"Amada mía, ¿cómo estás?, espero que estés realmente bien yo estoy aquí como todos los días extrañandote, ansiando ver tus ojos luminosos de nuevo. No tengo nada nuevo que contarte, ya sabes, el trabajo me tiene ocupado todo el tiempo pero soy feliz haciendo lo que amo, mis amigos ansían verte también dicen que extrañan bromear contigo y la comida que haces (yo también extraño eso). En fin espero poder escribirte la próxima semana, en poco tiempo estaré abrazandote de nuevo solo espérame. Te amo.
Atte: Doyoung."
Leíste por tercera vez la carta que tu prometido había enviado hace ya un mes estabas algo desesperada pues no tenías noticias de el. El acostumbraba escribirte cada semana mientras estaba de viaje con sus amigos y banda por eso tu exaltación al no recibir noticias, se comunicaban por cartas ya que controlaban su celular casi todos los días para evitar conflictos con la gente, algo extremo pero ninguno de los dos podía hacer nada con respecto a esto, solo saliste de tus pensamientos cuando oíste el sonido de tu celular indicando que tenían una llamada.
-Hola Tae, ¿sucede algo?- viste el nombre del contacto, tu queridísimo amigo Taeyong estaba del otro lado.
-Creo que tenemos un problema- su voz sonaba más cortante de los demás como si estuviese enojado.
-¿Que sucede?- te pagaste de la silla en la que estabas sentada esperando su respuesta.
Resulta que la empresa se había enterado de la relación que mantenias con el miembro del grupo y querían hablar contigo y el inmediatamente. Sin dudarlo fuiste allí para encontrarte en una oficina con tu novio completamente serio, al voltear a verte suso jos se iluminaron pero ni siquiera sonrío.
La charla comenzó de forma tranquila, su jefe pregunando todo tipo de cosas de su relación, cosas que ambos contestaban con total seguridad y tranquilidad.
-Es ella o tu carrera- Era algo que carecía totalmente de sentido, el no tenía porqué pasar por aquella situación ni tu tampoco.
-No voy a elegir entre lo que amo hacer y la persona que más amo, creo que es usted quien debe comprender que en mi vida privada puedo hacer lo que quiera y estar con quien quiera. Si nos disculpa nos vamos a retirar, llámame cuando tome una decisión- tomo tu mano y salieron de ahí.
Si ambos eran felices y podían seguir siendo eficientes en el trabajo no debería haber ningún problema, la gente que no lo quisiera apoyar se podía ir al diablo, eso era lo que pasaba por la cabeza de él.
Día después ambos se encontraban en el sofá viendo una película mientras tu estabas apoyando tu cabeza en so regazo y el acariciaba tu cabello y de pronto recibió una llamada, se levantó para atender y minutos después regresó.
-Eran ellos, dijeron que podríamos seguir juntos siempre y cuando no causemos alboroto- se sentó a tu lado mientras lanzaba su celular sobre la mesa frente a él.
-Esto me parece totalmente absurdo- realmente no tenía nada de sentido las decisiones que tomaban.
-A mi también pero son las reglas y me guste o no deberé aceptarlas, si pudimos hasta ahora podremos contra todo siempre cielo- el sonrío mientras con su mano derecha movía un mechón de pelo que obstruia tu vista.
-Lo sé, si estoy contigo puedo aguantar cualquier tormenta- tomaste su mano y la acariciaste.
-Tambien yo, eres quien me mantiene fuerte y me sostiene en mis peores momento, eres mi luz de luna- dejo un beso sobre tus nudillos y te miro con ese brillo que solo el tenía.
-Te amo- susurrar luego de besar tiernamente su mejilla.
-Te amo- repitió sonriendo mientras mostraba sus dientes.
"Amada mía, aquí estoy escribiendote de nuevo, te extraño cada día más pero falta muy poco para que pueda volver a verte, te amo con todo mi corazón mi luz de luna.
Atte: Doyoung"
Una nueva semana recibiendo su carta, eras feliz leyendo las cosas que hacía, eras feliz sabiendo que ya no tenían que esconderse sin embargo el siempre iba a preferir enviarte cartas de amor en donde pudiera plasmar todos sus sentimientos en palabras aunque jamás podría expresar cuanto te amaba.
