—Nos vamos a las doce, así que tienes oportunidad de sacar tus pendientes o al menos regar las flores — se ríe un poco, caminando de regreso a su oficina privada.
—Entonces... ¿aceptas mis disculpas?
Regresa su vista para ver a aquel chico alto, mostrando una sonrisaBaja la mirada —Nunca nadie me había dado...
—¿Lilis?
—No, flores —toma unos cuantos —la única vez que recibí unos fue porque yo me los auto-mande para demostrarle a unas personas que también era importante— dice —no tienes porque disculparte, Max, eres un chico que no teme expresar sus sentimientos, eres transparente y eso me agrada
—¿Pero? Siempre existe un 'pero'
—Bueno, es solo que ahora estoy concentrada en sobresalir en el trabajo para que pueda tener un trabajo estable, no quisiera que la señora Alexa se molestará por estas cosas románticas que haces —dirige su vista a la oficina de su jefa —le guardo mucho respeto a ella y no quisiera que se malinterpretará algo
—¿Te quedarías tranquila si hablo con ella?
Levanta sus cejas Aïsha y con eso fue suficiente para que Max saliera y se dirigiera a la oficina principal.Toca un par de veces, esperando autorización para entrar.
—¡¿Necesitas algo?!
Sus manos comienzan a temblar, ese tono de voz significa que esta demasiado enojada y apenas van apenas 20 minutos de que llegaron a la editorial.
—Solo quería saber si necesitaba usted algo, la veo un poco estresada y quisiera ayudarle
Lanza su teléfono a su escritorio de cristal —En realidad, dígame que necesita, Maximilliano ya que no trae su agenda o cuaderno en donde apuntar mis pendientes y sabe bien que me molesta que no lo utilicen cuando estoy hablando. Segundo lugar, aunque quisiera no puede ayudarme —ve nuevamente como le llegan notificaciones de mensajes por parte de Ulec —, por otra parte
Comienza a teclear en su computadora y segundos más tarde de su impresora salen varias hojas.
—Dale a firmar estos papeles a tu cenicienta, en cuanto puedas. Ulec el abogado de mi esposo esta viendo la posibilidad de salir de Balí, pero por más que contacto a personas de allá no lo pueden retener tanto tiempo como lo necesito
—Pero, ¿cómo lo haré?
Sus ojos azules lo ven a él sin decir nada
—Creo que ya veré que se me ocurre para que los firmeSale de esa aterradora oficina y va hacia el baño de hombres para poder leer lo que contiene esas hojas.
—Bla, bla, bla, aquí —con su mirada va a la parte más importante —renuncio a la herencia que me dejo mi padre el señor León Xianguerotti, dejando todo en manos a la viuda [...] al firmar este documento me comprometo en no demandar ni requerir que se haga una investigación previa
< Mierda > piensa al leerlo, con esto se quedaría en ruina Aïsha, lo que le corresponde lo perdería completamente.
< ¿Estaría dispuesto a hacer esto? ¿que tanto puede llegar a crecer mi libro? No creo que pueda llegar a tener tanto impacto como quiero y todo por romperle el corazón a ella, mi futuro o el de ella > piensa, tratando de encontrar una pronta respuesta.
Guarda las hojas al escuchar como entran al baño
—¡Hey, Joshua! —lo saluda tratando de disimular —¿Trabajando duro o durando en el trabajo?
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Dulces Mentiras
RomantizmLa vida de Abby Moreno se vería interrumpida tras obtener el puesto que tanto deseaba en la editorial Xiangherotti, llevando a conocer a dos apuestos chicos que sin imaginar le traerían una serie de problemas por su conocimiento. No odias tu cuerpo...