Sin darme cuenta en que momento, ambas ya nos habíamos dormido, al despertarme ni siquiera podía mover mi cuello por la mala posición en que me dormí, sin querer desperté a Emma por tratar de levantarme, me arrepentí tanto de haberme movido, la pobre se levantó exalta toda esta situación la tiene traumada.
-Perdóname por asustarte, solo te iba a colocar en la almohada.
-Pensé que él estaba aquí de nuevo, no dejes que me lastime de nuevo, ya no quiero jugar con él.
-Emma estoy aquí para protegerte, te prometo que vendrán a rescatarnos y tú volverás con tus papis.
-y si ya no me quieren.
-eres su princesa claro que siempre te van a querer, nada de esto es tu culpa, ellos lo saben, tenlo por seguro.
Me dio curiosidad saber lo que viene tras cada puerta, como lo suponía había un baño con ducha, tenía una llamativa alfombra roja, combinando con los demás colores de la habitación, lo que vi en la otra puerta me dejo paralizada, el cuarto estaba llena de todos los juguetes sexuales que te puedas imaginar, como le cabria a alguien en la cabeza utilizarlos con niños, estas personas están tonalmente mal de la cabeza, por cuantas cosas terribles no habrá pasado Emma, temo preguntarle, que de nuevo lleguen a su mente todas esas atrocidades.
-Me asustaste Emma, ¿en qué momento te levantaste?
-No entres ahí, te obligaran a jugar con ellos.
-¿y a que juegan Emma?
-Mira
No podía contener mis lágrimas al ver el pequeño cuerpo de Emma cubierto de moretones, lo único que no tenía lastimado era su pequeño rostro.
-Te pareces mucho a mi hermana mayor Emily, ella también está aquí.
-¿cómo es posible que las dos esté aquí?, ¿cómo terminaron en este horrible lugar?
-no recuerdo muy bien cómo fue todo, aunque fue hace poco, en ese momento no supe que era lo que pasaba no entendía nada.
Pobre Emma no puede ni hablar, sus palabras se entre cortan por las lágrimas que vienen en camino.
-Calma Emma, si no lo quieres hablar te entiendo en otro momento será.
-estábamos en casa solas, mis padre habían salido a una cena muy importante, por tanto me encontraba a cargo de mi hermana, estaba en mi habitación apunto de dormir, mi hermana me acostó a dormir temprano con la promesa de que si lo hacía al día siguiente me llevaría al parque y podría tomar todo el helado que quisiera, para que ella pudiera pasar tiempo con su novio, así que acepte de un memento a otro empecé a escuchar gritos, tome a mu conejo pepitas, salí a ver qué pasaba, camine hasta las bajar las escalera, gire hacia la sala entonces vi como el novio de mi hermana y otro hombre se la estaban llevando a la fuerza, no sabía que hacer como reaccionar así que empecé a gritar-"! Déjenla en paz! Todos me voltearon a mirar, Mi hermana empezó a gritar -corre Emma corre- así que lo hice pero no por mucho, de un momento a otro ya me había levantado el hombre desconocido, llevándome hasta una camioneta con mi hermana, donde nos soplaron un polvito, todo se volvió negro, al despertar ya estaba aquí sola sin saber nada de mi hermana, no sé exactamente cuánto tiempo ha pasado pero nadie ha venido por nosotras, nadie viene a salvarnos, espero que mi hermana no entre al cuarto oscuro, no permita que nadie juegue con ella.
Cuanto tiempo llevaran los papas de Emma buscándolas, seguro el novio de ella pertenecía a esta red de trata de blancas, ha cuantas niñas no habrán embaucado así, pobre Emma si tan solo no hubiera salido, nadie la había lastimado, son unos malditos.
-te prometo que vamos a salir de aquí, buscaremos a tu hermana y de nuevo todos estarán juntos.
El sonido de la puerta abriéndose, nos helo a las dos, me siento tan mal conmigo misma al victimizarme por esto mientras esta Emma y otras están niñas pasando por cosas verdaderamente terribles.
-Veo que ya conociste a una de mis perritas, espera no recuero que numero es -sale y se asoma a la pared sobre el marco de la puerta - es la numero dos, lo siento tengo tantas que me es difícil.
-Eres una maldito esteban.
No sé de donde saque fuerzas, me le abalance y lo comencé a golpear, hasta que me tomo del pelo, levanto mi cara, propinándome una fuerte cacheta, no pude contener mis lágrimas ante toda la impotencia que sentía de no poder sacarnos de aquí a salvo.
Gire mi rostro, ya sin fuerzas y mire los ojitos de Emma, llenos de lágrimas no sé por qué, pero me dio fuerzas, le di una fuerte patada en su entrepierna, le mordí un brazo, lo empuje a un lado, salí corriendo despavoridamente sin mirar atrás, emprendí el camino que recordaba a la salida, solo tenía una cosa en mente salir de aquí, buscar a ayuda, regresar para que maten a estos malditos la cárcel no es suficiente, te lo prometo Emma si logro salir de aquí volveré y acabare con esto malditos así tenga que pagar mil años de cárcel.
De nuevo me encontrabaen la cima de las escaleras, para mi suerte no tenía seguro, gracias a queestos tarados no aprenden podre salir, abrí la puerta despacio para no serescuchada, no puedo permitir que de nuevo frustren mis planes, asome solo unaparte de mi cabeza para evitar ser vistas, al parecer escape en buen momento,no se ve nadie en ninguna parte, salgo prácticamente de puntitas sin hacer nadade ruido, pero ahora viene el problema donde está la salida, me encuentro amitad de una especié de sala con un montón de pasillos, para ser exacta tienedos a mano derecha y tres a la izquierda, corrí hacia la entrada de cadapasillo, en los tres que están juntos a lo largo solo se veían mas cuartosdonde me imagino tendrán a mas niñas inocentes, así que me fui a los otros dospasillos, en uno se veían más puertas que llevaban a otros cuartos numerados,hasta ahora me doy cuenta que era verdad lo que dijo ese maldito numeran a lasniñas, tengo que seguir por ellas, por fin encontré el que creo que era mi salvacióny de mis niñas, era un pasillo angosto, sin ninguna puerta donde a lo lejos se podríaver una curva para cruzar, espero que sea el cruce a mi libertad.
ESTÁS LEYENDO
Mi mate mi complemento
WerewolfMi nombre es estrella, tengo 16 años, llevo una vida prácticamente normal como estudiante, a mi corta edad ya he pasado por momentos que me han dejado marcada, el principal fue perder a mi madre en un desafortunado accidente automovilístico, aunque...