CAP III

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Pov Liam

Ha pasado una semana y varios días. Y en vez de estar hostigado como me sentía cuando estaba en casa de mis padres, me siento es aburrido. Los golpes que me dieron esos dos tipos aún me duelen, no tanto como antes pero me duelen. Me alimentan bien, y me la paso la mayoría del tiempo tendido en cama o rondando por la celda.

En todo este tiempo ese hombre que a simple vista es el jefe no ha bajado. Solo manda a sus gorilas a que hagan las cosas. Esos mismos hombres me traen la comida que aunque no es la que comúnmente comía, sabe bien (es comestible). 

El día después de que me golpearon, vinieron a tomar fotos que supongo ya enviaron, pero se dentro de mi que aquel hombre al que llamo padre debe estar relajado en casa sin hacer nada y feliz de que por fin el mocoso al que crío y que tanto detesta no está con él.

Estaba concentrado mirando un punto fijo de la pared, cuando escuché como se abría la puerta. Me quedé en el mismo lugar y continúe con mi acción de observación a la pared, eso me ayudaba para que el tiempo se fuera más rápido.

-- ¿Que tiene de interesante esa pared? -- Esa maldita voz no la olvidaré. Aún así no le preste atención y seguí con mi acto. -- Así que no fueron suficiente los golpes que mis dos hombres de confianza te dieron.

-- ¿Cual se supone que fue el motivo de aquello? -- seguí tentandolo. Quizá asi se aburriría y se iría. Pero en vez de eso escuché como reía y a la vez, abría la puerta de mi celda.

-- Quizá por tu forma de ser es que tus padres no te quieren. -- Uff eso sí que me dolió, lo vi frunciendo el seño y aniquilando lo con la mirada -- Así que mis sospechas eran verdaderas. Tus padres no te quieren, de lo contrario ya habrían mandado un escuadrón por ti. Pero mírate, vas a cumplir dos semanas en mi poder y apesar de las fotos que envíe a tu casa no he escuchado de algún movimiento que haya hecho tu padre. Nada. -- No pude hacer otra cosa que acomodarme como estaba anteriormente y poner mí atención de nuevo a la pared. El hombre se fue sin decir más dejándome ensimismado en mis pensamientos.

Pov William:

Cuatro días después de mi "conversación" con el chico de la celda, estaba en mi oficina cuando llegó Vladimir (mi mano derecha) a avisarme que nuestro pequeño inquilino estaba inerte en la cama con síntomas de haber de desmayado. Al pedirle más explicaciones, me dijo que no sabía.

-- Jefe, quiere que lo llevemos a la sala de la enfermería, o que sea atendido ahí mismo.

-- Me da igual ese niño. Dile a Val que vaya y le chequee. Luego vienes a avisarme cualquier cosa.

-- Claro señor. Con permiso -- No fue necesario más palabras. Me quedé solo en mi oficina, hasta que media hora después volvieron a tocar la puerta.

-- Adelante -- La silueta de Val fue que vislumbro al pasar la puerta. El hombre camino hacia mi escritorio y permaneció en pie ahí hasta. -- ¿Que le ha pasado? ¿Porque se ha desmayado?.

-- Según mi diagnóstico, fue por deshidratación y desnutrición. Al parecer el joven no se ha estado alimentando de forma correcta, su estado no es grave pero toca mantenerlo en contante revisión.

-- Pero hasta hace cuatro días que estuve ahí estaba normal.

-- Así es, se había estado alimentando bien aunque de ciertos días para acá los guardias dicen haberlo escuchado vomitar. Que sucedia momentos después de comer. -- El hombre frente a mi se le veía un poco nervioso, bueno... Nervioso no, ansioso es la palabra.

-- Sueltala.

-- Eh -- Espero en interrogante. -- Ahh si. Ehh. Estuve realizandole unos exámenes y pude encontrar en ellos que el joven el doncel.

-- Y que mierdas significa eso.

-- Que tiene la capacidad de quedar embarazado.

-- Que iditeces estás diciendo. Esperas que crea eso -- eso es imposible me decía.

-- Sabe que nunca le mentiría o daría información falsa señor -- Es verdad, es verdad. Se ve tan seguro de lo que está diciendo.

Peligroso amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora