Este capítulo va dedicado a xiaant, espero que te guste❤❤❤.
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Luego de una jornada ardua de trabajo te dirigiste al departamento en donde vivías en tu auto, luego de meter al auto al garage, entraste al departamento para saludar a la recepcionista con una pequeña sonrisa, presionaste el botón para llamar al ascensor, en cuanto llegó subiste y justo antes de que se cerrara sentiste a alguien correr para subir contigo.
-que sorpresa encontrarte por aquí Lee- hablaste mirando a tu querido odiado vecino.
-lo mismo digo- te miro antes de rodar los ojos.
Fueron unos segundos en donde ambos estuvieron en silencio hasta que sintieron como el elevador dejaba de funcionar.
-¿qué paso?- miraste al chico s tu lado el cual estaba igual de desconcertado que tu.
-no lo se- el volteo su mirada hacia la tuya.
-no, no puede ser- intentabas tocar los botones pero ninguno funcionaba -no quedamos encerrados- ambos se miraron casi al instante.
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-quedate quieta- Taeyong estaba sentado en una orilla del elevador.
-no puedo- caminabas alrededor de todo el pequeño lugar.
Habían avisado que hubo una pequeña falla que estaban intentando solucionar lo más rápido posible.
-¡basta!- grito el chico irritado casi din paciencia.
-¡cállate!- le gritaste mirándolo
-¡cállate tu!- se paró para acercarse a donde estabas.
-¡cierra la boca!- te acercaste hacia a el quedando a muy poco distancia.
-yo voy a hacer que te calles- y sin más te beso, te sorprendió bastante pero terminaste cediendo a los segundos.
-¿q-que fue eso?- preguntaste cuando se separaron.
-te dije que iba a hacer que te callaras- el sonrió de forma arrogante antes de volver a besarte.
Ese beso fue un poco menos delicado que el anterior y más duradero, sus manos sostenían tus mejillas mientras las tuyas descansaban en su espalda, las cosas se fueron tornando un poco más candentes cuando sus besos comenzaron a ser más desordenados y había presencia de lenguas, pero antes de que algo ocurriera el elevador comenzó a funcionar haciendo a ambos separarse levemente sonrojados los dos.
-lo lamento, fue un impulso tonto- se alejó de ti volviendo a donde estaba sentado anteriormente.
-no parecía eso- lo miraste desde la otra punta.
-la que me metió la lengua a la garganta fuiste tu- te miró de una manera que transmitía tanta seguridad.
-¿yo?- soltaste una carcajada mientras te apuntabas con una de tus manos.
-si, tu- evito tu mirada y ahora ya no parecía tan seguro.
-supongamos que fue así, tu no te separaste- le sonreíste mientras elevabas ambas cejas.
-mira, ya llegamos, al fin puedo dejar de ver tu horrible cara- se apresuró a salir de aquel lugar no sin antes darte una última mirada y entrar a su casa.
-sisi, lo que digas- te mordiste el labio negando con la cabeza y, también, entraste a tu casa.
No podías evitar pensar en lo bien que besaba tu vecino, tal vez, no eran tan odioso después de todo, de hecho, te podría llegar a gustar en algún punto.
