La pipol estaba pidiendo la segunda parte del anterior os así que acá les va, espero que les guste❤❤❤.
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Yuta en su desesperación llamó a la primera persona que cruzó su mente, la persona que siempre lo aconsejaba en estos temas, Doyoung.
-necesito tu ayuda- su voz sonaba bastante mal por su reciente llanto.
-¿qué paso, por qué lloras?- preguntó preocupado notando la voz rota de su amigo.
-ella no está, se fue como dijiste- lagrimas volvieron a salir por sus ojos.
-¿estás hablando enserio?- Doyoung estaba algo sorprendido por la noticia, si bien sabía que esto podía suceder en su cabeza no quería que esto pasara.
-nunca hablé tan enserio- no quería seguir llorando ya que lamentarse no solucionaría nada.
-llama a su amiga, seguro ella sabe donde está- recordó que siempre que peleaban tu te ibas con tu amiga para hablar.
-bien, voy a intentarlo- Yuta limpio sus lágrimas intentando calmarse.
-cualquier cosa me llamas amigo- Doyoung sonaba bastante preocupado.
-gracias por todo- dicho esto corto la llamada.
Yuta se sentía tan culpable, sabía que fue su culpa el que te hayas ido pero no podía quedarse así de brazos cruzados, volvió a marcar un número en su teléfono celular, esta vez el de tu amiga.
-hola- la voz femenina se escuchó a través de la línea.
-¿está contigo?- necesitaba saber si tu estaba en un lugar seguro.
-si Yuta, está conmigo- ella soltó un largo suspiro.
-quiero hablar con ella por favor- necesitaba hablar contigo urgentemente.
-ella dice que mañana quiere verte en la cafetería que tu ya conoces y solo ahí hablarán- hablo luego de un largo silencio.
Sin más ella corto la llamada. El se había dado cuenta de todo lo malo que hizo pero tal vez era algo tarde./☁️/
El día siguiente se encontraron en una cafetería que ambos frecuentaban, tu amiga le había enviado la hora en la que se encontrarían y ahí estaban ambos, sentados uno frente al otro.
-lo siento tanto- fue lo primero que dijo.
-¿tenia que pasar todo esto para que recién te dieras cuenta de todo lo que hiciste?- preguntaste mirándolo.
-lo sé, fui un tonto pero por favor perdóname- se lo notaba realmente triste.
-Yuta, me hiciste sentir horrible por mucho tiempo, no quiero volver y que me sigas tratando igual que siempre- hablaste sinceramente.
-de verdad lo siento, se que debí darme cuenta antes pero ya sabes, soy algo tonto y terco- sus disculpas sonaban sinceras, por esta vez se la dejarías pasar.
-bien, intentémoslo una vez más, puedes equivocarte porque eres un humano pero si te equivocas una segunda vez ya seria por elección propia y eso no lo voy a tolerar- no estabas dispuesta que volver a pasar por lo mismo una segunda vez.
-solo quiero que estés conmigo, yo te amo y prometo jamás volver a dudar de ti- sus ojos demostraban esa sinceridad que solo tu veías.
-bueno, volvamos a casa- dijiste luego de mirarlo por unos segundos.
-pero tus cosas- el recordó que tus cosas no estaban en la habitación.
-las metí en la habitación de huéspedes, planeaba quedarme allí luego de estar unos días en casa de mi amiga- claro, la habitación de huéspedes había olvidado buscar allí.
-vamos a casa- sonrió mientras se paraba y dejaba dinero sobre la mesa pagando así lo que habían bebido.
Volvieron a casa, tu le avisaste a tu amiga que ya todo estaba resuelto y que te quedarías en tu casa.
-quiero que recuerdes que yo te amo mucho- el te abrazo como si no te hubiera visto en años.
-yo también te amo mucho cariño- cuando se separaron dejaste un beso en su mejilla antes de salir de la habitación.
El volvía sentirse feliz, el era feliz contigo a su lado, sabía que debía cambiar algunas actitudes al igual que tu con el pero ambos se ayudarían mutuamente para no volver a pasar por este tipo de situaciones, no volverían a soltarse la mano.
