Dulces Mentiras

04

El aroma varonil de ese apuesto joven sigue presente en sus fosas nasales; trata de no reír al sentir las miradas de sus compañeros que estaban sentados al fondo de esa oficina. Voltea ligeramente para saludarlos y presentarse, en su mente trata de recordar que el nombre de cada uno de ellos. 

<< El de lentes es Ernest, mientras que el de barba es Omar >> 

Conversan sobre quienes tienen el control de aire acondicionado y sobre el tiempo que lo tienen en modo 'frío'; pero se quedan callados al ver ingresar a Max a la oficina con una gran sonrisa en su rostro. 

—¿Te publicarán tu novela, 'bro'?
La pregunta de Ernest tiene un tono de broma.

Para todos los trabajadores y no trabajadores de la Editorial Xian, conocían el gran deseo de Max por publicar su novela. Muchos comentaban que puede hacerlo sin necesidad de trabajar ahí, pero más se empeñaba en que la señora Shanak aprobara uno de sus tantos escritos.

—Sí, tengo que trabajar duro con un reportaje al igual que modificar unas cosas de mis escritos y en unos meses lo publicará
Responde contento, tomando asiento en su escritorio olvidando por completo la presencia de Abby, quien lo espera para que le dé ese recorrido por toda la empresa.
—Toda mi vida esta teniendo ese camino que tanto quería, primero Janeth acepta salir conmigo, ahora con eso, no sé que más pedir

Disimula toser un poco Abby para que él la voltee a ver —La señora Shanak comento que me daría un recorrido, Max, ¿quiere que lo pospongamos? —los ojos de estar admirando la pantalla de su computador, se dirigen al rostro de ella

Niega poniéndose de pie, mientras la toma de la mano para salir de la oficina y comenzar con el recorrido. Mostrándole que todas las oficinas comparten paredes de vidrios, por lo que absolutamente todos se dan cuenta de lo que están trabajando y lo que están haciendo, la decoración es absolutamente todo de color blanco, escritorios, sillas, tapetes. Comentando que tras el fallecimiento de León, la nueva dueña opto por quitar todo lo rojo que le recordaba a un viejo amor, dejando todo de color blanco. 

Continúa explicando que tenían una regla de vestir todos de blanco, excepto los jueves que fue cuando falleció el padre de Hasse. Los únicos lugares que tenían paredes es la cocina, los baños y la antigua oficina del señor León. Le indica donde puede guardar su comida e incluso hacerse una taza de café.

—Casi no tomo café, de hecho trato de tomar en ocasiones muy, muy especiales— observa como por medio de la gran altura tiene una bella vista de Farlens

—Cariño, todos toman café aquí
Le responde pasando su brazo por los hombros de ella
—Sigamos con el recorrido

Aún lado de los baños hay una puerta, por lo que al abrirla se percata que son las escaleras de emergencia, pero en vez de bajar; suben para llegar así al mejor lugar. La expresión de Abby una vez estando arriba es de sorpresa, las nubes, el cielo lo sentía tan cerca al mismo tiempo que tan lejos.

—Aquí tenemos el helipuerto, el señor León antes lo usaba constantemente por sus viajes de último momento a Paris, Italia, México, Guatemala, Bali —Observa la enorme plataforma circular, sin encontrarse con un helicóptero —Sé que falta el vehículo andante, pero ese está en Bali, fue la última vez que lo uso la familia Xianguerotti

—Es muy bello este lugar —de sus labios se escapa una sonrisa —Será mi lugar favorito

Caminan hasta la barda alta para recargarse —Lo sé, también me gusta venir aquí, para poder tomar decisiones cuando no tengo cabeza —dice —aunque, no era tan secreto cuando entre porque lo usaba mucho Hassel con su novia

—¿Su novia?

—Sí, de hecho mañana llega aquí a la oficina, de seguro te va a caer muy bien— respira —es un amor ella, si yo fuera Hasse nunca hubiera dejado que se marchara. Habría ido por ella al aeropuerto y le confesaría que es el ser más dulce que nunca había conocido

Ríe —¿Te gustaba?

—¿Renée? ¡A quién no! Tremenda belleza no es tan sencillo olvidarse de ella, pero yo respeto mucho el código de amigos y aunque su relación se termino hace tiempo sigo respetándola como el primer día que la vi —le responde —aunque han habido muchos rumores, que si estaba en una relación con un príncipe o un modelo, pero nada se ha confirmado

Levanta su cabeza para verlo —¿A qué se dedica ella?

—Tiene la carrera de derecho, su padre es dueño del mejor despacho de Abogados que hay en todo el mundo, pero ella siempre quiso estar relacionada al diseño, organizar y planificar; por lo que tomo un diplomado sobre relaciones públicas y es lo que hará aquí, va ha tratar de demostrarle a su padre que su destino es estar aquí, como publicista 

Asiente —Creo que debemos de bajar, Max, no quiero que al ser mi primer día y me regañen

Caminan hasta la puerta de color verde para volver a bajar por esas escaleras y llegar a su piso. Avanzan hacia su oficina y al caminar sobre la recepción se percatan de la mirada poco agradable que mostraba Mar hacía ese par. 

Al llegar a su oficina comienzan a trabajar de acuerdo a los pendientes que aún tenía Hasse y sobre unos archivos que tiene que estar alimentando con las estadísticas. Lleva su mouse del lado derecho inferior, mostrando el fondo de pantalla. En este se percato que había una foto de Hasse con un traje negro y corbata de rayas naranjas, abrazando a quien fuera en ese entonces su novia. Renée, muy contentos. 

Suspira. 

No negaría que es muy guapo, como tiene esa sonrisa de lado; pero también sabe que es el hijo de los dueños y hay una gran diferencia tanto económica como costumbres que pudieran imposibilitar tener algo con él.

—Quita ese fondo de pantalla, yo se lo puse a Hasse para que recordará lo feliz que era con Renée, pero no creo que haya ayudado con su relación —mueve el mouse para que deje que mostrarse la foto y continuar trabajando con las explicaciones de Max.

En su escritorio tenía una carpeta con unos cuantos bocetos que también tenía que leer y corregir las faltas de ortografía, así como de redacción. Provocando en ella una sensación de querer dormir, pero niega su cabeza al sentir como perdía el control de esta.

Los 'chicos del fondo' se retiraron a las siete de la noche, al igual que el resto de gente. Dejando solo a ese par, junto a la señora Shanak, que al asomarse para ver su oficina solo tecleaba cosas en su computadora y hacía llamadas.

—Dejemos esto por hoy— se recarga en su respaldo tronando su espalda —Tengo una cita

—¿Con Janett, verdad? —pregunta riendo

Se reincorpora inmediatamente al escuchar el nombre de esa mujer —No, iré a cenar con mis padres, le cancelé ya que había olvidado que tenía ese compromiso con ellos —se excusa —¿te parece si salimos un día? Para festejar tu nuevo empleo, cariño

Asiente, mientras guarda su libreta roja y su botella de agua en su mochila. Apaga su computadora y salen de ahí, disponiéndose a bajar por el elevador. Mar sigue ahí, pero al verlos salir juntos solo se reserva darles las buenas noches.

—Buenas noches, Sandra, debes de hacerle un nuevo gafete a mi amiga, que ya trabajará aquí —le guiña el ojo —que pases una linda noche, cariño

Suspira Abby, caminando hacia la salida y poder dirigirse a la parada de autobús. —Hasta mañana, Max

—Hasta mañana, cariño
Se despide con su mano agitándola de un lado para otro.