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Dos días acontecían desde que Relish Raizel, se juró acabar con el menor de los hermanos Jeon.

Caminando de un lado a otro dentro de su habitación, pensaba cómo llevar a cabo la majestuosa unión de falsedad que ambos hermanos mantenían con sus "nuevas relaciones".

— Ni crean que los dejaré ir tan fácilmente — siseó.

Caminó hacia el baño y tras remojarse el rostro, fijó la vista sobre su reflejo en el espejo.

— Quiero obtener nuevamente tu cariño, Kook — dijo con voz tenue — Dejarte en claro que, siempre supe que, el farsante entre los dos, eras tú — balbuceó.

Las lágrimas que empezaron a resbalar sobre sus mejillas, fueron retiradas de manera brusca.

Solemos confundir, cobardía por dignidad, sin embargo, a pesar de que la vida te puede garantizar el mejor aprendizaje, nadie se atreve a descifrar dicha lección...

— ¡No d-debía acabar así!! ¡No debía! — espetó aferrando las manos al borde del lavabo — C-Con ninguno debió de terminar de esa manera —

O simplemente, cuando nos damos cuenta de ella, es demasiado tarde.

Raizel, salió del baño tras limpiarse el rostro de las traicioneras lágrimas que resbalaron sobre sus mejillas.

— Park Jimin, y Park JiHyun, tienen algo que solo me pertenece a mí — dijo tras tomar su móvil, el cual, yacía en el buró al lado de la cama.

— No tengas piedad por recuperar lo que es solamente tuyo — se animó a sí mismo mientras buscaba un número telefónico en su lista de contactos.

Luego, tan solo se escuchó un "Bingo" por toda la habitación, seguida de dos replicas a otro móvil.

— Quiero que averigües acerca de dos personas — ordenó sin dar un "Hola" de por medio.

— Entiendo. Dame nombres, o sus apellidos — le respondieron, a lo cual, sonrió con altivez.

— Park — informó sin dudar un milisegundo.

— ¿Park? — cuestionó el "desconocido" — Dime el nombre completo —

Relish, se extrañó de la especie de asombro que se notó en el tono de voz de su "amigo".

— Park Jimin y Park JiHyun — respondió.

Y una risa cargada de escarnio al instante de terminar de pronunciar dichos nombres, hizo que se alejara el móvil del oído.

— ¿De qué te ríes? — inquirió con mandato.

Mas el sujeto tras la línea no dejó de reír.

— ¿Para cuándo quieres la información? —

La risilla continuaba, pero... ahora sonaba más a goce.

— En cuanto la tengas lista — respondió de inmediato Relish.

— Iré a tu casa alrededor de las dos de la tarde —

— ¿Qué? No, espera. En mi ca... —

— Hasta luego, dulzura —

Fue último que Raizel escuchó antes del "bip" de finalización de llamada, sin realmente, entender por qué sentía que acababa de firmar un trato con el mismo Diablo.

A veces, caemos al mismo vacío aun cuando consideramos estar muy consciente de lo que nos rodea.

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𝐘𝐨𝐮'𝐥𝐥 𝐀𝐥𝐰𝐚𝐲𝐬 𝐁𝐞 𝐘𝐨𝐮!~||❍︎𝐊𝐨𝐨𝐤𝐌𝐢𝐧 ||EN PAUSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora