Chiquito, pequeño, bonito | HyunIn.

Epílogo

Dentro de esas cuatro paredes solo se podían escuchar los chasquidos de sus labios cada vez que se separaban para tomar un poco de aire.

Lo cierto era que ningún de los dos era consciente de cómo habían terminado en esa situación tan acalorada. Si mal no recordaban, estaban en el restaurante disfrutando de una rica cena.

Jeongin empujó con diversión el cuerpo de su novio al sofá, luego sentándose sobre él, dejando cada una de sus piernas a cada lado de su cadera. Por su parte Hyunjin se encargaba de pasar sus manos por todo su cuerpo, sin dejar ni un solo espacio sin tocar.

-Umm...-gimió Jeongin, deteniendolo sin mucho esfuerzo, quedandose entonces unos minutos más disfrutando de los besos lentos y apasionados que le daba Hyunjin.-Espera, tengo algo que mostrarte.-se separó y lo miró con una sonrisa tímida.

Ahora que estaba frente a él no era tan fácil como se lo había imaginado, todo su valor y coraje se habian ido por la borda.

Hyunjin lo miro con confusión, indicándole que continuará.

-Y-yo...-carraspeo, de pronto su garganta se sentía seca.-¿Podemos ir a la habitación?-susurró.

-¿No te gustaría hacerlo aquí?

Jeongin rió y negó. No tenía problema con eso pero se había esforzado bastante con la sorpresa y no iba a dejarlo solo así.

-Esta bien, tu mandas.-Le guiñó y cuando estaba por ponerse de pie Jeongin lo detuvo, parándose primero para luego salir casi corriendo a la habitación. Había olvido las velas. Debía encenderlas.

-¡Ya puedes venir!-le gritó desde adentro. Estaba ansioso, nervioso.

Hyunjin soltó un par de risas pero no ese tipo de risa burlona, más bien una risa traviesa, sexy. Caminó hasta su habitación con lentitud y abrió la puerta ya que se encontraba cerrada.

Sus ojos se agrandaron, estaban brillantes, felices. Jeongin le sonrió cuando lo miró y acortó la distancia para luego plantar un par de besos en sus mejillas.

-Sorpresa~-murmuró suavemente, rozando sus labios con los contrarios.

-Eres increíble, mi amor.-su boca no se hizo esperar y atacó con insistencia la de Jeongin, quien torpemente trataba de seguirle el ritmo. Una vez acoplandose a él, Hyunjin lo guió a la cama, dejándolo caer en esta suavemente.

Las manos de Hyunjin picaban por tocar más allá de la tela, necesitaba sentir su piel y lo suave que era esta. Había extrañado esos momentos de intimidad y no hablaba tan precisamente del sexo. Tenerlo una noche para él, hablar, reír, dejar las preocupaciones lo habían hecho valorar los pequeños momentos junto a él.

Ambos se deshicieron de sus zapatos, luego Jeongin le ayudó con la ropa y cuando Hyunjin estaba por quitar la contraria, Jeongin lo detuvo, colocando sus manos sobre su pecho en forma de cruz.

-¿Qué pasa, amor?-preguntó con confusión.

Jeongin lo miro con vergüenza, sus mejillas estaban rojas, su cabello despeinado y sus labios hinchados. Hyunjin pensó que era el hombre más hermoso del mundo.

Sus manos se pasaron por su cabello, intentando peinarlo y sus labios besaron su frente, logrando que Jeongin se sintiera seguro.

-Debajo de esta ropa hay otra sorpresa.

Hyunjin lo miró sorprendido, ¿era lo que estaba imaginando?

-¿Estas embarazado otra vez?

Jeongin se burló, su risa siendo escandalosa y asustada.

NO.

NO LO ESTABA.

Y estaba seguro de que no lo estaría por un largo, muy largo tiempo.

-Tonto-le dijo sin parar de reír.-Nosotros ni siquiera lo hemos hecho.-golpeó suavemente su frente.

Hyunjin soltó el aire que había estado reteniendo, siendo ahora su turno de reír.

-¿Entonces...?-preguntó ahora más confundido.

-Descubrelo.

Jeongin apartó sus manos y Hyunjin no perdió tiempo. Quitó su ropa con lentitud, logrando ver poco a poco el encaje que se ceñía a la piel blanca de Jeongin.

-Oh...-pasó saliva.

De pronto el clima pareció cambiar. El lugar se sentía caluroso, bochornoso. Sus cuerpos estaban calientes, Jeongin podía ver la frente sudorosa de Hyunjin y aunque se sentía demasiado expuesto ante su mirada no se apartó.

-Eres tan...-mordió sus labios.-Iba a decir una marranada.-se burló y negó.-Pero Dios, quiero hacerte el amor toda la noche.-casi gritó.

Jeongin le sonrió, asintiendo.

-Me he preparado durante un mes para este momento.-bromeó.-Luego del primer round iré a preparar café.

La habitación se lleno de sus risas y ambos pensaron en lo bien que se sentía escuchar la risa del otro.

-Estoy listo. ¿Tu estas listo?-comenzó a besar su cuello.

-Lo estoy, pero...-lo detuvo.-Antes tengo otra sorpresa.

Su corazón latía con una fuerza impresionante, la verdad era que no tenía contemplado lo que estaba por decir pero ya que estaban ahí, los dos, sumergidos en su burbuja de amor, supuso que sería buena idea decirlo.

-¿Pero...?

Para ese entonces Hyunjin se había separado, solo un poco para verlo.

Bien, era ahora o nunca.

-¿Tequierescasarconmigo?

Hyunjin frunció el ceño, ¿había escuchado lo que había escuchado?

-¿Cómo?

Jeongin suspiró, no se sentía menos nervioso pero ¿que podría salir mal? Ellos se amaban, mucho y tenían un lindo bebé. Entonces tomó sus mejillas y le dio un beso antes de volver a hablar.

-Que quiero que te cases conmigo. ¿Podrías aceptar, por favor?-sonrió.

Hyunjin sonrió, un poco decepcionado porque el quería hacerlo, pedírselo. ¿Acaso Jeongin había estado leyendo sus conversaciones con Jisung? Sospechoso. Pero como fuera, ahí estaban y los dos lo querian.

-¿Tu podrías aceptar, por favor?-le habló con emoción, la felicidad desbordando por cada poro.-¡Por Dios, si! ¡Claro que quiero!

Lo besó. Era un beso torpe porque las sonrisas en sus rostros no tenían la intención de desaparecer.

Ambos chicos se miraron tras unos minutos, haciéndole saber al otro que habían tomado una buena decisión.
A pesar del miedo que habían tenido al principio, luego de que Jeongin se enterara de su embarazo, este no había siquiera pensando en no hacerse cargo de su bebé, al igual que Hyunjin. Era su decisión contra la del mundo.

Jeongin aprendió mucho. Durante y después porque no había sido fácil tomar el papel de "madre", pero no había sido tan difícil aprender, quizá todo se debía a su ilusión de tenerlo. Demostró que podía y que seguiría haciéndolo bien, su vida no se había frenado, no. ¿Cómo su hijo iba a ser un impedimento? La sociedad vivía de esas ideas antiguas. El seguiria preparándose al igual que su ahora esposo, los dos como equipo y buscando siempre la manera de salir adelante por ellos y por su hijo.

Entonces se dio cuenta que después de todo no habia sido tan malo.

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HOLI. Hasta aquí ha llegado este fanfic💗 quiero agradecer el apoyo, apesar de que me tardaba un buen en actualizar jejej pido disculpas): Nunca creí que esta historia llegaría a ser leída por bastantes personitas, pero ahhhh me siento muy feliz de que si y hacerme saber que si les gustó.
Espero en un futuro volver a hacer un ff de este ship<3 ¡Nos seguimos viendo! Coman bien. 🥰

Dato curioso: No quiero tener bebés.

En fin. Va a terminar más larga la despedida que el capitulo JAJAJAJ PERDON.

Adiós.~ 💗💕

(No se tomen todo tan enserio, recuerden que es un fanfic)