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🗣🍂ʜ̰ᴀ̰ᴄ̰ᴇ̰ ᴜ̰ɴ̰ᴏ̰s̰ ᴍ̰ᴏ̰ᴍ̰ᴇ̰ɴ̰ᴛ̰ᴏ̰s̰🍂

🕛|| Uno de los peores enemigos del ser humano, es la envidia, ese sentimiento de frustración ante la desdicha por no poseer lo mismo que tiene otro, sea en bienes, cualidades superiores u otra clase de cosas tangibles e intangibles.

La emoción de tristeza o pesar del bien ajeno, es el velo que te muestra lo que quieres tener, y gozar, pero que no puedes poseer, o volver a disfrutarle cuando se te ha escapado de las manos tras un simple error, como era el caso de Relish Raizel.

Raizel, miraba con desdicha a Park JiHyun, pues desde que le vio por primera vez, palpar, disfrutar la compañía de JungHyun, alguien a quien él tuvo, y se le escabulló de las manos por un mal paso dado, le aumentaba el sentimiento de envidia.

Verle ser observado por esas perlas negras con toques grisáceos que, un día, le admiraron, le frustraba, le molestaba demasiado. Tan solo se negaba a ver lo perdido con alguien más, por lo que se prometió hacer hasta lo imposible para volver a tener el "objeto" que se le fue de las manos.

Se levantó de la silla, y salió de la sección tras JungHyun haber salido detrás del pequeño Park. Claramente, sus ojos cargaban la determinación de no ceder ante los miles de desplantes que conllevaría el querer recuperar lo que ahora el castaño disfrutaba.

Llegó al pasillo de los baños, caminó hacia la puerta, y al ver que se encontraba cerrada, se aproximó para abrir, sin embargo, mordió con fuerza su labio inferior debido al grito de rabia que tuvo que callar, al escuchar los jadeos detrás de esta.

Casi soterrando las uñas en las palmas de las manos, suspiró y regresaba al salón de clases. No obstante, la ira se negaba a dejar que, estos avanzaran, que se quedaran ensimismados, detestaba en sí que Park JiHyun tuviera algo que aún consideraba suyo.

Por lo tanto, paró abruptamente, y tras ver hacia el área de rectoría, una leve sonrisa de victoria se plantó en sus labios.

Sin duda alguna llegó hacia el escritorio de secretaría, una mujer de unos veinticinco años estaba tecleando en el ordenador mientras veía unos folletos.

Relish, estaba ansioso.

《Veremos quién gana, Jeon JungHyun

Fue el pensamiento que tuvo tras ganarse la atención de la fémina.

Ésta le veía en cuestionamiento, por lo que, no titubeó en tan solo decir.

— El baño de hombres está bajo llave y creo que... — tomó una pausa — hay personas encerradas —

— Hmm... eso es extraño, las puertas de los servicios higiénicos siempre están abiertas — le dijo la mayor.

— Lo sé, pero se escuchaban sonidos... raros — agregó con dudas — quizás, alguno de los chicos grandes hizo alguna travesura — añadió.

La fémina no dudo en levantarse tras sacar un moño de llaves de la primera gaveta del escritorio.

— Iré a revisar, puedes regresar a tu salón de clases, chico — ordenó.

— Por supuesto y gracias — dijo Raizel ocultando la satisfacción de haber arruinado ese "mágico momento" entre JungHyun y el pequeño Park.

《Uno, y falta uno Canturreó en mente mientras regresaba al salón de clases.

Definitivamente, el sentimiento de envidia nubla la verdadera cordialidad del ser humano. Raizel regresó al salón de clases, sin percatarse del escrutinio de unos orbes azules por el bloque de casilleros.

𝐘𝐨𝐮'𝐥𝐥 𝐀𝐥𝐰𝐚𝐲𝐬 𝐁𝐞 𝐘𝐨𝐮!~||❍︎𝐊𝐨𝐨𝐤𝐌𝐢𝐧 ||EN PAUSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora