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Jeongin no lograba articular las palabras adecuadas para hablarle sobre su embarazo a Hyunjin. Luego de haberlo platicado con Jisung por milésima vez en lo que llevaba del día, se llegó a la conclusión por parte de ambos que lo más viable era soltar la frase tal cual era porque no había forma de decirlo de otra manera menos directa, quizás al final de la oración después del "Estoy embarazado" podía agregarle un bonito "¡Sorpresa!" para aligerar la tensión.

El inicio de clases había comenzado nuevamente una semana y media atrás, lo cual significaba que su trabajo de tiempo completo había concluido aunque gracias a su buena puntualidad y excelente desempeño laboral, su jefe le había dado la oportunidad de presentarse una hora después de salir de clases e incluso dejándole salir un poco más temprano que los demás. Tal vez el sueldo iba a verse afectado pero para Jeongin no había problema, él podía arreglárselas para no descuidar a su bebé.

Jeongin había planeado a la perfección su encuentro con Hyunjin y sobretodo se había memorizado las palabras que Jisung le aconsejó decir antes de soltar la bomba e huir. Mentira, él no podía huir porque de ser así Jisung se encontraría afuera de la casa de Hyunjin con algún tipo de artefacto peligroso para amanezarlo y hacerlo volver a entrar y arreglar las cosas.

-Ya voy, no me presiones que me dan ganas de vomitar.-habló Jeongin entre dientes y no exactamente por estar irritado, más bien por el tiritar de sus dientes que era debido a los nervios.

-Vamos, Jeongin, yo sé que tu puedes ir y enfrentar a la bestia.-le animó.-Y si él se niega yo prometo ir a partirle su mad-...

-¡Ya entendí!

Antes de entrar, por último Jeongin le echó un vistazo a Jisung y este le devolvió la mirada; una llena de fortaleza y comprensión. El pelinegro dio inicio a una corta caminata hasta llegar a la puerta de su pareja y tocó el timbre un par de veces. La espera le parecía eterna a pesar de haber pasado menos de quince segundos después de haberle llamado, así que para disipar sus nervios su mano recorrió con suavidad su vientre.

-Hey, bebé.-musitó Hyunjin tras abrir la puerta y darle el pase.-Llegaste más temprano hoy, ¿me extrañaste?-Jeongin dio media vuelta con ayuda de la mano de Hyunjin sobre su cintura y pronto sus labios fueron consumidos por los de su pareja en un beso lento.

-Siempre lo hago.-habló cuando se separaron y bajó su mano hasta alcanzar la de Hyunjin para unirlas.-Pero justo hoy mucho más, todo porque Minho no quería compartirte conmigo.-bromeó, fingiendo una voz chillona.

-Bien podría decir lo mismo de Jisung. Todo el día estuvieron juntos hablando tan misteriosamente, ¿traen algo entre manos?

Sus palabras tomaron por sorpresa a Jeongin e incluso Hyunjin lo notó cuando comenzó a toser. El rubio palmeo con suavidad su espalda y solo así Jeongin pudo tranquilizarse.

-Y-yo... bueno... la verdad es que estoy aquí para hablar contigo sobre algo.-murmuró bajando su cabeza y juntando sus manos sobre su pelvis.-Es algo muy importante y bastante delicado.

-Me estás asustando, ¿qué sucede?-preguntó con preocupación sin dejar de mirarle.

-Vamos a sentarnos, esto tomará tiempo.

Ambos se dirigieron a la sala y tomaron asiento uno a lado del otro. Antes de que Jeongin planeara ir a la casa de Hyunjin, se aseguró de que su madre no se encontrara ahí, esa era la razón por la cual Jeongin podía estar completamente cómodo y seguro hablando sobre lo que estaba a punto de confesarle.

-Solo necesito que me escuches, que me comprendas y te pongas en mis zapatos.-dijo Jeongin, pronunciando cada una de las palabras con énfasis sin dejar el tono suave de su voz y recibiendo un asentimiento por parte de Hyunjin.-Hace algunos meses atrás, exactamente aquella vez cuando me pediste venir a tu casa a pasar el rato...-aclaró su garganta.-T-tú y yo hicimos cosas esa noche, ¿lo recuerdas?

-Lo recuerdo.-musitó con seriedad y sus pobladas cejas se fruncieron por la curiosidad.

-Despúes de eso tuve algunos síntomas extraños en mi cuerpo. Algo andaba raro en mi, algo había cambiado.-sus manos se frotaron entre sí cuando comenzó a sentir que estas sudaban.-Yo no lo comprendía hasta el día que lo hablé con Jisung y él me explicó lo que podía ser así que yo decidí verificarlo a pesar del enorme miedo que sentía.-suspiró con pesar y sus ojos vacilaron cuando su mirada chocó con la de Hyunjin, pues aquellos orbes llenos de lágrimas indicaban una sola cosa.

Luego de unos minutos sumergidos en un silencio tenso e incómodo, Jeongin volvió a hablar, esta vez dejando fluir el mar de lágrimas.

-Estoy esperando un hijo tuyo.

Chiquito, pequeño, bonito | HyunIn.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora