q u i n c e [pt.2]

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maratón 2/2

Por mucho que intentara concentrarme en la música reproducida por mi celular, aunque no lo quisiera mi mente estaba solo en Jaemin.

Toda la información que me había dado hace sólo un día seguía en mi cabeza. Miraba por la ventana del auto, y aunque sonara Faeded un my last song de NCT, la cual era probablemente mi canción favorita mi cabeza estaba echa un completo desastre.

Apesar de que no la miraba directamente sabía que mi madre me estaba mirando con preocupación. Pero no podía evitarlo. En una hora aproximadamente llegamos a la casa de mis tíos.

Nos bajamos del auto, papá tocó la puerta y luego su hermana apareció mostrando una sonrisa de esas tan hermosas. Nos adentramos a la casa, tan bonita como recordaba. Estuvimos un rato conversando y aunque la tía Joy y el tío Sehun, se hayan mostrado tan amables como siempre; apesar de que intenté sonreír lo más que pude no me fue fácil.

Me excusé para ir a mi habitación para desempacar mis cosas y dejar de sonreír falsamente. Empecé a sacar las cosas de mi maleta, y entre tanta ropa encontré una de las fotos que nos habíamos tomado Jaemin y yo en esa pijamada que tuvimos en casa de Haechan. La había enmarcado al otro día después de tomarla, y ahora estaba aquí. La había empacado minutos antes de que Jaemin viniera el día anterior a mi casa.

Solté un suspiro y la puse encima de la mesita de noche junto a mi cama. Luego me di un tiempo para mirar mi habitación, no había cambiado nada. Las paredes en un color blanco hueso y el cobertor de la cama color azul marino. Era simple pero me gustaba, me recordaba a la primera vez que vine. La tía Joy me había ayudado a escoger los colores. Y ya que era diseñadora de bastante renombre se le daban bien esas cosas.

Me tiré en la cama y no tardé mucho en quedarme dormido.

Cuando los volví a abrir me encontré a mi madre en el umbral de la puerta, me estaba llamando.

— A comer— dijo ella con tono amable.

Pensé que no había dormido tanto, pero al parecer estaba equivocado; habíamos llegado a eso de las once y son las siete de la tarde.

— Pero antes— caminó en dirección a la cama y una vez estuvo cerca de sentó en la cama—. ¿Me vas a decir lo que pasó?— sabía que quería saber. Los supe desde el memento en que intentó entrar a mi habitación ayer. También sabía que no podía ocultarle nada a ella. Así que decidí hacerlo.

Y después de una larga charla las lágrimas habían aparecido sin tan siquiera quererlo. Ella secó mis lágrimas y me dió un pequeño abrazo.

— Sabes, cuando tu padre y yo nos casamos. Después de un año fue que él supo que yo no podía tener hijos— su mirada bajó, y sé que aunque no lo dijera y pretendiera que estaba bien; no lo estaba. Aún le afectaban este tipo de cosas—. Él se enojó muchísimo conmigo. Incluso se fue a vivir unas semanas a la casa de su amigo. Parecía una loca desesperada intentando hablar con él, hasta que por fin logré hacerlo. Me dijo que estaba muy descepionado de mí, que no le podía ocultar cosas como esas. Pero yo tenía miedo, no sabía si contarle sería bueno o no. Pero tarde o temprano lo descubriría o por mí, o por otros— yo la escuchaba atentamente, al parecer no todo eran esas anécdotas que mis padres me contaban—. Pero al final reuní el valor para decírselo. Porque él tenía el derecho de saberlo, después de todo él quería formar una familia; y yo también. En tu historia, yo sería Jaemin y tu padre serías tú. Nana tuvo que haber reunido mucho valor para decirte algo como eso. Algo que es muy importante para ti, que necesitas saber más que nadie. Después de todo, tus recuerdos son muy preciados; no los posees por completo y cada pequeño detalle es importante para ti.

No me había puesto a pensar en eso. Jaemin debía de haber pasado por mucho para decirme todo.

—¿Sabes lo difícil que fue para Jaemin? Él muy simplemente podía no haberte dicho nada y seguir mintiéndote, pudo haber ignorado todo y haberlo dejado pasar. Pero aún así te lo dijo. Prefirió contarte la verdad. Así que piensa bien lo que quieres hacer, no tienes que perdonarle tampoco tienes que ser su amigo o su pareja. Pero al menos valora lo que hizo por ti. Pero ahora vamos a comer.

Me impresionó un poco la manera en la que cambió de tema tan rápidamente. Se levantó de la cama y me sonrió. Tenía que pensarlo, era Jaemin después de todo. La persona que estuvo para mí cuando más lo necesité, y aunque no recuerde mucho sabía que él estuvo ahí.

— Pero ahora no pienses en eso— dijo mi madre como si me leyera la mente.

Ambos salimos de la habitación y bajamos al comedor. Estuve hablando con la tía Joy acerca de la escuela; hicimos un karaoke improvisado, donde las dos mujeres sorprendieron a todos con sus voces.

Mientras que el tío Sehun, papá y yo nos enfrentamos en una batalla de baile. La noche tan atareada terminó por hacer que no pensara acerca de el asunto llamado Jaemin.

Sé que puede sonar extraño y un poco estúpido pero a veces agradezco por todo lo que me pasó en el pasado, porque sino no tuviese la familia que tengo. La familia que en serio aprecio.

Cuando terminé de ducharme y ya preparado para dormir estuve en mi celular un rato y antes de apagarlo vi que hoy era treinta y uno de junio. Pronto sería el cumpleaños de Jaemin.

Y ya tenía en mente que iba hacer.

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Pequeño regalo por el cumple de Jisung, (sé que llegó tarde pero mejor tarde que nunca) no son muy largos ninguno de los dos capítulos pero tenía que hacerlo para que se supiera cómo se siente cada personaje.

El próximo capítulo también será un poco corto pero es que necesitamos regreso del Jaesung.

Por cierto la pijamada que dijo Jisung es uno de los especiales, el primero de echo así que no se preocupen que van a saber qué pasó.

Ahora sí nos leemos en el próximo capítulo.

I Hate you! I Love You!|JaeSung|¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora