𝐘𝐨𝐮'𝐥𝐥 𝐀𝐥𝐰𝐚𝐲𝐬 𝐁𝐞 𝐘𝐨𝐮!~||❍︎𝐊𝐨𝐨𝐤𝐌𝐢𝐧 ||EN PAUSA

꧁✿ １✿ ꧂

Las mañanas nunca habían sido tan sospechosas para Park Jimin, pues desde que abrió los ojos y se levantó animadamente de la cama, notó que, era muy de locos que su día empezara "tan bien" por así decirlo.

— ¡Mamá! — casi gritó desde la segunda planta mientras echaba su castaña cabellera color caoba hacia atrás.

— ¡Ahg! Deja de gritar, monstruo —

Y ahí estaba su hermano, siendo tan amable como siempre.

— ¡Ah! No te hablaba a ti, copia — le dijo pasando por su lado bajo una sonrisa — ¡Mamá, ¿dónde estás?! — volvió a gritar.

El contrario solo negó al volver escuchar los alaridos.

— Nunca cambias, hermanito — bisbiseó con una sonrisa divertida.

Jimin entró a la habitación de su madre para verificar si estaba ahí, más al ver que no había nadie salió, sin embargo...

—¡Chicos! —

Ese grito le hizo correr a más no poder hacia las escaleras topándose en el proceso a su hermano menor.

— Bajen ya, o se irán en el transporte público —

Y fue cuestión de segundos cuando ambos se vieron fijamente y empezaron a bajar entre empujones los escalones.

Mientras tanto, una hermosa mujer de cabellera negra, de 1.68 m, ojos color miel y piel casi de porcelana, escuchaba los tumbos tras tumbos que los menores hacían al bajar del segundo piso.

— Ustedes, ¡compórtense! — les riñó al verlos bajar como perros y gatos entre peleas.

— JiHyun empezó, mamá — señaló el mayor de los gemelos a su semejante.

— ¡¡Bleh!! Eres un nene — se burló el contrario ganándose un golpe en la cabeza por parte Jimin.

Y cuando iban a lanzarse para una pelea más, solo sintieron el jalón de orejas por parte de la mujer más hermosa, pero a la vez temible, o sea, su progenitora que los veía muy, pero muy molesta por sus actitudes infantiles.

— ¡Ah! ¡¡Mamá, suelta, suelta!! — cantaba JiHyun tratando de quitar las manos de su madre de su oreja.

— Les he dicho que se deben respeto y aprender a... —

Ambos se voltearon a ver.

— Amarnos como hermanos — balbucearon a lo bajo.

— No los escucho — repitió Minying.

— Mamá, ya lo dijimos — dijo Jimin esta vez y su madre ejerció presión en su oreja. — ¡¡Ah!! — se quejó. — A-Amarnos como hermanos — repitió con sus ojos acuosos por el dolor.

— Park JiHyun — llamó la pelinegra mujer. — ¡Dilo! — ordenó.

— P-Pero... —

La mujer se preparaba para agregar dolor, a lo que...

— A-Amarnos como hermanos —repitió rápidamente, Jihyun.

Seguidamente, Minying soltó a ambos menores.

— ¿Cómo es posible que tengan diecisiete años y no sepan a comportarse aun? — les riñó.

Jimin, se sobaba la oreja derecha.

— Es culpa de esta copia — dijo y tembló cuando su madre le miró de manera feroz. — Pero, ofreceré disculpas — añadió con una sonrisa fingida de oreja a oreja.