Ibas saliendo del trabajo, eran alrededor de las 6 de la tarde, tenias puestos los audífonos por lo que escuchabas poco y nada lo que ocurría a tu alrededor pero entre lo poco que escuchabas oíste una voz muy conocida para ti.
-¡espera!- el llego corriendo quedando justo delante de ti.
-¿que quieres?- le respondiste de una manera seca intentando no mirarlo.
-necesito hablar contigo por favor- al ver su cara un suspiro salió de ti y luego de pensarlo unos segundos accediste.
-bien, vamos al parque que está cerca- el asintió, luego, tomaron rumbo al lugar que habías dicho.
El camino fue algo incómodo porque entre ustedes aún estaba esa tensión que no los dejaba ni siquiera mirarse a la cara.
-¿que necesitas?- hablaste una vez que llegaron al lugar y se sentaron en un banco.
-no quiero estar así contigo por una estupidez- el no podía mirarte a los ojos.
-tu fuiste el que dijo todas esas cosas horribles- hablaste sin mirarlo a la cara.
-lo sé pero estaba cegado por- antes de que pudiera seguir hablando lo interrumpiste.
-no me importan tus excusas Doyoung, me dijiste cosas horribles y eso no tiene justificación- lo miraste a los ojos con algo de tristeza y enojo.
-pero déjame explicarte, ese día no estaba bien, había tenido un mal día- el te miró por primera vez, sus ojos estaban llenos de sinceridad y se notaba.
-¿y crees que eso te justifica?. Yo solo quise ayudarte y me dijiste cosas espantosas, entiendo que tengas un mal día pero podrías haberme tratado de otra forma- si bien lo querías muchísimo no podías permitir que eso pasara así como así.
-el punto es que no quería hablarte así, solo me salió eso en el momento, en verdad me siento muy mal con todo lo que ha pasado ese día- el intento tomas una de tus manos.
-acepto tus disculpas pero no puedo hacer como que nada hubiese pasado- alejaste la mano que el intentaba tomar.
-yo te amo, jamás me perdonaré haberte hablado así- el hablaba de una forma sincera y lo sabias porque lo conocías muy bien.
-tambien te amo pero necesito que me des mi tiempo para pensar bien las cosas- también hablaste con la mayor sinceridad que podías.
-tendras todo el tiempo que quieras, me encantaría volver al pasado para no haberte dicho esas cosas- el se puso de pie y luego lo hiciste tu.
-ese es el único defecto que tiene el pasado Doyoung, no podemos volver a el- lo miraste y te fuiste dejándolo ahí más triste de lo que ya se encontraba.
