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Si antes el turno pasaba demasiado lento, en esos momentos pareciera como si el mismo tiempo estuviera teniendo algún tipo de competencia con él.

El reloj marcaba las ocho en punto y su momento de salir del local había llegado, era ahí donde gritaba de felicidad porque podía llegar a casa y acostarse a descansar pero la situación esta vez era diferente... demasiado.

No estaba feliz, para nada. Estaba asustado.

Hyunjin conocía a sus suegros o al menos esa faceta linda y adorable que habían demostrado todo este tiempo para él, asi que temía de la actitud que tomarían en el momento que los tuviera enfrente. Solo esperaba con todo su enamorado y miedoso corazón que todo saliera bien.

-¿Listo?-preguntó a Jeongin cuando se encontró afuera.

Jeongin solo negó, volviendo su rostro a tornarse asustado. Hyunjin por su parte le sonrió y dejó unos cuantos muchos besitos en sus mejillas para calmarlo, a Jeongin no le hacia bien tener esas emociones ya que todo lo resentía su hijo.

-Vamos, ¿que puede salir mal?

...

-Si, definitivamente algo puede salir mal, ire por mamá.-dijo Hyunjin apenas pisaron un pie afuera de la casa, sabia que sus suegros estaban ahi, las luces estaban encendidas y podia observar por medio de la ventana la silueta del señor Yang en la sala.

Jeongin le miró con ojos llorosos y un puchero en sus labios porque Hyunjin era demasiado capaz de salir huyendo porque a fin de cuentas ambos seguían siendo unos inexpertos chiquillos.

-Es broma bebé, no voy a irme ¿de acuerdo? Solo entremos y acabemos con esto de una vez.

Y como si la vida de verdad odiara a Hyunjin, su suegra abrió con rapidez la puerta justo cuando terminó de hablar. La señora Yang entrecerró los ojos y con su dedo indicie les indicó que entraran.

-¡Pasen ya!-les gritó cuando ninguno de los dos se movió.-Tampoco me los voy a comer, solo entren.

La pareja se miro mutuamente por unos segundos y después Jeongin empujó nada sutil a Hyunjin para que él caminara primero y asi seguirle por detrás con inseguridad.

Definitivamente le iba a dar una paro cardíaco a los dos. Nignuno se esperaba encontrar a la señora Hwang sentada tomando una taza de café mientras platicaba animadamente con el señor Yang. Pero como todo estaba en contra de ambos, la actitud de la señora Hwang cambió por completo cuando los miró.

-Por fin llegaron, ¿por que demoraron tanto? ¿Acaso no pensaban venir?-dijo con seriedad y miró directamente a los ojos de su hijo. Hyunjin solo negó cabizbajo sintiéndose regañado.

-Siéntense, tenemos mucho de que hablar.

Esta vez habló la madre de Jeongin, un poco mas tranquila pero sin quitar su rostro de seriedad.

Una vez todo sentados se dio por inicio al bombardeo de preguntas.

-¿Por qué no nos dijeron nada?

Preguntó la señora Yang.

-¿Cuantos meses tienes? ¿Sabes que es?

Preguntó ahora la madre de Hyunjin.

-¿Estas alimentándote bien? ¿Tomando todas tus vitaminas?

Cuestionó una vez mas la madre de Jeongin.

-¿Por qué con Hyunjin? Habiendo tantos tipos.

Se miraron unos con otros cuando la pregunta del señor Yang llegó a sus oidos. Jeongin simplemente no pudo evitar reir y seguido de él, los demas hicieron lo mismo a excepción de la victima.

-¡Pero suegro!-dijo indignado.-Su nieto saldrá igual de guapo que yo, ya vera.

-Como si esas cosas pasaran.-se burló.

-Lamentamos mucho no haberles dicho todo esto antes... s-sabemos que debían saberlo pero teníamos de verdad mucho miedo de lo que pudiera pasar...-habló Jeongin, logrando que el ambiente volviera al del inicio.

-Si, es una noticia que si para nosotros fue demasiado supusimos que lo seria aun mas para ustedes pero pueden tener por seguro que en ningún momento dudamos de tener al bebé, nosotros de verdad estamos felices por esto.-dijo Hyunjin tomando la mano de su pareja.

-Y nosotros por ustedes. Tampoco son unos niños y saben lo que hacen, también saben que muchas cosas tienen que cambiar, ¿verdad?

Los dos asintieron.

-En cuanto a sus estudios seguiremos apoyandolos pero Hyunjin debe tener un empleo fijo para poder solventar los gastos del bebé... Y de un hogar.-les miro el señor Yang.

-¿U-un hogar?-dijo con horror Jeongin, soltando la mano de Hyunjin y alejándose con rapidez hasta llegar con su madre.

-Si, tienen que casarse para hacer esto mas formal y tener un hogar... El bebé debe tener a sus padres juntos.-siguió hablando el hombre.-¿Qué pensabas Jeongin? Seguirá siendo esta tu casa, eres mi hijo y siempre serás bienvenido pero debes formar también tu pequeña familia.

Jeongin se negó rotundamente, huyendo hacia su habitación, no queriendo escuchar mas de eso.

¿Y Hyunjin? Hyunjin estaba con el corazón roto.

Chiquito, pequeño, bonito | HyunIn.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora