CAPÍTULO XVII El final del viaje.

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Ya habían pasado un par de días desde que Josue había reclamado el trono, así que las cosas finalmente comenzaban a calmarse un poco desde aquella noche. El trabajo no se detuvo, puesto que la coronación de Josue se puso en marcha provocando que las cosas se pusieran un poco ajetreadas. Por eso mismo, Kari no pudo discutir mucho sobre su asunto con Josue, ya que lo veía poco, además que hasta él mismo se encontraba ocupado, puesto que se ofreció a ayudar con la coronación del príncipe heredero. A parte de todo eso, también estaba el asunto de que estuvo cuidando a Dewis todo ese tiempo, aunque lograra escapar de las manos de Antoy, no significó que había sido de gratis. Las heridas que sufrió duraron toda una semana en curarse, causando que estuviera de reposo durante ese periodo, una larga y estresante semana para Dewis y Kari, ya que el primero no deseaba estar postrado en una cama.

Luego de tanto, ya solo estaban a días para la coronación, así que la actividad en el palacio se vio reducida, la mayoría de cosas se encontraban listas a esas alturas. Dewis ya se encontraba mejor y había vuelto al trabajo, por eso mismo es que los dos decidieron ir al despachó de Josue, para poder llevar a cabo su hora del té, desde que Kari y Josue se asociaron para derrocar a Antoy, habían descubierto que tenía varias cosas en común y su amistad comenzó a surgir mientras más se trataron.

Kari llegó a la entrada del despacho, la cual se encontraba custodiada por dos guardias, con el ascenso de Josue, Airi como su caballero personal, había pasado a ser la capitana de los caballeros. Esa mujer también había tenido unos días ajetreados puesto que se encontraba restaurando el honor de los caballeros. Muchas personas fueron igualmente sancionadas por lo sucedido, así que las prisiones se encontraban un tanto llenas, después de todo, Josue no iba a ser tan cruel para condenarlos a muerte, primero tendrían que enfrentar un juicio para dejar en evidencia el nivel de sus pecados, luego se tomaría una decisión. Los guardias tocaron la puerta al ver al nuevo emperador, después de que recibieron una afirmación para pasar, fueron ellos mismos quienes abrieron la puerta.

-Aun a estas alturas pareces ocupado.

-Ya deberías saber lo tedioso del trabajo de gobernar.

Kari se encogió de hombros. Josue estaba sentado mientras sostenía una hoja y una de sus manos estaba cerca de su frente, detrás de él se encontraba Airi, al parecer se encontraban discutiendo algo.

-¿Interrumpo algo?

A pesar de haber preguntado, Kari se acomodaba en el sofá a un lado del escritorio. Dewis se posicionó detrás de Kari.

-No, está bien, vienes a discutir algo importante que se ha estado aplazando, ¿cierto?

Kari asintió con la cabeza, Josue se giró a ver a Airi quien también realizó el mismo gesto, caminando a donde se encontraba Dewis.

-Iré a iniciar el entrenamiento de los caballeros... ¿Te quieres unir?

Dewis se sorprendió por la invitación, llevando su mirada a Kari, quien asintió con la cabeza.

-Será todo un honor formar parte del entrenamiento.

Kari era consciente de que desde hace un par de días que Dewis quería entrenar y que no pudo debido a la semana que fue obligada a pasar en cama, por eso le permitió ir con Airi. Ambos caballeros dejaron a sus señores retirándose del despacho. Al estar a solas, Josue se levantó de su asiento y se posicionó delante de Kari.

-Ha estas alturas ya debes saber mi decisión final... ¿O me equivoco?

El nuevo emperador sonrió de forma algo cómplice.

-Bueno, aun no le he dicho a Dewis que me has dado el papel hace un par de días atrás... -dijo encogiéndose de hombros -. Además, no podría quedarme a tu coronación si señalo que ya lo tengo.

El candidato al tronoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora