paso del día, Angeles se da cuenta de dos cosas. Uno: Estar tras Scott y Stiles todo el día es más interesante. Y dos: el día a día de su hermana es muy aburrido. Se sienta con ella durante la prueba de ese día para evitar que Scott se siente a su lado.

a toxic world - a toxic saga¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora