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⚠️Cap un poco, bastante, delicado.

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Las semanas pasaban, dando lugar a los meses.
Jaemin y Jisung cada día se hacían más cercanos, se podría decir que ya eran inseparables. Sabían todo el uno del otro, o bueno casi todo. Al fin y al cabo todos tenemos algo que ocultar, ¿no?

Ya era normal que Jaemin se quedara en casa de Jisung, y viceversa. Doyoung considera a Park cómo tener otro primo.

Y la familia Park considera a Na como otro hijo. Sobre todo Seungwan, la mujer se emocionaba cada vez que el chico pasaba el día con ellos. En cuanto a Chanyeol, había echo buenas migas con el chico, de ahora, cabellera rubia. Conversaban sobre sus intereses y cosas parecidas. Otro tema del que hablaban mucho era de lo tierno e inteligente que era el menor de la familia Park.

Porque, sí, ese era siempre el tema principal de la conversación.

Jisung había conocido a los amigos de Jaemin, esos chicos eran un completo desastre sobre todo Jeno y Donghyunk, o como todos le decían, Haechan. En cuanto a Renjun, se podía decir que era el más tranquilo del grupo, era como la madre sustituta, siempre velando porque ninguno se haga daño. Y por último Chenle, éste, era con el que Jisung hablaba más, pues era sólo un año mayor que él. El pelimenta podía ser tranquilo en ocasiones y en otras— la mayoría— ser todo un desastre andante, o más bien otro más. El último chico, pero que no había tenido la oportunidad de conocer era Mark, el muchacho se encontraba en Canadá por sus estudios.

No había hablado mucho con él ya que en las videollamadas, Haechan se robaba toda su atención. También había descubierto que Donghyunk tenía un crush en Mark, se le veía como sus ojos brillaban cada vez que hablaba con el mayor.

Park quería saber cómo se sentía, quería saber cómo se sentía estar enamorado. Saber lo que se siente.

Porque sí, a sus dieciséis años Park Jisung nunca se había enamorado, o eso creía él.

Ahora mismo el chico se encontraba saliendo del baño, caminaba en dirección hacia su salón de clases.
Una vez llegó ahí le envío un mensaje a Jaemin para que viniera, ya que había dejado al chico sólo en la cafetería.

Se dirigió a su asiento, pero antes recogió de debajo de el mismo un cuaderno que se le había caído.

Jisung— escuchó una voz poco conocida, se giró, pero no encontró a nadie. Tal vez estaba alucinando—. Jisung volvió a escuchar. Llevó una mano hacia su oído, pues, está vez había sonado mucho más agudo.

Jisung, ¿dónde estás?— recuerdos inundaban su mente, pero no de los buenos.

Su vista se nubló. Ya no estaba en la escuela, sino en un lugar desconocido, estaba debajo de una cama, como escondiéndose de alguien.

Pasos se escucharon, cada vez más cerca, hasta que entraron en la habitación. Enseguida llevó sus manos a la boca, para evitar producir algún sonido. Pudo sentir como las lágrimas caían de sus ojos.

La persona volvió a moverse, caminando por toda la habitación, llamando su nombre. Los pasos se detuvieron a un lado de la cama, comenzó a temblar y sudar. Cerró los ojos con fuerza.

Te encontré— el tono de voz salió de la manera más aterradora posible para un niño de tan solo seis años. Sintió como era arrastrado y sacado de debajo de la cama.— Jisung, para qué te escondes si sabes que siempre te voy a encontrar— susurró en su oído.

Poco a poco lo fue desvistiendo, para luego pasar una de las peores experiencias de su vida.

— Jisung. Jisung.

I Hate you! I Love You!|JaeSung|¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora