I Hate you! I Love You!|JaeSung|¹

q u i n c e [pt.1]

maratón 1/2

Dos meses sin ver a Jisung, sin saber nada de él. Ni un mensaje, una llamada, nada. Me estaba preocupando un poco, no sabía si estaba bien o no. Con el único que hablaba con frecuencia era con Chenle, pero el enano ese solo me decía que no podía decirme nada.

Si quisiera ya le hubiese preguntado y tal vez hasta amenazado con su perro por saber algo de Jisung. Pero sabía que lo que había echo no estuvo bien, por tanto lo mejor era respetar su decisión.

Los chicos y yo estábamos en una cafetería que habíamos descubierto el año pasado en una salida. La primera vez que vinimos, hicimos tanto ruido que casi nos echan. Aquí mismo, donde estaba sentado ahora, tenía a mi ex-novio a mi lado y le había robado un beso de sus apetitosos labios.

Lo extrañaba, más que a nada en mi vida. Más de lo que extrañé a mis padres cuando me dejaron en ese orfanato de mierda.

Revolvía con la pajilla la malteada que había pedido. Ya no tenía mucho apetito, rara vez comía algo. Y apesar de que le decía a todos que estaba bien, ellos sabían que no era cierto.

— Hey, Na Jaemin.— sentí como la voz de Renjun me llamaba— sabemos que estás muy mal con todo esto. Pero, lo que hiciste fue idiota y desconsiderado.

— Oh, gracias Renjun. Eres un gran amigo. Es más, creo que ya me siento mejor—. Dije con el sarcasmo saliéndose hasta por los codos.

— Lo que quiero decir es, que debes darle espacio, imagina cómo lo debe estar pasando él. Lo engañaste por completo, y aunque no fue tu intención lastimarlo, lo hiciste. Así que es normal que ni te llame ni te escriba. Si en serio te ama, ya hablará contigo. Pero tiempo al tiempo.

Renjun tenía razón, por mi culpa Jisung la estaba pasando mal, estaba seguro. Tenía que darle su espacio; si quería volver conmigo ya me llamaría. Si no, me lo merecía por egoísta.

Escuché un suspiro proviniente de Chenle, alcé mi vista y vi que me miraba con culpa.

— De acuerdo, Jaemin, ven conmigo.

Desconcertado miré a los chicos, ellos estaban igual que yo, incluso Renjun. Tomé mi celular y me despedí de los chicos para luego salir del local y ver que Chenle ya andaba a unas dos cuadras lejos de mi. Corrí hacia su dirección, estaba hablando con su chofer, lo supe porque le había dado la dirección de donde estábamos y que lo llevara a casa.

En unos minutos el señor llegó, ambos nos subimos al auto y partimos en dirección a su casa. Una vez allí solo seguí a Chenle hasta su habitación, entré primero y el cerró la puerta detrás de si. Sacó de uno de los cajones de su escritorio un sobre y me lo extendió.

—¿Que es esto?— pregunté inspeccionando el sobre; era de color azul pastel, tenía unas líneas en diferentes tonalidades de azul. Era muy bonito.

— Se llama carta, las personas la utilizaban en el tiempo de antes cuando no estarían teléfono celulares.— me respondió con sarcasmo.

— Ya sé lo que es. Me refiero a si es para mí.— le pregunté, recibí un asentimiento por su parte.

— Yo, te dejaré solo para que la leas. Estaré abajo por si me necesitas.

Quise preguntarle por qué me tendría que dejar solo, pero Che le sólo se fue dejándome con la palabra en la boca. Busqué si la carta tenía de remitente, pero no encontré nada. Entonces la abrí. Un papel azul pastel, aunque un poco más oscuro que el del sobre, se mostró. Lo tomé en manos y me senté en la cama ajena.

Hola Jaemin hyung, si estás leyendo esto quiere decir que no lo estás pasando muy bien. Por eso le dije a Chenle que si te encontrabas tan mal te diera esto.

Me gustaría que sepas que ya te perdoné, pero aún estoy pensando en si deberíamos volver a ser pareja. Lo que me hiciste no fue lo correcto, y apesar de que entiendo de qué no lo hiciste para lastimarme al final lograste hacerlo.

Por ahora no regresaré, por lo menos hasta diciembre. Así que espero que tomes todos los apuntes en cuanto comiencen las clases. Espero verte en cuanto regrese, para ese entonces ya tendré una respuesta de lo que pasará con nosotros.

PD: da las gracias a mi madre, que gracias a ella pude entenderte y perdonarte.
PD2: no sé cuando estés leyendo esto pero feliz cumpleaños.

P.J.S. 

Las lágrimas que estuve conteniendo anteriormente al fin cayeron. Aún me amaba, lo sabía. Aunque no lo había escrito sabía que aún me amaba, porque era Jisung, y yo sabía todo de Jisung.

Bajé las escaleras de la casa de Chenle y me lo encontré en la sala, tal y como había dicho.

— Chenle, ¿puedo llevarme la carta?— le pregunté, su cara de preocupación apareció, supongo que fue por mis ojos, los cuales estaban rojos. El asintió y yo sólo me fui.

No sabía cómo, pero esperaría hasta que Jisung regresara, estaría todos los días pendientes del calendario. Lo sabía. Pero me lo merecía.

Aunque ahora estaba más feliz de que me haya perdonado al menos. No estoy seguro de si volveremos pero esperaré a que Jisung hable, también le pediré perdón como debía haberlo echo.

Porque sí era por él haría lo que fuera. Porque era Jisung, la única persona que estuvo ahí cuando más lo necesité. Y la única que confío en mi desde el principio.

Volví a llorar un poco al recordar que había recordado mi cumpleaños; ya ni yo mismo recordaba que era hoy, pero aún así él lo hizo.

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Dentro de un rato publico el otro capítulo.