𝐘𝐨𝐮'𝐥𝐥 𝐀𝐥𝐰𝐚𝐲𝐬 𝐁𝐞 𝐘𝐨𝐮!~||❍︎𝐊𝐨𝐨𝐤𝐌𝐢𝐧 ||EN PAUSA

꧁✿１０✿꧂

🗣 ʜ̰ᴏ̰ʀ̰ᴀ̰s̰ ᴀ̰ɴ̰ᴛ̰ᴇ̰s̰ 🥀

🕓||JungKook, esperaba a Jimin en el parque, y decir que no estaba ansioso, sería mentir, porque realmente se encontraba en el limbo de nervios.

Después de mucho tiempo, se sentía listo para decir, de frente que, amaba a ese pequeño castaño, por lo que, la espera le carcomía.

La noche pronto caería, recostado al tronco de un árbol, seguía viendo hacia la entrada del parque, acto que se vio suspendido cuando su móvil empezó a sonar.

Quiso hacer caso omiso, sin embargo, insistían e insistían, no dejándole de otra, más que atender.

Era su madre, anunciándole que, dentro de hora y media, viajarían a la ciudad de Seúl, y que tanto su hermano, como él, no se podían negar, debido a que se trataba de la "Famosa fiesta de cumpleaños", pero lo más hilarante de la plática fue que, ésta le cortó cuando estaba a punto de recriminar el "por qué" ir.

Con una sonrisa incrédula sobre sus labios, guardaba el aparato. La noche había caído y Jimin no se había aparecido aún, y el pequeño faro que iluminaba hacia la entrada, estaba parpadeante.

Mas algo que nunca se imaginó, le hizo hervir la sangre de repudio y demasiada ira. Pues a solo ciertos pasos, se encontraba el ser que despreciaba con todas sus fuerzas, mirándole con anhelo, y bajo esa típica sonrisa de desfachatez.

— Relish Raizel — Dijo a la vez que se alejaba del tranco y daba la espalda a la entrada del lugar.

— No dejaré de insistir —

Un maldito manipulador, eso jamás lo olvidaba. Puesto a que, conocía a dicho sujeto más que nadie, pero si de algo estaba seguro, era que, no daría brecha para que, éste llegara a lastimar a Jimin. Después de todo, el objetivo se podía leer esas pupilas grisáceas.

— No tengo nada que hablar contigo — remarcó tajante.

Relish, no titubeo en tratar de acercársele.

— Yo sí tengo mucho por decirte, bebé —

— ¡No me llames así, Relish! — objetó ante el cursi llamado.

Las manos de Raizel viajaron hacia el rostro del más alto, sin embargo, JungKook las alejó al instante.

— ¿También me has olvidado? —

El cuestionamiento del más bajo, no hizo titubear al pelinegro.

— Para mí, falleciste ese día — respondió sin duda.

— Pero para mí, tú no lo has hecho — le cantó sereno Raizel a la vez que sujetaba sus manos tras la nuca de JungKook.

Una ventisca se hizo presente, el pelinegro sabía que debía alejarse o mandar de una sola vez al carajo a Relish, sin embargo, cuando una idea se le pasó por la mente, solo fue capaz de sentir los labios contrarios sobre los suyos.

La lluvia atacó de inmediato, sus ojos se abrieron de par en par, y trató de empujar al menor, pero la firmeza que, éste ejercía con sus manos en su nuca no le dejaban espacio de retroceder.

No obstante, para el pequeño castaño que se encontraba a cierta distancia, tal escena le estaba arrebatando el alma.

En cambio, a Jeon no le quedó de otra más que corresponder al beso, bajó sus manos hacia la cadera del chico, acto que, afectó al más bajo, pero que le fue suficiente a JungKook para aprovechar morderle el labio inferior y alejarlo de una vez por todas.