Dejé caer la última caja con un ruido sordo a la cama. Volteé hacia la ventana para abrirla, me estaba empezando a asfixiar. La luz del sol y el aire fresco inundaron mi cuerpo, haciéndome sentir plena.
Aquella sensación se acabó cuando un ruido de cristales rompiéndose me hizo sobresaltar. Vi la caja que acabé de colocar en la cama, estaba en el suelo. No debí colocarla tan al borde.
- Maldición...
Levanté la caja, escuchando como los cristales se movían sonoramente. Abrí la caja y vi una foto mía y de mi hermana enmarcada. Ella con su cabello negro, ojos marrones y sonrisa grande. Yo era más baja que ella por 5 centímetros. Mis ojos eran como los de ella, pero mi cabello era un poco más claro, de un tono castaño oscuro. Sólo que el vidrio roto estaba esparcido entre el resto de las fotografías y parte del cristal rayó la foto, dejándola horrible.
Bufando, dejé el marco en mi cama mientras intentaba sacar los otros vidrios sin cortarme. Escuché unos pasos acercarse a mi habitación cuando los recogí todos en una bolsa.
- ¿Estas bien? Escuché un crujido. - Mi hermana entró con otra caja dejándola en una mesada.
- Estoy bien, Allison. - Dije mordaz.
Ella se acercó a la foto. Frunció el ceño y luego me miró con aire motivador.
- Haremos otra. - Sonrió. Le devolví el gesto. - Te traje la última caja. ¿Quieres que te ayude a vaciarla?
- No hace falta, ve a arreglar tu cuarto.
- Ya terminé con el mío. - Se acercó a la caja. Esta tenía escrito en gran tamaño "Frágil". Abrí mucho los ojos. - Seguro y son pocas co-
- NO. - Salté poniendo mis manos sobre la tapa, haciendo saltar a Allison. Nos quedamos mirando en silencio. Ella levantó las cejas esperando una explicación. Exhalé riendo. - Yo... termino con esta. En serio, ve a tomar aire o recorrer el vecindario... - Intenté parecer relajada.
- ¿Qué es lo máximo que puedes tener ahí? ¿Condones? - Rio.
- Ya... Sal de aquí. - La empujé riendo.
Cuando cerré la puerta dejé salir el aire preso en mis pulmones. Abrí la caja apresuradamente sacando las dagas chinas que tenía.
- ¿Es en serio papá? - Dije para mí misma. Él me había advertido que todas las armas estaban en cajas con etiquetas de frágil. También me había dicho que él se encargaría de guardarlas todas. Incluyendo las no tan normales.
Bien hecho papá.
Salí, asegurándome de que Allison estuviera en su habitación. Bajé las escaleras rápidamente para luego ir al garaje. Entré en la armería y ahí estaba papá guardando ciertas pistolas.
- Oh, había olvidado esas. - Dijo al verme entrar.
- Si, me di cuenta. - Le sonreí. Guardé las cuchillas en el área especial con armas de largo alcance, venenos, otro tipo de cuchillos y tasers. - Allison cree que vendemos armas legales, no este tipo de cosas que son dignas de Juego de Tronos y a la vez de CSI. ¿Qué se supone que haga si las viera?
- ¿Vio algo? - Se acercó a mí.
- No.
- Bien. Entonces no pasa nada. Haz todo lo posible para que no sepa nada, protégela Angeles.
Asentí.
- ¿Alguna vez le dirás?
Suspiró. - A su tiempo.
- Si yo no me hubiera enterado por las malas, ¿cuándo me lo habrías dicho?
Me miró fijamente.
- Lo importante es que se protejan la una a la otra.
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a toxic world - a toxic saga¹
Fanfiction"Toda familia tiene sus rarezas, pero ser cazadores de hombres lobo sobrepasa un limite. Angeles entiende donde encaja su familia en toda la situación del pueblo de Beacon Hills. Pero entre el objetivo sin razón aparente de su padre y el nuevo novio...