𝐘𝐨𝐮'𝐥𝐥 𝐀𝐥𝐰𝐚𝐲𝐬 𝐁𝐞 𝐘𝐨𝐮!~||❍︎𝐊𝐨𝐨𝐤𝐌𝐢𝐧 ||EN PAUSA

꧁✿ ７✿ ꧂

La noche había sido ajetreada, tanto para los hermanos Park como los Jeon.

Jimin, aún seguía con la espina de, ¿quién fue el que habló mientras estaba en comunicación con Jeon?

Es que... ¡Dios!

Estaba en parte molesto por la actitud distante del azabache cuando finalizó la llamada, pero también, le llenaba de intriga, quién era la persona que le llamaba con desespero.

La voz era tan idéntica a la del pelinegro, ¡por Dios! Le dolía la cabeza seguir pensando en lo mismo.

《¿Qué querías lograr realmente, Jeon? 》Se preguntó en conclusión.

Tras haber terminado de acomodarse en la cama, relajo su cuerpo y después, solamente, intentó dejarse llevar por el tren de los sueños.

Sin embargo, un punzón en el pecho le hizo quedarse viendo fijamente el techo.

— Cuándo te dignaras a solo decirlo, Kook —

No era tan tonto para no darse cuenta de cuando lo utilizaban, era muy sabedor de que la relación con Jeon no eran del todo sana, estar con él solo por sentirse protegido, tarde o temprano, le terminaría cansando y, sobre todo, saldría mucho más lastimado que lo sucedido hace meses.

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Mientras tanto, en la mansión Jeon.

JungKook, se encontraba recostado en la cama con los brazos flexionados como almohada, dándole vueltas a las palabras que dijo JungHyun, una y otra vez.

⏳|| — Si tienes algo con alguien, resguarda eso, Relish no se quedará quieto hasta que le hables —

— Me has interrumpido para decirme esta sarta de estupideces — dijo incrédulo.

— Sé que me aborreces, pero esta vez, debía de prevenirte antes de que, él se acerque a ti —

— Lo que sea que te haya hecho a ti, no me compete, y ese malnacido sabe con quién jugar y con quién no le conviene siquiera intentarlo — añadió con molestia.

— JungKook — JungHyun pasó una mano por su negra cabellera — solo cuídate que no tardara en ir por tu atención — le aconsejó. ||⌛

Mas suspendió el acto cuando la puerta fue tocada, y entre bajos bufidos fue abrir.

— Tu padre te espera en la sala — le dijo su progenitora de inmediato.

— ¡No puede ser! — juró realmente, estar dentro de una pesadilla — ¿A qué hora llegó? — cuestionó.

La fémina, suspiró.

— Hace media hora — le respondió.

— Entiendo — dijo sin más.

Su madre se dispuso a ir hacia la habitación contraria, y él no tardó en cerrar la puerta.

— ¡Maldita sea! — masculló bajo frustración.

Dos minutos más tarde, salió del cuarto y bajó hacia la sala.

Desde el antepenúltimo escalón, logró visualizar a su hermano, un surco se formó en su frente, estaba cansado de lidiar para todo con éste.

— Hasta que dignas a bajar —

Suspiró al escuchar a su padre.

— Buenas noches, padre — saludó sin nada de ánimos.