Este capítulo va dedicado a ElYangX2, espero que te guste❤❤❤.
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Extraño tu cuerpo, tu jadeante respiración, tu largo cabello, el querido yang se encontraba en este momento muy necesitado, sin duda te necesitaba, eras como su droga, sabia perfectamente donde tenia que ir cada vez que te necesitaba.
Sentías unos labios repartiendo besos por tu cuello, esos labios que conocías de memoria, cuando la noche llegaba yang se convertía en una bestia sin límite y eso te encantaba.
Su relación era muy rara, no eran pareja, tampoco amigos solo eran personas que tenían sexo cuando querían, luego de encontrarse en una fiesta y tener su primer encuentro sexual no pudieron parar, se necesitaban, no necesitaban hablar.
Esa noche no fue la excepción, yang había llegado a tu casa y apenas le abriste se te lanzó encima besándote desesperadamente, conocía perfectamente el camino a tu habitación así que entre besos subieron a esta, cuando llegaron te tiró a la cama para repartir besos por todo tu cuello, decir que no lo extrañabas era una mentira.
Sus manos se encargaban de tocar todo tu cuerpo mientras que tu disfrutabas de como se sentían sus manos y su boca, cuando estuvieron completamente despojados de todo su ropa, no hacía falta hablar, sabían perfectamente lo que quería el otro, te arrodillaste quedando justo en frente de su pene que tenia las venas bastante marcadas, lo tomaste entre tus manos para luego introducirlo en tu boca, sus manos fueron a tu cabello tirando de este, "mierda, tu boca siempre haciendo maravillas", luego de unos minutos de estar así el decidió cambiar de posición, le levantó del piso para volver a tirarte a la cama y introducir dos dedos dentro de ti y comenzar a moverlos, "siempre tan mojada para papi", tus gemidos para el eran un sonido hermoso.
Lo único que se escuchaba en aquella habitación era el sonido de las pieles chocando y tus gemidos y jadeos por parte de el, nunca era delicado y eso te encantaba, sabía lo que te gustaba exactamente y tu sabias lo que a el le gustaba, en el momento en el que estabas a punto de llegar al orgasmo el retiro sorpresivamente su pene haciéndote gemir por el vacío que sentiste, "mírate, rogando por el pene de papi", sus palabras solo te hacían sentir más mojada, luego de unos segundos metió su pene profundamente en tu interior tocando el punto justo, tus gemidos cada vez eran más fuerte lo que lo incentivaba a hacer sus embestidas más rápidas y duras, luego de unos minutos llegaste al orgasmo pero el seguía embistiendo, "vamos bebé, solo aguanta un poco más", embistió un par de veces más mientras tu gemias por la sobre estimulación que estabas sintiendo, cuando el llego a su orgasmo tu llegaste al segundo, no retiro su pene hasta que se aseguró que todo su líquido quedara dentro tuyo, con un dedo tomo algo del líquido que se había escapado y lo llevó a tu boca, chupaste todo el líquido de sus dedos.
Sus noches siempre eran así largas e intensas sesiones de sexo que terminaban con ustedes dos abrazados, el y tu nunca tenían suficiente siempre querían más del otro.
