Al día siguiente...
La mañana en la casa de los Park fue altamente silenciosa, siendo tal pulcro mutismo el despierte de alerta en la madre del par, quien estaba demasiada extrañada, ya que sus hijos se caracterizaban por tener energía de sobra, por discutir en lo más mínimo y terminar en risas a causa de las absurdas discusiones.
No obstante, Minying no dijo nada -por el momento- respecto a la extraña situación, al contrario, dejó a los chicos en sus preparatorias correspondientes bajo el pensamiento de que, con el paso de las horas, los menores podrían llegar a una solución para la problemática que les tenía sumergidos en la distancia.
Sin embargo, la idea esperanzadora de la madre se encontraba lejos de la realidad que abordaba a ambos individuos.
Jimin entró a la preparatoria y, esta vez, no hubo despiste. Tras ingresar al edificio, caminó hacia el salón de clases, pero cuando estaba por entrar, una mano se cernió a su cadera y otra fue posada sobre sus ojos, obstruyéndole la vista. Claro estaba que alguien se encontraba a su detrás y, que reconocía de quién se trataba.
—Puedo ver que no descansaste —
Esa voz tan sutil, causó que un leve sonrojo se asentara en sus pómulos.
—¿Ahora eres un romántico empedernido, Jeon? — cuestionó, aunque cierto deje de nervios estuvieran esparciéndose por su columna dorsal.
Y amó cuando una suave risa repercutió en su canal auditivo derecho, provocando que su corazón latiera de prisa.
—¿No te gusta que sea lindo? —
¡Oh, Dios!
—Tu voz suena rara — alegó.
—Bueno, acepto que ser melosos no nos queda del todo —
—Mmhum — confirmó en un bajo siseo hacia el chico que no tenía ni idea de la subducción que desataba en su cuerpo con tan simples gestos.
—Pero... quería cambiar un poco la fría capa que intentamos mantener —
Tales palabras, sí que le sorprendieron.
—Espera — pidió, y soltó un leve suspiro al sentir que los finos labios de su novio yacieron en el lateral derecho de su cuello.
—Todavía espero una respuesta —
Controlando la serie de sensaciones que rebasaban su piel...
—Somos espontáneos — musitó.
—Lo sé, pero...
—Se quitan del camino, tengo que entrar a clases —
—Kim — dijo al unísono la pareja.
Un chico de cabellera semi-castaña, orbes cafés, labios gruesos, de piel levemente blanca y que medía un 1.81 metros, yacía de pie, casi al lado de la dupla, mirando con fijación la estrecha cercanía de los individuos a la vez que mantenía un libro entre las manos.
Tras Jeon voltear a ver al sujeto que irrumpió el habla de su chico, sostuvo la vista altivamente... y ¡Dios!, daba gracias tener las manos ocupadas, porque de no ser así, ya habría cometido un homicidio. Lentamente, retiró las manos de los ojos de Park, permitiéndole observar al causante de la interrupción.
—Es mejor que ingreses por el otro apartado, Kim — recriminó entre dientes al paso de segundo hacia el chico.
—¿Por qué tendría que hacerlo? —
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𝐘𝐨𝐮'𝐥𝐥 𝐀𝐥𝐰𝐚𝐲𝐬 𝐁𝐞 𝐘𝐨𝐮!~||❍︎𝐊𝐨𝐨𝐤𝐌𝐢𝐧 ||EN PAUSA
FanfictionNo siempre miramos bien lo que nos rodea durante el día, sin embargo, tratamos de mantenernos al compás de lo que nos pasa durante este. Dos hermanos idénticos, como dos gotas de agua, se verán envueltos en ciertos "accidentes" con dos personas que...