That Thing Called Love (Harry Styles)

Capítulo 10

¡Feliz Navidad, lectoras hermosas! Espero que lo hayan pasado espectacularmente bien, junto con las personas que más quieren y que hayan recibido muchos presentes pero, por sobretodo, que hayan recibido el presente más importante que es el amor.

Dos personas estuvieron cerca de ganar el premio, pero hasta ahora, ninguna lo ganó. Todavía les queda tiempo. El "concurso" cierra a la medianoche. La idea es que arriesguen respuestas, que no se sientan intimidadas por no saber nada. Ese es el punto del juego: adivinar. Si para medianoche nadie consiguió las respuestas, subiré el cuento de todas maneras, pero con diferentes personajes.

Espero que disfruten el capítulo que les traigo. No es un gran capítulo, pero es importante para algo que pasará luego en la historia. Un aviso: a esta historia le quedan 10 capítulos, nada más. Próximo capítulo: VIERNES.

¡Disfruten!

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Miré para todos lados para ver si lograba encontrar a alguien que estuviera sosteniendo un teléfono celular y así enganchar a esta persona anónima que me estaba atormentando desde hacía unos días. Pero no encontré nada. Todos estaban ocupados en otras cosas, menos en mirar una pequeña pantalla.

Guardé el pequeño aparato y me recosté sobre el sillón a esperar a Harry. Pronto, una silueta femenina se hacía paso entre la gente y se dirigía hacia donde me encontraba. Se trataba de nada más y nada menos que Moon. Estaba furiosa, roja de la rabia que llevaba encima y, por primera vez desde que la conocí, me daba miedo.

—Te lo advertí —dijo apuntándome con el dedo—. Te advertí que no te metieras con Harry. Y sin embargo, lo hiciste —me paré para enfrentarla.

—Escúchame bien, Moon —dije acercándome a ella—. Me importa poco y nada lo que me digas. Harry es mi novio. Me eligió a mí. Y eso no va a cambiar hasta que alguno de los dos lo decida, ¿entendido?

—Debería importante, porque estoy hablando en serio —dijo acercándose más— Soy capaz de cualquier cosa por él. Y cuando digo cualquier cosa, es cualquiercosa —dijo tomándome del brazo—. Podría llegar a matar por él —esas últimas palabras me asustaron. Moon estaba loca, loca de remate.

—Te creo y todo —dije burlándome—. Suerte —intenté zafarme de su agarre, pero ella sólo lo intensificó.

Traté de soltarme otra vez, pero fue en vano. Moon jaló rápidamente de mi brazo y me hizo voltear para enfrentarla. Sus ojos destellaban furia y cada vez me daba más miedo.

—Ten cuidado conmigo —susurró—, porque puedo ser muy mala.

—Nos vemos, Moon —dije soltándome definitivamente y dándome vuelta para ir en busca de Harry.

Sin embargo, no pude salirme con la mía. Moon me empujó contra la pared tan fuerte que caí al piso. Pero no me pude levantar ya que ella se encontraba encima de mí, tirándome del pelo, como en una típica pelea de mujeres. Ambas nos gritábamos, pero sólo ella me agredía. Yo intentaba sacarla de arriba mío, pero me era imposible. Era muy fuerte. Y nadie ayudaba, todos estaban pendientes de la pelea.

De pronto, alguien sacó a la morena de encima de mí y lo agradecí. Me paré con dificultad y vi que Harry había sido el que había terminado todo. Se notaba que estaba enojado ya que nos miraba seriamente.

—¿Se puede saber qué fue eso? —preguntó gritando.

—Harry, puedo explicarlo —comenzó Moon.

—Cállate —la interrumpió él—. Vámonos, Tory —ordenó.

Me tomó del brazo y me condujo hasta que estuvimos al lado de su auto, afuera en la madrugada destemplada.

Seguía enojado, lo podía notar en su mirada y en la mueca que tenía. Y eso fue lo que me destruyó el alma y no pude contener el llanto. Pero, ¿por qué mierda estaba llorando?

Harry me rodeó con sus brazos, proporcionándome calor y cariño. Dejó que llore tranquila por un tiempo, pero no pasó mucho hasta que me tranquilicé.

—Lo siento mucho, Harry —susurré.

—No tienes que disculparte de nada —acarició suavemente mi mejilla—Tú no me hiciste nada. En tal caso, la que debería disculparse es Moon y debería disculparse contigo, no conmigo.

—Pero acabo de pasar un momento embarazoso peleándome con Moon por ti.

—¿Por mí? —preguntó sorprendido.

—No debería sorprenderte. Es la única razón por la que me pelearía con esa estúpida.

—¿Qué fue lo que pasó? —su mano en mi mejilla recorrió mi torso estremeciéndolo, hasta posicionarse en mi cintura.

—Vino a amenazarme. Me empezó a decir que si no me separaba de ti, podría llegar a matarme. Me dijo que era capaz de cualquier cosa con tal de sacarme del medio.

—Nada te va a pasar, si estoy yo para cuidarte —besó mis labios con ternura, antes de abrirme la puerta del copiloto para que entrara al auto.

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El sábado a la tarde decidí pasarlo con Gaby ya que tenía que contarle todo lo que había pasado con Harry y con Moon y ella me tenía que contar todo lo que había pasado con Zayn.

El día estaba hermoso, era casi primaveral, por lo que decidí ir caminando. La casa de Gaby no quedaba lejos de la mía.

Su madre me abrió cuando llegué y me dijo que pasara, que mi mejor estaba en su cuarto descansando.

Al entrar, Gaby estaba plácidamente dormida, abrazada a la almohada. Me dio ternura la imagen, pero tenía mejores planes en la mente. Agarré un almohadón de la silla de su escritorio y no dudé un segundo en arrojárselo en la cara.

Se despertó sobresaltada, con cara de asustada y de asesina a la vez y yo no pude contenerme de la risa. Cuando se dio cuenta de que había sido yo quien había hecho ese malvado acto, me devolvió el golpe con otro almohadón.

Se levantó de la cama con otro almohadón en la mano y caminó derecho hacia mí —que también estaba armada con un almohadón— y comenzamos una guerra de almohadas interminable, muriéndonos de la risa y gritándonos todas las cosas que se nos pasaban por la cabeza.

Caímos agotadas en la cama y cuando nos miramos, comenzamos a reír de nuevo.

—¿¡Cómo se te ocurre despertarme de esa forma?! —gritó mi amiga dándome un último almohadonazo.

—Lo siento, es que el momento lo daba.

—Podrías haber sido más considerada y dejarme dormir un poco más.

—¡Hello!¡Son las cuatro de la tarde!

—¿Y qué tiene? —hizo puchero.

—Te tengo y me tienes que contar muchas cosas —me acomodé mejor sobre su cama para poder comenzar mi relato—. Así que va a ser mejor que nos pongamos a hablar.

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PD: Las preguntas están en el capítulo anterior, sigan contestando para participar en ese capítulo :)