cap. 15 - Noche escolar.

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Narrador omnisciente.

Los tres adolescentes bajan hasta los vestuarios. Caminan sigilosamente y observando en cada esquina antes de avanzar.

- ¿Por qué no llamas a tu padre? Inventa cualquier cosa.

- ¿Que? ¿Y qué mate a mi padre?

- ¿No vendría con un escuadrón y con armas? - Inquiere la castaña.

- Tu tía necesitó de una bala de acónito para dañar, ni siquiera matar, a Derek. No pondré a mi padre en peligro.

Por más duro que es el tono de Stiles, Angeles entiende completamente su punto. Ella tampoco quiere que un familiar suyo se acerque ahí ahora.

- Tenemos que encontrar una salida y correr.

- No hay nada en kilómetros. - Angeles se quita las lágrimas de los ojos con frustración.

- El auto de Derek. - Dice Scott como teniendo una revelación.

- Perfecto. - Habla su amigo. - Buscamos las llaves en el cuerpo de Derek y nos largamos.

Angeles lo mira estupefacta ante tal frase. Pero Scott interviene antes de escuchar un nuevo llanto de la chica.

- También nos llevamos a Derek. - Sus palabras tranquilizan a la chica.

- Bien, pero tú lo cargas.

Intentan salir de los vestuarios, pero escuchan un repentino ruido y se esconden cada uno en una taquilla. Pero luego resulta que solo es el conserje que está de turno por la noche.

Angeles sale sola de su escondite a diferencia de Stiles y Scott que son arrancados de sus casilleros por el hombre.

- ¡Espere! ¡No lo entiende! - La chica intenta hablar con el conserje, pero este solo se concentra en echar a los tres de ahí.

- ¡No quiero escucharlos! ¡Mas vale que se vayan aho- AAAHHH!

- ¡No! - La puerta se cierra de golpe antes de que Angeles pueda hacer nada.

Scott tira de ella para atrás. La parte de vidrio de la puerta deja ver la sangre que emana del conserje que lucha por su vida. Sus gritos se mezclan con los rugidos del Alfa erizando la piel de todos.

- ¡Vamos, rápido! - Stiles apremia y los tres salen de los vestuarios.

Avanzan por todos los pasillos, pero en cada salida hay algo bloqueando el paso. El Alfa quiere encerrarlos. Angeles recuerda que tiene las dagas, pero cuando Scott frena en un pasillo y señala al Alfa por la ventana sabe que no le daría el tiempo de sacarlas.

Corren escaleras abajo hasta el sótano de la escuela. Cerca de los cuartos de calderas.

- No tendrás ningún arma especial contra lobos aquí y ahora, ¿o sí?

Angeles reacciona tardíamente a las palabras de Scott. Sabe que tiene las dagas en sus botas, pero no está muy segura de que con su estado pueda acertar a nada. Además, ¿que tanto daño le haría realmente al Alfa? Hasta ese momento Angeles nunca había visto uno y era más grande y rápido de lo que habría creído.

- No le haría mucho daño. - Se excusa. - La usare de último recurso. Podría darnos tiempo...

Los dos chicos asienten. Pero Scott frena en seco al escuchar otro ruido. El Alfa aparece y los tres vuelven a correr hasta otro piso, pero terminan en un laberinto entre todos los muebles que hay en el lugar. Eso sumado a la oscuridad no los ayudaba.

- Es la única salida. - Susurra Angeles, señalando una puerta. Pero saben que el Alfa está ahí.

- Quizás sea buen momento para sacar tus cuchillas.

a toxic world - a toxic saga¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora