Dulces Mentiras

01

Nunca dejes que tus miedos te impidan hacer eso que tanto amas

Las palabras de su madre resuenan en su cabeza, mientras ella se trata de convencer que todo saldrá bien. Que no importa lo que suceda en esa entrevista, debe de dar lo mejor de sí.

Sube su mirada para ver lo alto que esta ese edificio y una X roja en medio, resaltando la inicial del apellido del fundador de esa empresa internacional que ha producido grandes éxitos, se dirige hacia la recepción adornada con un enorme candelabro en medio, tulipanes en la sala de espera y una pantalla enorme detrás de la recepcionista mostrando la historia de como ha evolucionado desde la cochera hasta las nuevas oficinas.

Respira profundo antes de hablar, se acomoda su blusa lila y ese saco blanco. Sume su estomago para verse más esbelta al ver a la recepcionista.

—Hola, buenos días, vengo a una entrevista con la sra. Xianguerotti
Trata de ocultar su nerviosismo 

—Debes de ser Anastasia—<< no, mi nombre es Abby>> piensa —, claro. Creo que debo de informarle que el señora Xianguerotti tuvo que salir por una emergencia, sin embargo, pudiera dejarme su currículum y con gusto se lo hago llegar a ella 

<< ¿Será buena idea? Al fin y al cabo, no tengo nada que perder >> 

—Bien, dígale que vengo recomendada por el maestro Lomelí, de la Universidad de Farlens, muchas gracias

Deja aquella carpeta azul marino en la recepción blanca. Teniendo la esperanza de que pudieran hablarle y ser aunque sea una becaria. 

Realmente necesitaba el trabajo, al ser su último semestre en la Universidad las becas dejan de darles tanto apoyo ya que se cree que tienen un trabajo estable y les dan prioridad a los estudiantes de primer grado.

No había sido tan sencillo el poder obtener un trabajo, en muchos lugares se espera que tengan la experiencia necesaria para poderlos aceptar. Sin embargo, en muchos de ellos no dan la oportunidad de poder ir generándola.

Mientras tanto, la recepcionista se levanta para llevar el currículum a las oficinas del último piso. Subiendo por el ascensor, moviendo sus caderas de un lado para otro, resaltando esas curvas estilo Kylie Jenner. 

—¡Buen día, sr. Hasse! Me dejaron estos papeles para la Sra. Xianguerotti
Se pone nerviosa al ver ingresar al hijo del dueño de la empresa.

No es un mito que Hasse Xianguerott-Mendes  es uno de los hombres solteros más atractivos en toda Europa, su cabello castaño quebradizo, esos ojos avellana que tiene le dan el toque perfecto de ser un ángel caído del cielo, su seriedad, su voz gruesa y esa forma lenta de hablar. Te envuelven como un mar de tranquilidad.

—¡Buenos días, Sandra! —La saluda —Si gusta, yo le llevo esos papeles

A pesar de ser uno de los hombres más importantes y millonarios, siempre se comporta como todo un caballero con todos. 

—Gracias —la rubia esvelta trata de pensar en algo más que decirle —¿ya vio la nueva película que anuncian en los cines?

Sin despegar su mirada del frente niega con su cabeza —Creo que sería conveniente que la viéramos y pudiéramos charlar de esta

El corazón de Sandra comienza acelerarse, nadie había podido lograr tener una cita con él

—¿Cuándo quiere que vayamos?

Baja la cabeza riendo de lado —Por lo general, voy solo a ver películas, pero usted puede ir con su novio o amigas y en otra ocasión que nos encontremos en el elevador poder conversar que tal nos pareció —se abren las puertas del último piso —si me disculpa, señorita, tengo muchas cosas que hacer