I Hate you! I Love You!|JaeSung|¹

o n c e

Jaemin reposaba en su cama, sus amigos se encontraban en la habitación del chico. Después de su visita por el supermercado se habían pasado por la casa del chico. Quién estaba tomando un caldo echo por Renjun.

La verdad es que no se encontraba tan mal, sólo tenía una gripe común. Pero aún así Doyoung le pidió que se quedara en casa, al menos por los próximos tres días.

Había recibido algunos regalos por parte de sus amigos, excepto de Jisung. Estaba un poco lastimado y decepcionado por eso.

Todos se encontraban hablando o jugando algunos videojuegos en la consola de Na. Pero, hubo alguien que preocupaba al chico enfermo, y ese era, nada más y nada menos, que Park Jisung. El castaño ni siquiera se encontraba en la habitación del mayor.

Por tal motivo Jaemin decidió ir en busca de él, después de todo muy lejos no podía estar.

Na lo encontró en la cocina, y se dió cuenta de que algo estaba mal cuando vio la cara de Jisung, la cual estaba perdida en su mente. Y eso solo puede significar una cosa: que estaba pensando algo, y muy serio.

Jisung se sirvió un vaso de agua y lo bebió de manera despacio.

Jaemin se acercó a él, tomó un vaso y también se sirvió un poco de agua.

—¿Estás bien?— preguntó el mayor.

Jisung, quien había dado un pequeño brinco, ya que se había asustado, sólo asintió hacia la pregunta del contrario. Mostrando un intento de sonrisa, la cual había resultado en una mueca algo tierna.

Aunque, a decir verdad, no estaba bien. No dejaba de pensar en lo que había hablado con Renjun hacía sólo unas horas. ¿Le gustará Jaemin?

Era la pregunta que se hacía una y otra vez en su cabeza. Para colmo, no le había dado el regalo que le había comprado a Jaemin.

—¿Crees que puedo creer que estás bien luego de verte suspirar una y otra vez? Además, estás pensando en algo muy serio. Tu cara me lo dice.— sentenció Jaemin.— Vamos, puedes decirme que pasa. Estoy aquí para tí.

Apoyó su mano en la del contrario, intentando dar confianza y confort. Jisung miró a los ojos al chico, tan penetrantes y negros. No podía evitar perderse en ellos. Bajó la vista hacia sus labios, tan rojizos y finos. Quería probarlos una vez más. Regresó su mirada a los ojos de su mayor para luego responder.

—No es nada hyung.— sonrió para luego dejar la habitación.

¡Dios, Park Jisung lo estaba volviendo loco! No entendía que pasaba con él. Pero desde que se besaron ese día, algo había cambiado. Lo notaba un poco más distante. Más que distante, era nervioso con su presencia. Y eso lo volvía loco. Las miradas que se daban, ya no eran inocentes, aún conservaban la inocencia, pero ahora sentía que tenían otra intención.

Había atrapado a Jisung varias veces mirando hacia sus labios, y no es que le molestara, para nada, todo lo contrario. Pero, quería saber si era que el chico estaba sintiendo cosas por él. Sumado a eso, ¿si estaba pasando algo, afectaría eso su amistad?

Ahg, muy frustrante.

Jaemin se revolvió un poco los cabellos, como si así pudiera sacar esos pensamientos de su cabeza.

Una risa en la entrada de la cocina hizo que Jaemin se detuviera. Observó cómo Jeno se estaba burlando de él.

—¿Te parece gracioso?— preguntó indignado.

—Un poco, sí.— sinceró, aguantando su risa.—¿Qué pasa?

—Jisung está raro.— hizo un puchero involuntario.