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Los siguientes días siguieron su ritmo con normalidad. Jeongin podía notar algunos mínimos cambios en su cuerpo, cómo lo era la falta de sueño -nada de que preocuparse-según la conclusión de Jeongin. Pues él mejor que nadie sabía que el verdadero terror se vería en el momento en que su abultado vientre se comenzara a notar.

Jeongin había hecho los cálculos, más o menos para saber el periodo de gestación que llevaba en esos momentos. Si bien recordaba, la última vez que mantuvo relaciones con Hyunjin fue hace alrededor de tres meses, así que suponía que era el tiempo en que su bebé llevaba resguardado en su interior. Había decidido no acudir al ginecólogo para no levantar sospechas, puesto que su madre era quien manejaba el dinero y pedir una suma grande, sería terriblemente cuestionado por ella y su padre.

-¿Estarás bien si me pongo en esta posición?-sus ojos se dirigieron a su casi plano vientre luego de recostarse de lado en la cama.

Al no notar ninguna incomodidad y  verificando que a su bebé tampoco le molestaba, decidió que el mejor plan para pasar ese fin de semana por la tarde, era viajar al mundo de los sueños y ser atrapado entre los brazos de morfeo.

[. . .]

Que corriera por su vida la persona que se atrevía a molestarle y privarle de su sueño. Aún siquiera sabía de quién se trataba y Jeongin ya estaba comenzando a odiar a la persona que movía su brazo de un lado para otro, con la intención de despertarlo. Al abrir los ojos, se percató de que la noche había caído y junto a ello un molestoso Hyunjin.

-¡Déjame, déjame!-gritó Jeongin con tristeza moviendo su cabeza de un lado a otro en negación.

¿Su bipolaridad también era parte de su embarazo? Por si o por no, Jeongin ya había dejado de responsable a su bebé, dado que a él también lo habían molestado al tomar su siesta.

-¿Qué pasa, cariño?-preguntó Hyunjin,  confundido y alterado.-¿Te duele algo?, ¿tuviste pesadillas?-bajo el tono de su voz.

El rubio que se encontraba de pie frente a su pareja, se movió para sentarse a su lado cuando éste comenzó a llorar. Hyunjin estaba confundido, bastante confundido y preocupado. Él no conocía esa faceta tan sensible de Jeongin y se golpeó mentalmente por no saber que hacer en esos momentos.

-¡Me duele que me despiertes cuando estoy durmiendo!-sollozó.-¡Tengo sueño, mucho sueño!

-¡Lo siento, cariño!-gritó alterado Hyunjin.

-¡No me grites!-Jeongin lloró más fuerte y le dio la espalda al rubio cuando este intentó abrazarlo.-Vete.

Las manos de Hyunjin se apretaron en puños por la frustración que le producía no comprender que era lo que realmente sucedía, así que sin ganas de seguir discutiendo -si es que era eso lo que estaban haciendo-, salió de ahí.

-T-tu papá es tonto, ¿a qué si? Tonto, tonto.

Chiquito, pequeño, bonito | HyunIn.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora