CAPÍTULO FINAL (XIX) La coronación del candidato al trono.

10 1 0
                                    

Al cabo de la guerra, días después se reunieron en la sala del trono.

Allí se encontraban los líderes de los caballeros, el emperador Perk, además de las otras familias. Los principales cabecillas se encontraban allí también, pero arrodillados en el suelo mientras se encontraban esposados, la humillación más grande para personas que tenían linaje de noble. Fue todo un poema las caras que mostraban al presenciar que quien se encontraba sentado en el trono era Kari. El emperador Perk se encontraba parado a un lado del trono, aunque Kari aún no había heredero su lugar como emperador, este mismo decidió que estaba siendo el momento para que su sucesor comenzara a tomar las responsabilidades que acarreaban ser emperador.

-¡Emperador tenga piedad! Yo solo soy una víctima de esta confabulación.

La representante de la familia Arau no dudo en declararse inocente, aunque tristemente se dirigió a la persona equivocada.

-La decisión no se encuentra en mí, sino en la persona que me remplazara.

Todos pasaron frío al oír aquellas palabras, sus vidas estaban en manos del mocoso que más despreciaron. Kari les miraba en completo silencio, antes de que se cruzara de piernas y relajara un poco los hombros.

-Nosotros solo somos inocentes, utilizados por el mocoso de la familia Noth.

-¿¡Qué!? –soltó Veronika, la madre de Kam -. Ustedes no parecieron molestos con la idea.

Más y más quejas de parte de los otros nobles se escuchaban por toda la habitación. Kari al fin se levantó de su asiento y como si eso fuese algo detonante, todos los demás se silenciaron. Al momento en que estuvo cerca, como ratas, todos buscaron arrodillarse y mostrar su falsa lealtad a Kari.

-Nosotros somos inocentes... Le seremos fieles a usted nuevo emperador, lo juro por mi familia.

Kari frunció el ceño con desagrado al ver lo patético de esos nobles.

-Su juramente no puede sonar más falso –dijo Kari con una sonrisa -. Y para aclarar, no necesito su lealtad.

-¿Qué? ¿De qué está hablando?

De nuevo la mujer de los Arau habló con cierto pavor. Kari sonrió antes de hacer un gesto con su mano, pronto se acercaron a ellos un integrante por cada familia que se encontraba allí arrodillada siendo acusada de deslealtad.

-¿Leih? ¿Qué haces aquí?

El señor de la familia Manh de inmediato acribillo al joven al verlo allí parado, el joven le dedico una mala mirada.

-Hago lo que debiste haber hecho hace mucho tiempo, padre.

Kari volvió a sonreír, antes de dirigir una mano en dirección de las personas que ahora se encontraban allí paradas.

-Ellos serán los cabecillas de sus familias a partir de ahora.

De la familia Manh estaba Leih, el hijo del que se encontraba siendo condenado, en el caso de los Arau, se trataba de la hermana menor. Con los Nils se trató de un familiar secundario, ya que de la familia principal no había herederos, ya que el consejero no tenía hijos. Con respecto a los Noth, se trataba de uno de los hermanos de Kam.

-¡Tu...! ¡¿Acaso planeas desobedecer a tu madre?!

La madre de Kam no dudo en gritar a todo pulmón, el hombre frunció el ceño con irritación.

-Madre... no, ya no puedo considerarte mi madre –dijo el hombre con un suspiro -. Es suficiente, ya no queremos seguir luchando contra el nuevo emperador.

Todos los demás asintieron con la cabeza. Ya con esa nueva noticia, quedaba claro que ellos no tendrían el perdón por lo que hicieron. Kari volvió su mirada a los encadenados.

El candidato al tronoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora